Cada dÃa, en cada momento y acto, estamos haciendo de nosotros mismos un retrato.
ANTERIORES
El hombre, como hombre, siempre se repite en hombre.
Uno puede mudar pero jamás cambiar totalmente de piel.
Huir no sólo es abandonar, a veces también es liberarse.
La derrota agota más al pensamiento que a nuestras propias fuerzas fÃsicas.
Mientras seamos seres sociales, ¿ cómo llegar a ser propiamente nosotros ?
La autocontemplación no tiene nada de abyecto. Lo abyecto es la contemplación sin contemplación que de nosotros hacen los otros.
La petulancia es la frágil máscara de la tonterÃa.
Es más lo que nos representamos nosotros a nosotros mismos que lo que realmente somos.
Lo difÃcil no es sobrevivir entre los demás, lo difÃcil es sobrevivirse a uno mismo.
Afortunadamente nunca podremos estar por fuera de nosotros mismos viéndonos.