Casorio con mi hija y otra manera de disfrutar


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Escrito por
@MARCE50

26/11/2010#N34155

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Hace unos días concurri a un casamiento con mi hija de 16 años. Como la relación familiar era lejana no fué mi ex mujer, ni mi hijo.

Cuando la pasé a buscar tube la primer sorpresa de la noche. Estoy acostumbrada a verla de jean y zapatillas pero con un vestidito escotado, zapatos altos y pintada la imagen de mi nena se fué diluyendo. El perfume era fresco pero intenso y urgentemente cambió la radio para hacerme escuchar su musica.

Cuando llegamos había una barra de tragos en la recepción, yo me pedí un champú y ella un Septimo Regimiento. Segúnda sorpresa. "Mirá que tiene alcohol, le advertí, ya se papá me dijo, te crees que es la primera vez que lo tomo?

Llegaron los novios y empezaron a bailar el Vals.

Quien me conoce sabe que no me gusta, no quiero y me incomoda bailar. Mi hija me dijo: "Vamos juntos, saca a la novia y yo al novio". Fuí con la idea de quedar bien con ella. Después de dar dos pasos con la novia intercambié pareja con mi hija. Yo parecía Robotino pero como ella estudia baile todo parecia mas o menos armonioso.

De repente apareció un flaquito con la corbata a media hasta y los zapatos del padre que quería bailar con Brenda.

Pensé un instante en porque no se va a bailar con alguna tia gorda y vieja que andaba por ahí, pero cuando me quise acordar el que estaba bailando con esa tía era yo.

Nos sentamos a comer y el moso al traer el conocido lomo a la pimienta le preguntó a mi hija si quería milanesa con fritas. Una mirada que funde el acero partió de mi nena y el moso siguió sirviendole el lomo sin hacer otro comentario.

Bailé de todo y aunque el baile no es mi fuerte me parece que mi felicidad hizo que pudiera seguir los compases.

Finalmente, nos sentamos a descansar.

En ese momento volvió a aparecer el satrapa, ya sin corbata, y con zapatillas, que se notaban que eran de él.

Se la llevó a bailar y luego a la mesa de los postres.

Me di cuenta que hasta ese instante no me habia fijado en la otra gente que estaba en la fiesta, que solo había tenido ojos para mi hija, y me sentí un poco desubicado.

Cuando volvimos, se sacó los zapatos y se quedó dormida en el auto. Recordé otras fiestas, cuando era mas chica y entraba acostada en el asiento trasero.

La carita era la misma, con un poco de pintura, pero con la misma expresión de paz..

Cuando la dejé, me dijo, hasta mañana papá, me dió un beso y esperé que habra la puerta y me salude con la mano.

Encaré para mi casa y una lagrima agridulse se me escapó. Con triztesa me despedí de mi nena y con alegría entendí que tengo una hija mujer.

 

 

Comentarios

@ADHI

27/11/2010

Marce, gracias por compartir un  momento tan íntimo y abrir tu corazón a las emociones. Siempre nuestros hijos serán pequeños, bebes en algunos casos pero cuando nos damos cuenta vemos que  crecieron de golpe sin pedirnos permiso.  Es esa sensación como dice Lili ambivalente de sentirlo con el corazón que todavía hay que cambiarles los pañales pero verlos con los ojos que ya son grandes.  Hermoso tu relato

Besos

Adhi 

 
@ANYBLUE

29/11/2010



¡que lindo lo que nos contaste! gracias por compartir ese momento

Ani  
@MARCE50

29/11/2010



Bueno, medio lacrimogeno para mi gusto, pero salió así. Siempre escribo lo que siento, para mal o para bién.

Gracias por leerme, estamos en un momento de la pagina donde hay mas gente que juega a las tarjetitas que la que lee para tratar de conocer al otro. Espero que cambie puesto que estamos en la Tinelización de la pagina.