Julia (a la memoria de mi madre)


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Escrito por
@MARKUS_GALATOZ

06/12/2013#N45091

0 Actividad semanal
725 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

A horas de la muerte de "la mami" -como le decíamos con mi hermano Miguel Angel- no puedo pasar por alto esa frase que nos machacan de pequeños: "los hijos entierran a los padres". Tratar de mentalizarse sirve muy poco, cuando llega el momento, caemos irremediablemente en lo profundo de la pérdida.
Siento el desgarro en el pecho -no es una metáfora-, es real, es físico; me duele todo el cuerpo al pensar en una última caricia, un último beso, un adiós. Las lágrimas no cesan y se que, cuando no estén por fuera...


¡Imposible olvidarla!; desde el trabajo y la garra -sola, de toda soledad, divorciada- a puro esfuerzo, logró que sus dos hijos tuvieran una vida digna. Nunca faltó la comida, la ropa, la educación, y las ansiadas vacaciones, todos los años.
Lo tremendo, lo difícil de digerir, es que la muerte le llega cuando nada lo hacía preveer. Sus achaques conocidos, producto de esa maldita enfermedad: artritis reumatoidea, no impedían que cocinara -¡y qué bien lo hacía!- o que me regañara; casi un ritual entre nosotros -a partir de estar más de dos horas juntos-, por cualquier motivo. ¡Cómo la extrañaré!
Y cuando veo una foto de ella, de joven -y no tanto- me digo: ¡vaya destino!; tan bella, tan erguida, una modelo de su tiempo caminando por la vida a largos trancos. Ahora débil, frágil..., mirarse en el espejo y ser una mueca del pasado. Solía decir: "¡de qué sirve llegar a vieja así!". Pero le temía a la muerte...

Quiero recordarla al frente de la farmacia, cerca del Hospital de Niños, en Barrio Norte. Entraban las madres, muy pobres, con sus críos y una larga receta de medicamentos. El dinero, contado muchas veces por monedas, no alcanzaba; ella, tan solo se limitaba a decir: "para que se cure tú niño tenés que llevar todos los que le dió el médico, lo que falta, cuando puedas, venís y me lo pagás". Así era. Y esas madres retornaban; con la plata que debían. Dejándole, además, algún regalito; un perfume barato, un chocolate.
Ahí están, en la biblioteca de casa sus libros -con la fecha y la firma manuscrita-, "Cien años...", en una de las primeras ediciones de Sudamericana; "La mujer rota" y "La vejez" de Simone de Beauvoir...


Tú vida no fue en vano. Queda el palpitar de la sangre y en cada recuerdo lo que vivimos juntos.
Estarás, hasta el momento final en mi corazón; ahora muy dañado.
Perdón si no he sido tan buen hijo, perdón si alguna vez fallé; en muchas oportunidades no me salía esa historia de hacerte caso.

Siempre te amaré.
 

 

Comentarios

@AGUSTIN

06/12/2013



Si los que parten dejan esos buenos recuerdos ¡no mueren nunca! Solo se adelantan en el camino de la vida. Algún día nos reencontraremos con ellos. No tengas la menor duda.

Agustín:)  
@ASERET

06/12/2013



M papá y mi mamá siempre en mis pensamientos. Están  presentes....siguen viviendo

en mi corazón

Tererheart  
@VILMY

06/12/2013



Con el tiempo aprendemos a convivir con el dolor ... ésta canción me acompaña desde que partió mi hermana Vilmi ... ella sigue en mí , en fotos , momentos compartidos y miles de recuerdos ....

Está presente y sé que me acompaña cada día !