Por qué nos atraen personas que nos caen mal? 🫦

"Los que se pelean se desean" o por qué nos sentimos atraídos por personas que nos caen mal
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¡Hola! En la Newsletter de hoy exploraremos un curioso fenómeno por el cual solemos sentir atracción sexual hacia personas que nos caen mal. Del mismo modo, entenderemos qué relación tiene esto con la visión del amor y el sexo que nos llega desde el cine y la cultura popular y, como siempre, presentaremos el nuevo episodio de nuestro podcast y haremos un repaso de la actualidad en el mundo de
Hay una frase popular sobre las relaciones de pareja que dice que los que se pelean se desean. Si bien esta no es muy correcta y da pie a un concepto del amor bastante tóxico, cuando hablamos del deseo en el terreno estrictamente sexual hay una parte de verdad en este enunciado.

Aunque las cosas están cambiando, hablar abiertamente sobre la sexualidad sigue siendo una tarea espinosa. El juicio y la vergüenza siguen estando bastante presentes, de manera que muchas veces cuesta conocer realmente cómo funcionamos las personas en el plano de las relaciones íntimas. Es indiscutible que alrededor de esta cuestión aún orbitan numerosos prejuicios que limitan nuestra perspectiva.

Más allá de lo considerado políticamente correcto, el sexólogo e investigador Justin J. Lehmiller decidió cuestionarse en qué tipo de persona solía pensar la gente a la hora de excitarse sexualmente. Aunque la respuesta más esperable iría a señalar a la pareja o en el peor de los casos a un ex, Lehmiller pudo comprobar mediante una encuesta a 4157 sujetos adultos estadounidenses que esto no es así. De hecho, una gran parte de los encuestados reconoció que la persona que más despertaba la respuesta de excitación era una que a priori provocaba desagrado o caía mal.

Seguramente esto te sorprenda y te cuestiones cómo es posible que una persona que nos resulta detestable pueda ser al mismo tiempo objeto de deseo. Incluso, puede que para ti carezca de sentido que esto pueda suceder. Por eso, hoy vamos a comentar algunas posibles explicaciones a este curioso fenómeno.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que una persona puede caernos no demasiado bien y, sin embargo, resultarnos físicamente atractiva. Incluso, puede que la visión global que tenemos de ella no nos convenza pero sí existan atributos concretos que nos atraen. Recordemos que las relaciones sexuales no requieren siempre un vínculo sentimental profundo, por lo que es posible desear a alguien de una forma más física o superficial y no tan emocional.

En segundo lugar, las emociones que entran en juego en una relación sexual no tienen por qué ser siempre positivas. Es posible que el odio o el enfado hacia alguien sean tan intensos que logran activar una tensión en nosotros que conduce extrañamente al deseo. Confrontar a otro o discutir con él es, al fin y al cabo, una forma de abrirse más, conocerse y aproximarse…y esto puede favorecer la aparición de atracción aunque no haya simpatía mutua.

El extremo de este fenómeno lo encontramos en el llamado hate sex, por el cual la persona experimenta de manera recurrente esa tendencia a verse atraída sexualmente por personas que le generan emociones negativas. Para entender esta manera de vivir la sexualidad debemos tener en consideración que la energía erótica y el odio pueden ser dos caras de una misma moneda. Así, pasar de una a otra no es tan descabellado como puede parecer.

A pesar de todo lo dicho, debemos tener claro que no es lo mismo hablar de encuentros sexuales y deseo que de una relación de pareja estable. En este último caso, la regla de que los polos opuestos se atraen no es una fórmula muy interesante, aunque la cultura popular se haya empeñado en decirnos lo contrario.

A corto plazo es cierto que nos podemos sentir atraídos por personas muy diferentes a nosotros en su manera de ser, ya sea porque las admiramos, nos despiertan interés o nos generan curiosidad. Sin embargo, a largo plazo estas diferencias deben ser bien gestionadas si se busca construir algo más profundo y duradero. Si ambas personas están dispuestas a aprender mutuamente, respetarse y abrazar las diferencias, no tiene por qué suponer un problema. Sin embargo, muchas veces las parejas formadas por individuos de temperamento contrario terminan en ruptura porque esas diferencias en la forma de ser también se acompañan de discrepancias en valores, proyectos y estilos de vida.






El retrato del sexo y del amor que vemos en el cine 🎬
Es indiscutible que el cine y la cultura son importantes escaparates donde se refleja, aunque de una forma aderezada, cuestiones que afectan a las personas. El amor y el sexo son temáticas más que utilizadas en la música, las películas o la literatura, aunque a veces la forma en la que se tratan pueda no ser la mejor.

Respecto al tema que nos ocupa, es común ver tramas en las que dos personajes comienzan detestándose hasta que finalmente se acercan e incluso se enamoran. Este tipo de historias son peligrosas, ya que tratan el amor y el deseo como dos entidades inseparables, además de conceptualizar el amor romántico desde una mirada tóxica.

Aunque acorde a todo lo que hemos visto está claro que el sexo puede suceder entre personas que no se tienen simpatía, eso no significa que siempre ocurra en circunstancias ideales y sanas. Conocer exactamente qué buscamos, saber poner límites y diferenciar cuándo estamos en el marco de un vínculo estable y cuándo no es fundamental para evitar sufrir en nuestra vida sentimental.

 

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