MULTAS POR FUMAR

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@OLIVOSCITY

21/04/2006

Chiyoda, el barrio de Tokio que multa a los peatones por fumar en la calle En Japón ya existe un
por ciento de los barrios que prohíbe fumar en las calles. Las multas rozan los 20 dólares y los vecinos festejan porque hay un 99 por ciento menos de colillas en las calles. Todos los días, una veintena de voluntarios patrullan las calles del barrio de Chiyoda en el centro de Tokio. Persiguen a los fumadores, en virtud de la prohibición municipal sin precedentes que entró en vigor en octubre de 2002 y que prohíbe prender un cigarrillo en las calles de uno de los barrios financieros más grandes de la capital. En el 40 por ciento de la superficie del barrio hay carteles y señales en el piso que indican que uno está en una zona para no fumadores. Fumar allí puede acarrear una multa de 2.000 yenes (16 euros). De los sesenta barrios o municipalidades (aproximadamente el
por ciento de la población japonesa) que tomaron medidas antitabaco, Chiyoda es el más estricto. El barrio que alberga al Parlamento, a ministerios, al palacio imperial y a miles de oficinas de empresas es frecuentado, durante el día, por un millón de empleados, pero sólo cuenta con 40.000 habitantes por la noche. Ellos son los más satisfechos con esta medida que redujo el 99 por ciento la cantidad de colillas tiradas por las calles a pesar de los ceniceros que abundan. La iniciativa de Chiyoda incitó a otras veinticuatro municipalidades a tomar medidas similares aunque, en muchos casos, no tan estrictas. Las colillas también disminuyeron en las calles de otros barrios de la capital que no tomaron medidas tan draconianas, pero que lanzaron campañas de “buenas costumbres” dirigidas a los fumadores. La ciudad de Shizouka (al sudeste de Tokio) decidió unirse a la movida de las otras municipalidades y multar a los transeúntes fumadores a raíz de una petición a favor de un chico asmático de 12 años. Estas iniciativas locales se inscriben en el marco de una política gubernamental que apunta a reducir la cantidad de fumadores. Japón tiene la tasa de tabaquismo más alta de los países industrializados: en 2005, 30 millones de japoneses (de un total de 128 millones de habitantes), o sea el 29,2% de la población, consumían tabaco (contra el 49,4% en 1966). Los hombres son los que más fuman (45,8%) en comparación con el 13% en el caso de las mujeres. Cada año, el porcentaje de fumadores disminuye ligeramente mientras que el de fumadoras tiende a aumentar. El precio de un paquete de cigarrillos sigue siendo relativamente bajo en el archipiélago –aproximadamente una tercera parte de lo que cuesta en Europa o Estados Unidos-. Mientras que en Gran Bretaña o en Francia los impuestos representan hasta el 80% del precio de un paquete, en Japón sólo ascienden al 60%. Para poder limitar el acceso de los menores al tabaco, los 600.000 distribuidores de paquetes de cigarrillos que operan actualmente las 24 horas del día serán reemplazados de aquí a 2008 por máquinas a las que sólo se podrá acceder mediante una tarjeta magnética que indique la edad del comprador. Y, para obtener esta tarjeta, habrá que acreditar más de 20 años. Consciente de una progresiva disminución de la atracción que ejerce el cigarrillo entre los japoneses, Japan Tabacco (67% del mercado nacional), que tuvo que cerrar 8 de sus 18 fábricas en marzo de 2005 obligando a 6.000 de sus empleados a tomar una jubilación anticipada, se esfuerza por promover la convivencia entre fumadores y no fumadores. La tabacalera ayuda a las municipalidades a instalar fumadores públicos provistos de poderosos sistemas de aspiración del humo, a organizar campañas de limpieza de las calles y a incitar a los fumadores a comportarse de manera “civil”. En el verano de 2005, durante el lanzamiento de un nuevo cigarrillo de olor reducido, Japan Tabacco ya no ofreció lingotes de oro por un valor de 60.000 euros y televisores de pantalla plana a los fumadores que se asumían como tales. Para participar de este sorteo, bastaba con enviar una carta postal con la simple mención “Soy fumador”. © Le Monde Traducci ón de Claudia Martínez.  
@SOYSTATIRA

21/04/2006

JAPON: DEJATE DE JODEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEER!!!!!!!EN LA CALLE AL VIENTO Y AL AIRE LIBRE Y EN MI CASA, DEPTO, ENTRE 4 PAREDES, UNO NO DEBE RENDIR CUENTAS A NADIE SI FUMA O NO FUMA. POR LO DEMAS, ME PARECE BIEN LAS LIMITACIONES EN LUGARES PUBLICOS, CERRADOS O EL QUE SEA, YA QUE LOS FUMADORES NOS RESERVAMOS EL DERECHO DE QUEDARNOS O IRNOS. HE DICHO  
@OJOSVERDES

21/04/2006

asi es, cada uno es libre de fumar en su casa o no, y en la calle tambien