Una decisión complicada - 1a. parte


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Escrito por
@EMILEO

09/05/2011#N36163

0 Actividad semanal
712 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Capítulo 1 - Arak

 
 

            Que Juan Seltzer era un convencido ateo, estaba fuera de toda duda. Apasionado lector de Hegel, estudioso sistemático del marxismo, ávido lector de Henri Lefebvre y Gramsci, había pocas cosas mas alejadas de su mente y de sus conceptos teóricos que el hecho de pensar en una deidad superior que pudiera regir los destinos de la humanidad


            Esa tarde, puso a hacer unos huevos duros y, mientras, se arrellanó en su sillón favorito y se concentró en la lectura de las discusiones sobre epistemología entre Nahuel Moreno y Piaget.  Fue en ese momento que un resplandor repentino casi lo enceguece. Su mente lo pensó, en los primeros instantes, como parte de una variante de efectos físicos raros pero posibles. Un rayo, un arco voltaico por exceso de tensión o hasta la posibilidad de un choque masivo y espontáneo de protones por causas desconocidas.


            Y todo el esfuerzo de sus neuronas estaba tan enfocado a buscar esa respuesta racional que, seguramente, eso fue lo que lo hizo tardar casi un minuto en reaccionar y poder ver la figura que tenía delante y otro minuto en poder contestarle.


- “Te ruego que me escuches con tranquilidad, no te alarmes” insistió por tercera vez la etérea figura que flotaba en una nube de pequeñas esferas de color azul. Saliendo a tropezones de su asombro, Juan aún continuaba buscando explicaciones racionales a lo que estaba viendo.


- “Por favor, mantén la calma y no temas”, volvió a hablarle la figura.


            Fuera un genio que brotaba de una botella inexistente, un fantasma que surgía de la nada o cualquier otra cosa impensable, Juan se vio obligado a admitir que tenía ante sí un ser que se asemejaba mucho a las apariciones de los cuentos fantásticos o a las revelaciones místicas de apariciones divinas. Y eso no era algo que su lógica pudiera explicar. Azorado, preguntó balbuceante:

- “¿Quién es usted?”.

- “Para decirlo en términos del lenguaje de tu planeta, vendría a ser Dios. Mi nombre es Arak”.

- “U… u… u… u… usted ¿es Dios?”

- “No, no. Solo lo dije para que me ubicaras como algo por fuera de tu mundo y de tu capacidad de comprensión. Soy parte de la raza de trogls. Tenemos a nuestro cargo el cuadrante alfa del sector 47. Dentro de él está tu sistema solar y tu planeta. Hace años que seguimos con inquietud la evolución de tu especie y estamos preocupados por su violencia y el progresivo aumento de la irracionalidad de su proceso.

          Vemos con preocupación que están poniendo en peligro la estabilidad del planeta y, si bien nointerferimos con las especies, sí nos preocupa cuidar los planetas. Especies nuevas siempre surgen, pero los planetas no. Me encargaron ver la posibilidad de modificar alguna variante y para ello aprendí tu idioma ya que te habíamos elegido para que nos ayudes a entender que es lo que se puede cambiar”

 - “¿A mí??? ¿Y por que a mí?”

 - “Porque necesitamos alguien confiable que no use este poder en su beneficio y creemos que vos no lo vas a hacer. Porque, como ves, acertamos en la presunción que tu concepción mental nos permitiría entablar rápidamente un diálogo y poder entendernos. Porque no crees en Dios y ningún aspecto místico va a enturbiar tu decisión que es puramente práctica y porque, bueno, a alguien había que elegir”

 - “Pero, usted se presentó como Dios. Dios, ¿no existe?”

 - “Quien sabe, nosotros creemos que no. Pero es imposible afirmarlo. Hay razas como los botnics que opinan que todos estamos regidos por un ser superior y todos nuestros actos, incluso el desarrollar teorías y comprobaciones de su no existencia, son inducidas por él”

 - “Y ustedes los trogls, ¿no actúan como Dios? Digo, nos observan desde el espacio, nos monitorean, tienen, evidentemente, poderes muy importantes. ¿No habrán sido ustedes los que hicieron los milagros y los hechos de los cuales las personas de mi planeta dedujeron que había un Dios?”

 - “No, para nada. Además, ¿de que Dios hablas?, de Jehová, de Alá, de Buda, de Neptuno, de Odín, de la Pacha Mama? Ustedes fabrican tantos dioses. No, esas son creaciones y concepciones que les pertenecen por completo. Nosotros jamás vinimos o intervenimos en vuestro planeta hasta ahora, solo para supervisarlos. Enviamos regularmente naves con robots que ustedes llamas ovnis. Pero nunca interferimos en su evolución.

               Cada mundo evoluciona de acuerdo a las especies que lo habitan. No nos consideramos quienes para determinar alguna forma, alguna norma o algún parámetro para cada evolución. En su mundo vimos nacer y morir a los dinosaurios, surgir los mamíferos y ahora vemos a los hombres dominar y organizarlo sin opinar ni cambiar nada. Hace 600 millones de años que observamos a vuestro planeta y es la primera vez que decidimos bajar para estudiar si existe alguna modificación a hacer.

            Desde que yo me dedico a la observación de mundos (y yo llevo en esto mas de lo que para ustedes serían miles de años) o de lo que surge de los registros de monitoreos, sólo se sabe de una docena de casos donde se intervino.  Es mas, en casi todos se actúa tratando de inferir en lo mínimo necesario. Quizá algún pequeño detalle, solamente un aspecto.

          Conozco un solo caso donde fue imposible cambiar la ruta de evolución hacia la destrucción en un planeta. Y allí no hubo mas remedio que extinguir la especie y esperar una nueva evolución. Pensá que en miles de millones de años, en los millones de mundos que monitoreamos, sólo hicimos esto no más de doce veces. Yo y mi generación no tenemos experiencia alguna que no surja de los registros.”

 - “Pero usted habla de millones de planetas. ¿Hay vida como la nuestra en otros planetas?”

 

Comentarios

Aún no hay comentarios. Iniciá una conversación acerca de este tema.