Dios no quiero morirme sin antes aprender a vivir.

Dios no quiero morirme sin antes aprender a vivir.

Si las lágrimas derramadas por las tantas cosas que no fueron como hubiera deseado y esperado que fueran, regaran mi memoria mi vida sería un jardín de aprendizajes multicolores.

Volver a empezar es reiniciar el proceso motivado por convencimiento de que la vida vale la pena ser vivida, por haber entendido que las dificultades abren la puerta a nuevos aprendizajes y que el dolor ahonda los vínculos y nutre el compromiso con el amor a Dios, a uno mismo y al prójimo.

Dios no me quiero morir sin antes aprender a vivir… a vivir con la alegría de un niño, la espontaneidad de quien sabe valorarse, la sabiduría de los humildes, la entrega de los enamorados, la perseverancia de la hormiga, la lealtad de los que se comprometen y la esperanza de los que sufren.

En un mundo aturdido y confundido por los altos niveles de ansiedad y angustia, el que no llora no mama y el que afana es un gil.

Por esto y mucho más quiero parar para pensar, para pensarme, pensarnos y elegir solamente entre dos alternativas porque de esa manera puedo ejercer mi libertar de pensar y hacer.

Solo ante dos alternativas puedo asumir el riesgo de hacerme cargo, vincularme con la realidad tal cual la ve Dios y definirme de qué lado quiero estar, si del bien o del mal. Porque viviendo la vida me mostro que no hay nada más o menos bueno o más o menos malo.

Sufriendo aprendí que No se puede vivir sirviendo a ambos (al bien y al mal), sé que es imposible crecer porque la alternancia en el bien y el mal nos hace mediocres, indefinidos, incapaces, sin identidad ni pertenencia. En última instancia solo somos militantes del sin sentido.

Volver a empezar, es diferente a continuar haciendo lo mismo con otro envoltorio. Volver a empezar es recibir el espíritu de Dios que es el único que tiene la capacidad de enseñarte la verdad y convencerte de tus errores y mostrarte la salida a una vida cuyo indicador más significativo es la paz.

Paremos, pará de militar la nada, de buscar el vacío, de sentir lo que nunca pensaste, de valorar lo que no sirve, no te sirve y solo se sirve de vos para convertirte en una marioneta movida por el consumo que suma más nada porque se diluye en el mismo momento que lo obtenés.

Dios no me dejes morir sin antes aprender a vivir, a vivir a vivir en serio con amigos en serio como lo sos vos, con una mirada clara como la tuya, con la sinceridad del que no tiene nada que esconder y la transparencia del que tiene mucho para entregar.

No estamos terminando un año, estamos volviendo a empezar otra vez y una vez más tenemos la oportunidad de aprender a vivir porque Dios decidió frenar tu muerte para que aprendas a vivir.

Una nueva oportunidad es un nuevo tiempo para hacer cosas nuevas y renovados entonces decir, decirnos… valió la pena vivir, sufrir, llorar, pensar decidir volver a empezar a caminar tomado de la mano de Dios y de los afectos que hacen que tu vida valga la pena ser vivida.

Por todo esto volvamos a empezar porque el tiempo ya llego, la vida continua con todos los ingredientes que vos y yo necesitamos para aprendamos de una vez por todas a vivir mejor…. Que no es otra cosa que estar en paz con Dios, con vos y con tus semejantes. Nos vemos el próximo año para expresarnos, en persona, nuestros mejores deseos…

 

 

---