AMIGO

Compartir una palabra,

esbozar un solo gesto

y aún estando ausente

imponer la presencia.

 

Escuchar en silencio

mis silencios

o mirar con tus ojos mis tristezas.

 

 Ser partícipe y compinche

en la angustia

de esa búsqueda implacable

que es la vida.

 

O repartir,

de la misma forma

la intensa alegría

en cada encuentro.

 

Confortar,

con la frase mas sencilla,

o el abrazo callado.

 

Retener

la presencia no presente,

o ayudar

al entierro del pasado.

 

La lista es infinita.

 

Es imposible

detallar requisitos

a un amigo.

 

Se construye de a poco,

sin apuros

la amistad.

 

Es como un viejo árbol,

que cada día

suelta un nuevo retoño,

se robustece con una nueva piel.

Un árbol que,

si no se riega,

se va secando

hasta morir.

 

Porque,

en esta vida no hay nada eterno.

 

Todo,

hasta el amor y la amistad,

se juega a cara o cruz

en cada hecho.

Es un contrato

que se vuelve a firmar

a cada rato.

 

Y vos

hace cuarenta años largos

que seguís siendo aquel

a quien sin duda,

elijo como hermano.

 

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