Hoy, te recuerdo por última vez TINNY.


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Escrito por
@JCM_950

12/02/2006#N8023

0 Actividad semanal
505 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya
Hoy, te recuerdo por última vez TINNY.

Se van a cumplir casi cinco años desde el día en que nos conocimos.
Ya sabes donde estoy ¿verdad?, claro que sabes.
Es tarde, muy tarde. Las estrellas que juntos solíamos contar aparecieron hace bastante en el firmamento; casi comienza a clarear ya. Estoy exactamente en el mismo lugar en el que veíamos amanecer. Te admiro en mi memoria con tu irreverente juventud y tu increíble belleza.
En el mismo sillón, en el mismo restaurant. Porque es verano también, como cuando nos pertenecíamos, el uno al otro.
La luna se refleja en el río y viene desde allí la misma fresca brisa de todas y cada una de las tantísimas felices veces. Su suave rumor trae a mis oídos tu nombre que mis cerrados labios repiten gritando, llamándote, en el medio de noche.
Pero donde solías estar, hoy solo tengo el maravilloso y entrañable fantasmita de tu presencia.
No está tu fina y sensual silueta.
No hay otra a mi lado, solo mi gran amiga, la noche.
Y debe ser así hoy, porque es muy especial la ocasión. Pienso en vos, en nosotros, en todo lo que tuvimos y nos dimos..
Lo hago con ternura, y estoy seguro que con amor aún.
Porque todavìa ahora percibo, como si fuera ayer, tu ardiente calor.
Me parece, como en un sueño, ver como te hacías un ovillo para acurrucarte a mi lado, sugerente y apasionada, buscándome, para que te diera calor.
Miraba tus ojos, y aunque no advertía su color en esa penumbra apenas quebrada por la débil luz de unas pocas velas, distinguía en ellos el brillo intenso del fuego de tú pasión hecha acto solo para mí.
Para nadie más que para mí.
Y busco en mí memoria algo que intensifique mi sentido del tacto para poder rememorar la tersura de toda tú piel. Que no daría por sentir otra vez como se transformaba completamente al solo toque de mis dedos. Como respondía tu alma y tu cuerpo a la sola caricia.
Tener tu aliento en mi boca una vez más, la última. Tu sabor.
Cálido y dulce.
Poder oír nuestra música y tus palabras, bajitas y claras, diciéndome lo mucho que me amabas y sentías. Ó como cuando entrecortadamente me describías muy detalladamente la explosiva pasión que despertaba en vos. Por que sabías que de esa manera mí locura ya no tendría regreso.
Porque siempre fue así y ahí donde vivimos nuestros mejores momentos. Nada nos importaba, ni la gente, ni lo que pasaba a nuestro alrededor. Existíamos solo tú y yo, nadie más.
Me acompañabas, estimulabas todo para lo que sería el después. Te dabas y mostrabas sin retaceos, apurando la urgencia imperiosa de salir de allí.
Para vivir nuestro amor, para disfrutarlo, para entregarnos en cuerpo y alma.
Por eso vine hasta aquí hoy una vez más, solo. A propósito. A recordarte con profundidad y a despedirme de vos y de nuestro amor. Eso te debía mi alma.
Porque por varios días anteriores a éste tuve una extraña sensación rondando mi interior,
No lograba definirla y tampoco identificar. Totalmente repleta de mensajes y códigos, quedaban los interrogantes flotando en mi interior.
Hasta que buscando entre todos los recuerdos de nuestro pasado pude rescatar unas cuantas fotos que me gritaron la verdad. Son esas, las conoces, a lo mejor aún las conservas. Estamos tú y yo en ellas, juntos, para siempre. Riendo felices.
Supe, entendí. Que el mundo era nuestro entonces, y que a tu lado y por vos conocí lo mucho y mejor que una mujer da cuando ama.
Comprendí y asumí, que todo era un dulcísimo ayer.
Por Dios, cuanta felicidad. Cuanta me has dado.
Por todo eso y por muchas otras cosas más mereces tú y el amor que me entregaste, este acto mío. Y aunque no sé dónde ni cómo estás desde hace casi tres años ya, reconozco que por siempre permanecerás en mí, hondo, vibrante y bueno. Lo mejor que haya vivido y sentido en realidad, por infinita diferencia.
Y que por eso además escribo esto, para que hasta la montaña mas alta y más lejana sepa que me has amado y que te he amado.
Porque aunque dicen que, y creo en ello, “no hay mejor amor que el que ya pasó”, es completamente cierto también, “que el amar y el morir nunca son olvido”. Así pienso y siento, y te lo repito mi inolvidable amor.
Aunque ya no puedas oírme ni leerme.
Hoy, una nueva y joven luz entra a través de estas viejas ventanas, ¿me comprendes?. Sé que sí. JCM_950


 

Comentarios

Aún no hay comentarios. Iniciá una conversación acerca de este tema.