EL ENCUENTRO ( cuento breve)
Escrito por
@LATINA
Siempre le había gustado el mar. Por eso cada vez que podía buscaba un pueblo con mar donde pasar sus vacaciones. Esta vez había elegido un pueblo pequeño, de calles anchas y abundante arboleda. Las playas y los acantilados alternaban con los médanos. El mar tenía buen oleaje, casi podría decir que demasiado para su gusto.
Esos días fueron especialmente ventosos. Permaneció frente al mar , vestida , sin poder disfrutar plenamente del agua y la arena.
Por ese motivo el cuarto día decidió no ir a la playa y hacer otras cosas. Tomó sol en el parque del complejo donde estaba ubicada la cabaña . Paseó por la ciudad , se entretuvo mirando las vidrieras con ofertas tentadores en los negocios de la peatonal y realizó un paseo por sitios turísticos cercanos.
A media tarde se sentó en el bar de un parador frente al mar. Desde allí tenía una vista panorámica, sobre un paisaje conmovedoramente bello.
Ni bien lo vió supo que era el hombre de su vida. Aquel que siempre había esperado.
Alto, robusto, cabello oscuro matizado con canas, ojos claros, sonrisa amplia. El se acercó a su mesa con paso seguro y aplomado. ¿Te conozco? – preguntó. Mi nombre es Andrea. Perdón, Juan Carlos, dijo él extendiendo la mano. Encantado. ¿Turista? ¿De vacaciones? preguntó. ¡Así es ¡ ¿Y vos? También .
¿Puedo? Dijo mientras se sentaba a la mesa. Pidieron sendos cafés y conversaron largamente. Iban saltando de un tema a otro sin prisa y sin pausa. Descubrieron que compartían algunas pasiones: la política, la literatura, el mar , el cine y sobre todo , la alegría de vivir.
Sus miradas se cruzaban una y otra vez. Al principio tímidamente, parecían rehuir el sentimiento que los embargaba. Promediando la tarde los ojos decían lo que los labios no pronunciaban.
Una y otra vez se rozaron sus manos, casi sin querer, en el ir y venir de los gestos. Las pieles parecían reconocerse.
Afuera , el mar golpeaba contra las piedras. Anochecía. Ya no quedaba nadie en la playa. Una especie de nostalgia se adueñó del momento. Se hizo un largo silencio.
Finalmente ella dijo que debía irse. Intercambiaron teléfonos, quedaron en llamarse y se despidieron con un fuerte abrazo. Mientras Andrea se alejaba con una lágrima corriendo por su mejilla, Juan Carlos la contemplaba con tristeza y conteniendo las ganas de llamarla.
Ella volvió a la cabaña donde la esperaba el Juan Carlos que ya había en su vida y él llamó por teléfono a Patricia , su mujer desde hacía treinta años.
MARÍA - la lejana -
Comentarios
14/02/2013
...muy lindo Marìa. Una pincelada de bella nostalgia. Gracias por compartirlo. Mario
14/02/2013
Cuanto de lo q los personajes llevan adentro se vuelca en la imagen q se forman en ese rato. Y quizás el saber q es sólo ese rato y no va a ir más allá también juega a lo idílico de la imagen.
muy bueno
Sergio
17/02/2013
BREVE COMO LO ES UN NOSTALGICO Y AÑORADO DESEO
CASI...UNA FANTASIA
SENSACIONES ANHELADAS , CONTENIDAS ,Y A PUNTO DE EXPLOTAR CON PASION Y DESEO
PERO...LA REALIDAD LLAMO A SU PUERTA Y AHI QUEDO
¡¡¡¡ MUY BUENO!!!!
24/02/2013
Muy lindo relato !! al leerlo pensé en una frase de"Alicia en el país de las maravillas"
Alicia: ¿Cuánto tiempo es para siempre?
Conejo blanco: A veces, solo un segundo
Gracias Latina
Dorys
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Que lindo cuando las risas y las sonrisas fluyen naturalmente..
LA VIDA ES UN OVILLO HAY QUE BUSCARLE LA VUELTA PORQUE CADA TANTO SE ENREDA
Frase de la sra Marta , una artista callejeraARG
Si me gustas me doy entero, no especulo. No busco amistad ni voy a ver que pasa.
¿CONOCERLO?
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