Te acordás?....

Te acordás...

A la salida del colegio con la urgencia de soltarnos el pelo y levantar nuestro guardapolvos ,dándole color a nuestras mejillas, con pellizcos apurados.
Ellos andaban por ahí, con aire despreocupado como paseando por la zona. Nosotras apurando nuestra adolescencia vestidas de colegiales.
Nunca faltaba la osada que se les acercaba con la excusa justa para el acercamiento. Las demás sabíamos que esos esculturales hombres con acné y tres pelos bien cuidados de lo que sería una barba, pronto se animarían a hablarnos.
Con el tiempo justo para tomar un Coca, porque el justificar nuestra llegada tarde a casa se hacía cada vez más complejo-
Perdidos en charlas sin principio, el ritual se cumplía día a día....
Pero un día ella ya no chismorreaba con nosotras, sólo hablaba con él de lentes negros. No era eso lo que queríamos y la increpamos duramente.
Ella con su voz calma y su mirada cristalina solo dijo hablamos de su perro.. de su perro! vaya estupidez dijo la traga del grupo!..si de su perro dijo ella mirando el reloj del aula que estaba por dar la una.
A la salida el estaba en la esquina se había puesto un saco azul y tenía algo en su mano. Nos miramos intrigadas ¿Dónde están los demás?, no estaban. Solo el con su saco azul y ese paquete en sus manos.
Ella se despidió y juntos sin tomarse siquiera de la mano caminaron hacia la plaza.
Entre furiosas e indignadas, consideramos que nos había traicionado y para hablar de un perro!.
Llegaron a la plaza y el siguió contando su historia, sus padres habían fallecido cuando él era muy pequeño y el último regalo de su padre había sido Jano, un manto negro que para el era una caballo cuando su padre lo trajo a la casa. Hoy Jano ya no tiene esa medida ante sus ojos y al mirarlo ve que se entiende bien con la abuela, ella también ya no tiene los ojos brillantes y sus dientes desparejos se asemejan .
Ella intrigada le pregunta ¿qué tenés en esa cajita?...el con la simpleza de lo importante le responde.. poemas.
Poemas?..tuyos?., si ya son míos.
Durante toda la tarde ella abrió cuidadosamente cada papel doblado en cuatro y leyó uno por uno cada verso.
Entró en un mundo mágico y desconocido, los leyó tantas veces que llegó a memorizarlos.
Al día siguiente parados junto a un árbol el se acerca y la besa tiernamente, nunca la habían besado, y su corazón parecía escaparse y correr hacia la avenida. El la miró y solo le dijo Gracias....
No poder compartir ese momento con sus compañeras la entristeció pero miraba el reloj y solo faltaban diez minutos para la una.
Olvidó soltar su pelo y dejó que su guardapolvos tapara sus rodillas. El timbre fue la música celestial que estaba esperando.
Atropellada y empujando con fuerza la puerta de salida mira hacia la esquina....el no estaba.
De fondo escuchaba la burla de las chicas.
Llegó a su casa y volvíó a tomar esos poemas..¿.cómo alguien que puede decir cosas tan bellas. desparece de nuestras vidas sin explicación.?..
Pasaron ya treinta años de esta historia verídica, y esa jovencita al poco tiempo en una clase de literatura escuchó uno de esos poemas..y ante la pregunta del profesor ¿qué piensan de Gustavo A. Becker?, tomó coraje y respondió es alguien que conocíó tanto del amor que sigue enamorando camuflado en otros rostros.
El profesor asombrado le dice que quiere decirme señorita?, Nada señor, solo pensaba en voz alta.
Al crecer entendíó que quizás Jano tampoco existía y sus padres aún seguían teniendo hijos y que ya desde muy joven un hombre puede suplir sus falencias con un mundo de fantasía que lo complete como hombre a cualquier costo. Pero también comprobó que está aquel que dice.. Becker?..que Becker? Sin temor a pasar por inculto y recreando su vida con sus propios versos de amor sin libretos, sin falsos poemas, con perros a los que lo llaman ..eyy Sultán.!!!
De eso se trata aprender....... .


Maby

 

---