Grace de Mónaco: El estilo de un mito

Grace Kelly siempre tuvo aspecto de princesa. Siempre. Incluso cuando era solo una joven modelo que aceptaba pequeños papeles enspots de televisión para intentar iniciar su carrera como actriz.. Y también lo fue después, cuando se midió con actores de la talla de James Stewart, Cary Grant o Clark Gable; su porte aristocrático parecía un augurio de lo que estaba por venir. 

Curiosamente fue en el Festival de Cannes de 1955 donde conoció al amor de su vida, el príncipe Rainiero de Mónaco -tras varios romances con compañeros de reparto como Clark Gable, William Holden, Bing Crosby o Spencer Tracy entre otros-, el mismo lugar donde hace tan sólo una semana se presentabasu biopic, con Nicole Kidman metida en su piel. Así se cierra el círculo, invitándonos a recordar al mito, a homenajear a la mujer y a rendir tributo a su estilo eterno. 

Su piel nívea, su cintura de avispa, su porte regio y su elegancia natural, hacían de Grace Kelly, la actriz de Hollywood, una candidata perfecta que no desentonaría entre los miembros de la familia real de más rancio abolengo. 
Clase. Algo que le sobraba, y que no se aprende en ninguna escuela.