A N A B E L.-

Anabel trabaja en el micro centro, vive en el barrio de Almagro. Su edad es un secreto, pero anda por los cuarenta y algo. Su hermano mayor tiene cincuenta y ella es un poco menor. Lee con fruición las novelas de Isabel Allende, y otras escritoras latinoamericanas.
Sueña con encontrar el amor pero no hace absolutamente nada para encontrarlo. Es más si alguien del sexo opuesto se acerca le ladra mas que hablarle. Va todos los días salvo los domingos al gimnasio de su barrio. Hace además natación y corre tres veces por semana. Además de participar en cuanta carrera se le pone delante.
Lleva una vida ordenada y es muy bella. Ejecutiva de cuentas de una Multinacional.
El es un hombre súper ordenado, si le habla a las piedras ellas le contestan pues tiene un don de gente inigualable. De cincuenta apenas pero muy bien llevados. Ejecutivo divorciado, con hijos grandes o sea jóvenes. Corredor nato, tras el divorcio comenzó poco a poco a restaurarse a si mismo. Tuvo una novia que le pego el habito de correr y a poco de andar se fue la novia pero la afición por las pistas le quedo.
De una posición económica sólida y un humor a prueba de bala.
Se conocieron por una amiga de ella, que intentaba llevarse al caballero en cuestión entre las sabanas y se quedo en el tramite pues el nunca le dio cabida.
Ella al conocerlo no le dio ni la hora, le pareció un baboso aunque el jamás le dio motivos para pensar eso: Pues el es y era un Señor.
Pero bueno a la exigente Anabel nadie le puede venir bien, a EL ella le pareció una histérica que estaba buena pero no le dio mucho corte.
Pero tanto corre y corre. Y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe.
Fue en Rió de Janeiro En unas vacaciones. En que se encontraron de casualidad para los carnavales. Aun el niega que halla ido apropósito.
La cuestión que una noche terminaron durmiendo juntos.
Ya llevan varios meses y la relación va viento en popa.
Otra Historia más de amor en la city Porteña.
Aun las iniciadas al ritmo carioca.

 

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