LA PALOMA Y EL PENAL

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Escrito por
@SECESAR

13/05/2012#N40662

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ESTE CUENTO YA LO HABIA SUBIDO ACA HACE MAS DE UN AÑO Y ESTA DEDICADO HOY A LAS MADRES URUGUAYAS EN SU DIA

La paloma comenzó su vuelo diario en busca de alimentos para ella y para su cría. Era una tarde de sol, hermosa, el clima estaba templado e invitaba a esos vuelos mágicos que solo ellas pueden realizar. Fue hacia la típica plaza y vio como miles de palomas se peleaban por un pedacito de pan, se dijo a si misma que no tenía ganas de eso y siguió volando, se dejó llevar muchas veces por el viento y se divertía jugando con el aire. De pronto sintió un ruido de voces, gritos ensordecedores, tuvo mucha curiosidad y se acercó, abrió los ojos incrédula, nunca en su vida había visto tanta gente junta, ni siquiera en las pocas de manifestaciones que había en la plaza por ese entonces. Tuvo una especie de mareo por el humo de bengalas que salían de las manos de esos hombres que no paraban de gritar. La curiosidad fue mayor y continuó acercándose, abrió los ojos incrédula, era majestuoso todo lo que veía. Miles y miles de personas gritando casi al mismo tiempo y un verde pasto en el centro con diez hombres que pateaban una pelota para un lado y otros diez para el otro. También se dio cuenta que había cinco que se vestían distinto dos de ellos usaban las manos para agarrar la pelota y los otros tres detenían el juego dando órdenes. Ella se cansó un poco de volar y sintió hambre, el olor atractivo provenía de unos puestos que le daban a la gente chorizos metidos en panes a cambio de dinero. Se dirigió rápidamente a esos lugares para tratar de comer algo, había mucha gente y allí se dio cuenta que nadie gritaba en esos instantes. Todos se desesperaban para conseguir su comida por lo que ella no podía rasguñar ningún pedacito de pan. Uno a uno iba recorriendo esos puestos y nada, de repente sintió de nuevo los gritos y vio que la gente salía disparada hacia sus asientos, algunos se quedaban parados porque solo había escalones y ella pensó que aunque el día estaba lindo no se sentaban porque el cemento era frio. Así levantando un poco de vuelo llegó cansada a la segunda bandeja de ese estadio. Vio como un padre le daba a su hijo pequeño de comer y se quedó mirando ese panorama recordando que tenía que llevarle la comida a su cría. El hombre también la vio y sintió tal vez pena por esa paloma que parecía cansada. Entonces comenzó a tirarle los restos del pan que él tenía. Todos fueron devorados por la paloma con mucha avidez mientras escuchaba que el hombre gritaba cada vez más por las cosas que veía dentro de ese cerco de alambre en el cual, ella se había enterado por una palabra que dijo otra persona, esos hombres jugaban al futbol. La paloma había escuchado ya esa palabra y si bien nunca hasta ese momento supo lo que era un partido, tenía admiración por el fanatismo y el amor con que la gente se refería a ese deporte. En un momento dado escuchó que ya se terminaba todo y se preparó para buscar un pedazo grande de pan para llevar a su hogar, sentía que ya había calmado su hambre y que tendría fuerzas como para volar rápidamente y llevar esa comida. Justo vio que el hombre dejaba un pedazo grande en un escalón y se acercó inmediatamente, allí estaba solo a un paso de su objetivo cuando escuchó :Noooooooooo, Penal noooooooo, miró a la cara del hombre no entendiendo su dolor, este de la angustia y desesperación que tenía agarró el pedazo de pan y lo tiró con vehemencia a la cancha. La paloma no lo podía creer, ya estaba todo listo para irse y se quedaba sin el alimento de su cría. Miro bien adonde había ido a parar ese trozo de pan y se mandó en picada para levantarlo, tan solo le faltaba un metro para poder agarrarlo con su pico cuando sintió un impacto en sus alas que la tiró dos metros para atrás. Sintió que todo había terminado para ella, no sabía lo que había pasado y allí estaba, tirada, sin poder casi moverse. Se produjo un silencio casi total en el estadio, y el arquero que estaba defendiendo su arco se aproximó a ella, la paloma sintió mucho miedo y pensó en el final, pero él con mucho cuidado la levantó, le dio un beso y le dijo:”gracias palomita, nos salvaste de perder el partido”, la depositó fuera de la cancha y ella escuchó el silbato del referí anunciando que había terminado el encuentro. Todos los jugadores vinieron corriendo a agradecer a esa paloma, todos claro del equipo que si no fuera por ella estaría un gol abajo, porque el penal había sido tirado con precisión engañando al arquero que fue para el otro lado, pero cuando iba a entrar en el arco pegó en la paloma y se desvió para afuera de la cancha. Los rivales querían matarla y le pedían al referí que haga patear de nuevo el penal. El reglamento no lo permite y el juez terminó el partido como correspondía, rápidamente buscaron un cajoncito y agradecidos los jugadores la llevaron al vestuario, incluso el médico del equipo la revisó y constató que solo era un golpe. Ella estaba aun mareada pero sacó fuerzas de su alma y cuando uno de los jugadores la impulsó a volar, aleteo más fuerte que nunca y se elevó por el aire. Se estaba alejando y recordó a aquel pedazo de pan que debía llevar a su cría y volvió por él. Insólitamente allí estaba, como esperando por esa paloma. Volvió a ensayar la caída en picada que tan bien realizaba y pudo esta vez tomar el trozo de pan. Levantó vuelo entonces para pronto llegar a ese árbol en donde todos esperaban algo para comer ansiosamente. Ese 23 de mayo fue bautizado como el día de la paloma en el ambiente del futbol y por siempre en ese estadio en particular será recordado. Tal vez todos pensaron que Dios la había mandado, lo cierto es que sólo ella sabe que por llevarle comida a sus pichones era capaz de cualquier cosa, incluso de atajar un penal.

Un beso de vida

PD: Dedicado a mis dos hijos que amo con locura