SOFIA Y SU MASCOTA


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Escrito por
@ASTIKA

17/12/2011#N39099

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SOFIA Y SU MASCOTA
 
 
Silbaba el viento, aires de Avellaneda, Sofía y su papá vivían frente a la estación de tren, en la calle Baradero.  Ambos disfrutaban los paseos por el parque Sarmiento. 
Un domingo soleado, caminaban y de pronto,   allí estaba callejero, sin nombre triste y con la pata rota. Se miraron y Sofi, leyó en esos pequeños ojos, “estoy solo” esa comunicación, sin palabras la movilizó.
Inmediatamente lo levantó, ... hay que curarlo.
Seremos sus enfermeros dijo el padre.
Lío en puerta y mamá? preguntó Sofía,... ya veremos.
Acá no entran perros dijo Marina enojada.
Tranquila le buscaremos un lugar, respondió su marido.
En la vieja y solitaria casa vecina en venta, maltratada por el tiempo, encontraron un húmedo cuartito, lo limpiaron y ubicaron una manta vieja, la mascota ya tenía su refugio. Con la pata curada, entablillada, leche y algunos huesos, ahí lo dejaron.
 Los chicos de la cuadra lo bautizaron PICHO. Pasaba el tiempo, caminaba muy despacio y jugaba con quien se acercaba.
La madre a escondidas lo visitaba todos los días, hasta que su corazón se ablandó, ...tráiganlo le haremos un lugar en casa. 
Corría por el jardín dando muestras de afecto y alegría, cuanta ternura, estaba feliz, tenía una familia. Siempre cerca, atento, protector, un compañero sin igual, éran su razón de existir.
Esa tarde de invierno, Marina y su tía, salieron de paseo, subieron al tren, sin observar que Picho trepó el escalón y paseaba de vagón en vagón buscándolas.
Ambas mujeres asombradas, sin saber que hacer al verlo, se acercaron a la puerta y lo arrojaron al terraplén, pobrecito rodó y rodó, las dos lloraban observando la escena, mientras el tren se alejaba.
Pasaron dos semanas en la casa todo era silencio y tristeza, nada se sabía de la mascota, la familia y los chicos del barrio, habían recorrido calles y mas calles, buscándolo sin resultado alguno.
Como todas las mañana, Sofía partía hacia el colegio.
En el garage, escuchó   que rascaban y rascaban la puerta, su corazón latió aceleradamente,   asustada abrió, y la gran sorpresa, quien estaba allí, mojado, embarrado, muy sucio pero moviendo la cola, feliz.  Si, era Picho, después de quince días estaba nuevamente en su hogar. 
Todo amor y fidelidad,  como si recordara, que lo habían rescatado y curado.  
Sus ojos solo transmitían agradecimiento y felicidad!!!
 
Cuantos recuerdos,  cuantos momentos lindos vividos,  cuanta alegría,  cuanto amé a Picho.
“ Este es mi homenaje”.
 
 
Silvia
 

 

Comentarios

@MARIO

17/12/2011



Que Bonita historia Silvia!!! No hay como el cariño de las mascotas. Me gustó mucho. Beso. Mario  
@MARIA_ROSAX

18/12/2011



Sil, me emocinaste muchisimo, gracias por esta historia real. Besos MR  
@BETITA

18/12/2011

Qué hermosa historia Sil !!  Muy tierna.

Besos, Be.