Mentime que me gusta: el 70% de los que buscan pareja en Int

Georgina Elustondo
gelustondo@clarin.com


No parecen lo que son. Esconden sus más odiados defectos y potencian lo que creen sus mejores dones. Se identifican más jóvenes, más bellos, y muchas veces más "solos" de lo que en realidad están en términos de pareja. Se inventan un nombre, un cuerpo, una edad, un perfil diseñado a imagen y semejanza de sus deseos o fantasías. Suelen animarse, en su vida real, a mucho menos de lo que "promocionan" y pasarla un tanto peor de lo que confiesan. En definitiva, mienten. Lo asegura un estudio realizado en España, uno de los países con mayor porcentaje de personas que buscan "contactos amorosos" en la web: más de siete de cada diez no dicen la verdad al momento de iniciar un vínculo online.

La confirmación de una sospe cha que atormenta -o excita o divierte, según el caso- a la mayoría de quienes se entregan a estos "juegos" o búsquedas echa sombras sobre el medio más utilizado hoy para buscar una nueva relación. "El riesgo de desembocar en un desengaño por juego sucio es alto", reza el estudio realizado por el portal El Planazo, que recogió el testimonio de casi 8.000 personas. "Al momento de definir su perfil en los sitios de contactos, el 70% de los usuarios falta a la verdad", revela. Las mujeres no sólo mienten más que los varones (77%) sino que confiesan tener poco éxito: apenas el 2% admite haber encontrado lo que buscaba.

En la Argentina no hay estudios sobre el tema, pero la sensación térmica de los usuarios y de quienes ofrecen este tipo de servicios coincide a rajatabla. "Es exactamente de lo que se quejan nuestros clientes, que llegan acá como último recurso, en general tras repetidas frustraciones en búsquedas en la web. Lo que me cuentan es que quienes buscan contactos online quieren anonimato y cero compromiso. Pocos llegan al encuentro y casi nadie termina armando una pareja", asegura Margarita Baumann, al frente de For-Ever, una de las "consultoras de vínculos" más antiguas del mercado.

Una opinión similar compartió Mónica Píccoli, fundadora de otra conocida agencia de contactos. "Recibimos mucha gente que ha tenido experiencias muy feas, que ha sido lastimada y engañada. Quienes optan por los encuentros online en general inventan mucho, fantasean para seducir a ese otro que desconocen. Es riesgoso si uno pone expectativas de algo serio", dice.

El hecho es que a pesar de que en los perfiles se miente, y -al parecer- mucho, los cyberlevantes están a la orden del día y los portales de contactos por Internet viven un "boom", en detrimento de las agencias tradicionales. Hay para todos los gustos: desde aquellos que presentan "gente de bien" detrás de un amor eterno hasta otros que proponen un rato de sexo virtual. ¿Será el auge del "mentime que me gusta"?

"Quien miente 'se miente'. Miente para esconder los rasgos que considera poco valiosos y destaca los que siente que no posee y desea tener. En consecuencia, el mentir respecto de la personalidad es la expresión de un deseo muy íntimo que la persona siente imposible satisfacer. Al crear la 'ilusión en el otro' sostiene la esperanza de que el reconocimiento le vendrá desde quien se ilusionó con su fantasía. Es, entonces, la expresión del sentimiento de baja autoestima", dice el psicoanalista Enrique Novelli.

Adriana Arias, psicóloga y sexóloga especialista en erótica, coincide que la opción Internet está creciendo como modo de desplegar lo erótico en el sujeto. "Las razones son varias: la principal es que permite el despliegue del juego de la imaginación, territorio y lenguaje fundamental de lo erótico, y no demasiado permitido en el encuentro sexual de las parejas -explica-. De hecho, la imaginación se despliega más en lo autoerótico que en lo erótico compartido, dado que genera cierto nivel de culpa (por ocupar nuestro pensamiento fuera de la escena vincular), vergüenza (por su contenido) y miedos (tememos, erróneamente, que nuestra fantasía pueda ser un deseo que amenaza con ser real)".

En este sentido, sostiene, el anonimato que ofrece la web afloja resistencias y habilita permisos. "Parte de esto influye en la tendencia a mentir. Profundiza la seguridad interna de anonimato y permite desearnos imaginariamente de múltiples formas que puedan expandir nuestra propia aprobación". En las consultas de pareja, encuentra una situación que se repite: "Cuando pido sesiones individuales, veo cada vez más experiencias de este tipo. El varón busca mayormente lo sexual propiamente dicho, mientras que la mujer ilusiona hacia lo amoroso".

Verdades, mentiras, encuentros, dolor, felicidad... la vida, que hoy también se vive online.

 

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