La libertad plena es un estado de alma que sólo consiguen los dioses, los santos y los muertos.
ANTERIORES
La libertad es el oxígeno de la sobrevivencia.
No podemos ser testigos fieles sino de nuestros propios testimonios.
Sólo la voluntad puede enfrentarse exitosamente a la suerte.
A fuerza de evitar el sufrimiento, terminamos por volvernos estoicos.
El odio es un miedo disfrazado.
Es el temor a equivocarnos lo que más nos hace equivocar.
Como nunca somos definitivamente, siempre estamos en función de acercarnos a ser.
Con frecuencia cuando decimos que nos estamos dando por entero, apenas estamos dando la parte de posesión que los otros tienen sobre nosotros.
Elegir no elegir es también elegir.
El talento puede disimularse, la estupidez, no.