Médico costa afuera (cuento)


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Escrito por
@EDGARDO20008

26/02/2013#N42864

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Hace muchos años (tantos que no existían ni los celulares ni los GPSs) tipo primavera, me encontraba trabajando como piloto de un helicóptero S61N perteneciente a una empresa Sud Africana llamada Court Helicopters, en la zona de Puerto Madryn, con el que le dábamos apoyo aéreo a la plataforma semisumergible General Mosconi propiedad de YPF.

La plataforma estaba situada transitoriamente y mientras que cumplía con tareas de mantenimiento, a una distancia de poco menos de 20 millas de la costa, unos 37 kilómetros.

Normalmente efectuábamos dos viajes por día desde la costa, a las 0700 de la mañana y a las 1900, llevando y trayendo en cada vuelo unas 22 personas que se ocupaban de tareas de mantenimiento, en este caso la mayoría se dedicaba al arenado y pintura de las patas de la plataforma.

Los vuelos se realizaban en cualquier condición meteorológica todos los días incluyendo los fines de semana y los feriados.

Ese domingo, luego del vuelo de la mañana decidimos llegarnos hasta el aeropuerto de Trelew con el fin de completar combustible para que nos alcanzara para los próximos dos o tres días, ya que en Puerto Madryn solo había una pequeña reserva para casos de emergencia.

Regresamos a Puerto Madryn y ya durante la hora del almuerzo, comenzó una serie de eventos tragicómicos que vuelco en este relato.

Por la radio portátil nos anuncian que acudamos de inmediato al helipuerto, distante un par de kilómetros, por una situación de emergencia, dejamos la comida y salimos raudos (léase put…do) con Julio, mi copiloto, hacia el helipuerto, al llegar nos encontramos con Rubén, el mecánico de abordo que ya estaba remolcando el helicóptero a la línea de vuelo, nos informaron que había una situación sanitaria de máxima urgencia en un buque pesquero y que YPF había cedido el helicóptero para llevar un médico, y eventualmente evacuar al personal afectado.

Como el buque, de bandera rusa, se encontraba a 120 millas de nuestra posición (unos 220 km) pedí que completaran con el combustible de reserva que había en el helipuerto.

 Casi al mismo tiempo y en una ambulancia del hospital de Puerto Madryn, aparece en escena el Dr. Fernández, 40 y pico de años, algo bajito y gordito, nos presentamos y le informamos que había una emergencia y que su tarea consistía en evaluar si era necesario o no evacuar al paciente, a lo que responde con voz firme y decidida:

 Si, si!!, no hay problema!!, para eso estoy, además es aquí nomás y de paso conozco la plataforma. 

 Mire Dr. que no es en la plataforma.

 A no? Y donde es entonces?

 Es en un barco ruso que está en alta mar como a una hora de vuelo de aquí.

 Ahhh, pero debe ser enorme el barco para que pueda aterrizar esta mole (señalando el helicóptero).

 Esteee….no Dr. …es que no vamos a aterrizar.

 Ah no?…jeje, y yo como bajo?

 Lo bajamos con la grúa, Usted revisa al enfermo y si hay que evacuarlo subimos primero la camilla y luego lo sacamos a usted.

 

Cri cri cri ….

 

..queeeee!!!???…ah!!! pero nooooooooooo!!! Mire, yo no estaba de guardia hoy…hoy le tocaba al Dr. Juárez, pero me pidió cambiar … y bueno…pero espere que lo llamo a ver si lo ubico…tiene teléfono aquí?..

No Dr. y no hay tiempo, quédese tranquilo que esto lo hacemos siempre, y todavía no hemos perdido ningún médico, no se preocupe, es un poquito de aire fresco y puro que toma y listo….es muy seguro…(ni yo me lo creí…)

A regañadientes y con la sugerencia de que Hipócrates lo estaba observando conseguimos embarcarlo, hicimos la lista de chequeo, pusimos en marcha y salimos con una estima de 50 minutos de ida y bastante más de vuelta por el viento en contra.

A poco de despegar y mientras que íbamos tomando altura, nos llaman por la radio y nos preguntan si el “ruso” estaba a bordo? , convencidos de que se trataba de Rubén Solonoff, nuestro mecánico al que desde siempre y por obvias razones apodábamos “el ruso”, aunque en realidad era más tucumano que la caña de azúcar, respondimos afirmativamente y continuamos el ascenso.

Luego, silencio de radio, así que con el piloto automático al mando, volcamos toda nuestra atención a sacar los cálculos de la operación (pesos, consumos, etc) en forma individual para luego compararlos y asegurarnos que todo estuviera bajo control.

En la superficie del agua había un poco de viento y un oleaje considerable, con olas de 4 a 6 metros pero no tipo “fin del mundo”, se notaba a simple vista que a mayor distancia de la costa el viento en la superficie del mar aumentaba hasta dar señales de unos unos 55/65 kilómetros por hora, normal para esta zona. Si bien el doc se iba a mover un poco, tampoco iba a emular a un balero.

En unos minutos apareció el buque en la pantalla de nuestro radar, le avisamos de nuestra estima a Rubén en la cabina de pasajeros y que dejara de asustarlo al doc con que el barco estaba lleno de rusos grandotes que hacía 6 meses que no bajaban a tierra, y que lo ayudara a equiparse lentamente con el traje anti-exposición, chaleco salvavidas y demás chiches, y le hiciera practicar una vez más como desengancharse del cable de la grúa.

Al llegar a la zona cercana al buque tratamos de hacer contacto radial pero no lo logramos hasta estar muy cerca, ya a la vista, observamos que se trataba de un barco de unos 60 metros de largo al que le habían desmontado algunas antenas de radio, motivo por el cual no lográbamos contactarnos, para despejar el sector de la cubierta donde debíamos descender al doc y eventualmente la camilla.

Cuando nos comunicamos con el barco lo hicimos en castellano, nos respondieron con unos “ruidos raros”, así que probamos en inglés….cri…cri…nada, como Julio habla también alemán, probó en ese idioma pero, aparentemente, nadie en el barco hablaba otra cosa que RUSO!!!!!!!!!!!!!!

Llamamos por la radio de largo alcance (HF) a Puerto Madryn pidiendo instrucciones para poder comunicarnos con el barco, a lo que nos respondieron "…pero cómo??? el ruso no estaba a bordo?", allí entendimos que “el ruso”, era un ruso en serio y era alguien de la compañía naviera o del consulado que nos haría de intérprete y que obviamente no lo teníamos a bordo.

Estábamos consumiendo combustible en el medio del mar tratando de hacernos entender por el capitán “Molotov” (o como se llamara) para que virara el barco y así lograr que se moviera menos y poder embocar al doc en la cubierta y no en el agua.

A todo esto, el doc estaba enganchado al cable de la grúa parado frente a la puerta de carga ya abierta y de frente a la nada, Rubén me dijo por el intercom, -apurate porque el tordo en cualquier momento recula-,

-oki, dos minutos más y si no va, abortamos, le respondí.

En ese momento escuchamos por la radio y proveniente del barco un salvador -bon giorno!!-

-un tano a bordo, zafamos !!!

“bon giorno” le respondió Julio,

..dale!, decile que lo ponga con proa al 300!!! , así que trasmitió:

“per favore, la capucha dil vapore due nove nove, capishi??”

Capito!! , respondieron del barco e inmediatamente vimos una bocanada de humo negro salir de las chimeneas del barco señal de que comenzaban a virar.

obvio que le pregunté a Julio porque 299 y no 300 directo…

…y porque no sé cómo se dice “tres” en tano y por un grado más o menos no le vas a errar….no?

Cuando el barco completó su giro y se posicionó con proa aproximadamente a los 300 grados, se calmó mucho su movimiento y pudimos comenzar a bajar al doc, con la advertencia previa de que disponía solo de 10 minutos para diagnosticar y evaluar si había que evacuar al paciente o no, si demoraba más de ese tiempo lo tendríamos que dejar porque no nos alcanzaría el combustible para regresar.

Vi la cara del doc desde mi ventanilla cuando comenzó a bajar, estaba algo pálido y miraba para arriba pero ”sin mirar”, bueno, para abajo no era justamente un paisaje, ver un barco 30 metros abajo moviéndose entre olas de 6 metros asusta a cualquiera, en especial al que está colgando del “piolín”.

Julio, que no tiene visibilidad desde su lado en la cabina, me preguntó “cómo vas?”...y… bien, le respondí, un par de olas más e intento ponerlo.

El secreto es entrar en sincronía con las olas para elegir los segundos de “quietud” entre olas, posarlo y bajar un par de metros más para darle margen de cable para que se desenganche.

Se lo pusimos de una y desde arriba observamos que con diligencia y prontitud el doc se desenganchó del cable y salió corriendo hacia el puente de mando, señal de que no se había “dañado” nada en el aterrizaje, yo le dije a Rubén que subiera el cable y enganchara la camilla para ganar tiempo.

Dos minutos después el doc nos indicó por la radio portátil que le habíamos provisto, que había que evacuar al paciente, bajamos la camilla, y subimos al paciente, luego volvimos a bajar el cable para rescatar al doc, cuando este estuvo a bordo y la puerta de carga cerrada, saludamos por radio con un “molto gracie arrivederchi!!!”, dimos por finalizado nuestro glosario italiano, Dante Alighieri se dejó de mover en su tumba, levantamos el tren de aterrizaje y pusimos proa al continente, donde por efecto del viento llegamos 75 minutos después, tiempo en el cual el doc (aun temblando….de frío, por cierto) estuvo sentado en el piso junto a la camilla pendiente de la salud del paciente y nos contó también al pasar que, antes de esto lo más riesgoso que había hecho era andar en bicicleta sin manos… pero unos metros nomás.

Ya habíamos informado por radio del diagnóstico que nos pasó el doc (pre-infarto) y la ambulancia estaba esperando para llevar al enfermo y al doc al hospital.

 Ese mismo día volvimos a Trelew  a cargar más “juguito” y luego volar por la noche para cumplir el vuelo de rutina hasta la plataforma.

 Al día siguiente al regresar del vuelo de la mañana, se nos apareció el doc con factura calentita y la buena noticia de que el rescatado estaba bien y que ya no corría peligro, y de paso, pedirnos permiso para tomarse una foto con el helicóptero, obvio que le respondimos que el helicóptero estaba a su disposición “puesto que él ya era parte de nuestro equipo de rescate”(?), el doc que lucía sonriente, rozagante y como más alto e “inflado”, no estaba solo, lo acompañaba su esposa y sus tres hijos adolescentes que no conseguían cerrar la boca por el asombro y la infinita admiración, al tiempo que no dejaban de prestar la máxima atención a toda la “historia del rescate” contada in situ por el mismísimo y nuevo “superhéroe”.

Fin.

Esto es un cuento, por consiguiente los hechos, personajes y nombres son imaginarios, cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia.

El autor no asume como veraz cierta leyenda que circula referida a que Julio, el copiloto en este cuento, se retiró como Capitán de Boeing 747 de la Cía  KLM en Ámsterdam, Holanda a fines de 2011.

 

Comentarios

@ANSOGUAT

26/02/2013



Excelente Edgardo, cuento o realidad, me gustó mucho , esto demuestra que no hace falta caer en discriminaciones ni en actitudes de " YOISMO "  ( para llamar la atención de la gente ) para  contar un buen cuento ( repito sea o no realidad )

Ric  
@ALEJANDROVALL

26/02/2013



Coincido , EXCELENTE ALFREDO!!!!!! , Chau Ale dejate de joder con las motos y ponete a escribir!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!  
@MAIONLINE

26/02/2013



 me encantó!

gracias .

Amalia  
@ASERET

26/02/2013



buenìsimo!!!

Tere  
@SIL_VANA

26/02/2013



 Un buen cuento siempre hace bien al alma  !! Me permitiò vivenciar la entrega al otro màs alla de los riesgos que nos tocan vivir . gracias por compartirlo . Silvana   
@MARIO

26/02/2013



Muy Bueno Edgardo, la trama y tu forma de llevarlo!!! me gustó mucho. Gracias por compartirlo.  
@FLORALIS

27/02/2013



Buenísima, atrapante historia Alfredo, leerla fue como si estuviera viendo una película...mis felicitaciones a los protagonistas !


Y además, muchas gracias por contarla !   
@FARAMIR

27/02/2013



 



Edgardo:
Muy bueno el cuento. Debe ser emocionante manejar un helicoptero como ese y en esa geografía. Gracias por compartirlo.


 

   
@AGUSTIN

27/02/2013



¡EXCELENTE! Su lectura me atrapó desde el primer renglón.

Agustín:)  
@MIRY_SOL

28/02/2013



EDGARDO

MIS FELICITACIONES

MUY BUENO Y ATRAPANTE CUENTO

TENGO QUE VOLVER A LEERLO , PORQUE ME IMPACTO LA FORMA DE NARRAR

CREO QUE POR ERROR TE ENVIE UN MENSAJE EN TU PAGINA (HABRE TENIDO LA INTUICION QUE LO HACIA  A UN  REAL ESCRITOR)

SALUDOS

MIRY_SOL  
@SUSANAGRACIELAG

28/02/2013



Muy bien contado!!! Mantuviste mi atención en todo momento y salpicaste el relato con las dosis de humor justas.

EXCELENTE, te felicito!!!

Abrazo

Susana  
@HAYLIN

28/02/2013

Edgardo, me encantó!!!!! no dejes de escribir por favor, tu estilo de narrar, tu humor sutil como bién dijo Mabe, le hacen mucho bien a estos foros.

Un cariño.

Haylin.

 
@MARIO

28/02/2013



...siempre quedaremos a la espera...Gracias Edgardo.