Bacante
¿Que sensaciones, recuerdos, pensamientos te trae? ¿Que significa Bacante para vos ?
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El conocimiento del culto ha llegado hasta nuestros días de la mano de Eurípides y su obra Las Bacantes.
Tanto las matronas como las doncellas subían en procesión a un monte solitario y durante unos días, sin contacto con hombre alguno se lanzaban a un desenfreno de alcohol, misticismo y alucinógenos. Las madres de niños pequeños quedaban al margen.
El rito contenía muchos elementos salvajes y arcaicos, como despedazar a pequeños animales vivos y comerlos. Pero también mucho contenido erótico: Eurípides cuenta que pasaban noches enteras bailando desnudas, excitadas en un éxtasis no sólo alcohólico. Se suponía que dichas prácticas fomentaban la fertilidad, y las matronas hacían de sacerdotisas proporcionando alcohol y drogas alucinógenas a las jóvenes. La leyenda afirma que recorrían los bosques insinuándose y lastimando a los hombres que encontraban. La danza de las ménades era el rito central de las ceremonias.
Todo ello tenía como objetivo que las mujeres obtuviesen el «entusiasmo» (que etimológicamente significa la ‘entrada de Dios’) en la iniciada. Las mujeres que creyeran que habían hecho el amor con los dioses se consideraban afortunadas y protegidas.
En cuanto al rito de despedazar animales, representaba a Baco siendo devorado por los titanes. Según la mitología, este hecho permitió a los titanes tener una chispa de divinidad. Así el hombre, que tiene una parte divina y otra terrestre, al comer al dios Baco intentaba ser más divino.
Se supone que dichos rituales no desaparecieron completamente y se mantuvieron en la clandestinidad hasta bien entrada la Edad Media, ya que se han encontrado vasijas y pinturas medievales representando los ritos bacantes (Museo Nacional de Nápoles). La descripción de un aquelarre es muy similar a la de una bacanal
Comentarios
@ASERET
12/03/2013
@ASERET
12/03/2013
El conocimiento del culto ha llegado hasta nuestros días de la mano de Eurípides y su obra Las Bacantes.
Tanto las matronas como las doncellas subían en procesión a un monte solitario y durante unos días, sin contacto con hombre alguno se lanzaban a un desenfreno de alcohol, misticismo y alucinógenos. Las madres de niños pequeños quedaban al margen.
El rito contenía muchos elementos salvajes y arcaicos, como despedazar a pequeños animales vivos y comerlos. Pero también mucho contenido erótico: Eurípides cuenta que pasaban noches enteras bailando desnudas, excitadas en un éxtasis no sólo alcohólico. Se suponía que dichas prácticas fomentaban la fertilidad, y las matronas hacían de sacerdotisas proporcionando alcohol y drogas alucinógenas a las jóvenes. La leyenda afirma que recorrían los bosques insinuándose y lastimando a los hombres que encontraban. La danza de las ménades era el rito central de las ceremonias.
Todo ello tenía como objetivo que las mujeres obtuviesen el «entusiasmo» (que etimológicamente significa la ‘entrada de Dios’) en la iniciada. Las mujeres que creyeran que habían hecho el amor con los dioses se consideraban afortunadas y protegidas.
En cuanto al rito de despedazar animales, representaba a Baco siendo devorado por los titanes. Según la mitología, este hecho permitió a los titanes tener una chispa de divinidad. Así el hombre, que tiene una parte divina y otra terrestre, al comer al dios Baco intentaba ser más divino.
Se supone que dichos rituales no desaparecieron completamente y se mantuvieron en la clandestinidad hasta bien entrada la Edad Media, ya que se han encontrado vasijas y pinturas medievales representando los ritos bacantes (Museo Nacional de Nápoles). La descripción de un aquelarre es muy similar a la de una bacanal