El chico de mis sueños


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Escrito por
@CLARISSEZ

13/05/2007#N15483

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Soy reacia a creer en el destino, siempre trato de pensar en que las cosas a veces son solo coincidencias, ya que a veces suelo equivocarme e ilusionarme de más...
Una vez en uno de mis cursos, conocí a un chico el cual llamó mi atención de una manera increíble, y no era para menos pues para mí simplemente era lo más hermoso que había visto jamás, no era muy alto ni muy fornido pero su rostro era perfecto, ni mi imaginación podría haber logrado algo superior al imaginar al “niño de mis sueños”, podía perderme por horas mirándolo y la clase solo duraba algo así como una hora y media... siempre salía apurado y no conversaba con nadie, yo cada día lo veía cruzar la puerta y esperaba verlo a la clase siguiente... así pasaron los días hasta que el curso llegó a su fin y lo vi nuevamente cruzar el umbral pensando en aquel sería el último instante en que lo vería...
Pasó algo más de un mes y entre a la facultad... primero hubo algo así como un recibimiento en donde todos los novatos de la Universidad eran recibidos por ésta... yo había ido con algunos amigos y en eso estábamos cuando de pronto no pude creerlo... algo más allá en una especie de cafetería, estaba él... el niño que me había encantado y el cual pensé que nunca vería... estuve obsesionada todo ese día buscándolo con la mirada, tratando de evitar que se me perdiera y de que mis amigos se dieran cuenta de lo que estaba pasando... intenté reunir el valor para hablarle... pero no pude así que lo dejé ir por segunda vez sin que él se enterara de mi existencia...
Pasaron un par de días y comenzaron las clases no sin antes que nos reuniésemos todos los de mi facultad para conocernos y según yo mi buena suerte no dejaba de sorprenderse... él sería mi compañero... estaba ahí entre los demás desconocidos y se sentó a un poco más de un metro de mi... con alguna frecuencia comenzamos a cruzar las miradas como en una especie de reconocimiento, me pregunté ¿Acaso es que se acuerda de mi?... hubieron algunas actividades y nos dimos un par de vueltas conociendo a nustros compañeros hasta que de pronto quedamos frente a frente y al mismo tiempo hablamos para reconocernos... fue un momento torpe y nervioso, pero si... nos conocíamos de antes y el asunto no pasó más allá de un par de minutos de conversación... tal vez ese fue el instante, la oportunidad que se me daba para acercarme por última vez y definitivamente a él... pero no la aproveché y como una sentencia del destino que se cansó de ayudarme, él se alejó cada vez de mi... estaba al lado cada día... en los mismos sitios que yo, pero fui tan idiota que ni siquiera era capas de saludarlo a veces, cavé un foso de distancia tácito entre los dos, que ante mi sorpresa, solo él a veces cruzaba para saludarme o hablar un poco de banalidades conmigo, pero solo cuando nos pillábamos solos, no es que no hubiese nadie con quien más conversar, no, no era eso, porque además él era una persona muy apresurada siempre andaba corriendo preocupado de los estudios, pero a veces se acercaba a mi y me saludaba, cuando yo menos me lo esperaba, haciendo que una parte dentro de mi pensara... ¿podría ser? Mientras yo solo atinaba a mirarte cuando él no se podía dar cuenta y me arreglaba tratando de verme espléndida solo para él... algunas veces lo logré, logre que me mirara continuamente pero nada más...
Así paso todo un año, hasta que yo decidí que dejaría esa facultad por otra prometiéndoles a mis amigos que trataría de visitarlos lo más que pudiese. Y así fue, seguí viéndolos y a él también, pero como ya había pasado algo de tiempo y yo estaba conociendo a nuevas personas, creí que mi “amor platónico” había desaparecido, pero era innegable mi sonrisa cuando lo veía y me repetía a mi misma que por muchas personas que conociera nunca iba a haber otra más hermosa que él y poco a poco fui cediendo nuevamente a su imagen, pero con mucha mayor resignación y sin esperanzas debido a la distancia...
En esos tiempos yo me había preocupado de trabajar muy bien mi cuerpo y estaba bastante contenta con los resultados, pese a lo exigente que suelo ser conmigo misma, podía decir sin reparos que tenía una figura digna de ser mirada.
Un día la Universidad organizó un paseo al mar y en masa accedieron todos, esa vez yo me animé y fui... era verano, las clases ya habían terminado y no había nada de que preocuparse, solo había que disfrutar... y con mis amigos de mi actual facultad, me la pasé increíble hasta que comenzó a hacerse tarde y todos se volvieron a los buses que nos llevarían de regreso a la capital, pero yo había quedado enamorada de unas libretas de notas artesanales que vendían cerca de la playa y no pude aguantar las ganas de conseguir unas antes de irme, así que les pedí a mis amigos que me guardaran puesto en el bus y partí rápido... Cuando llegué a la fila de puestos en donde vendían todo tipo de cosas, me costó un poco encontrar el que yo quería y cuando al fin llegué a él, me llevé una bonita sorpresa... él, el niño hermoso estaba ahí hurgando entre las libretas escogiendo una...
-Hola!!! – lo saludé con mucho entusiasmo y con una sonrisa de oreja a oreja que para mi suerte pareció más amigable que otra cosa. Él sonrió también y me saludó con un beso en la mejilla.
-No me imaginaba que andarías por acá – me comentó mientras cada uno buscaba libretas.
-Era hora de descansar un poco... – le contesté divertida yo.
Luego de haber escogido las libretas y haberlas pagado, caminamos hacia donde se encontraban los buses, mientras nuestra conversación se centraba en cómo nos había ido ese año y en cómo estaban los demás de mi antigua facultad... hace horas que era de noche y como en todo lugar de playa, había mucho movimiento y el ambiente era muy alegre y agradable, además por esos días en el lugar se realizaban diversos conciertos por lo que la gente estaba empapada de ese espíritu.
Cuando llegamos al lugar nos dimos cuenta de que ni los buses ni nuestros compañeros ni nada... estaba ahí, nos miramos perdidos sin saber qué hacer...
-Tenemos que conseguir pasajes en otros buses- Le dije... aunque era obvio pero uno de los dos tenía que decirlo para que comenzáramos a movernos en busca de la solución... Él me asintió con la cabeza y fuimos a terminar... una vez ahí preguntamos en todas las agencias pero en ninguna habían pasajes hasta por lo menos las 5 AM y eran las 11 PM. Él se sentó abatido y murmuró por lo bajo que sus padres estaban de viaje... fue tan lindo verlo así que tuve que aguantarme las ganas infinitas que tenía de abrazarlo... –Yo tampoco puedo molestar a los míos ahora, solo los llamaré para decirles que buscaré un hotel aquí y volveré mañana, no creo que haya otra solución, pero viéndola desde este punto de vista...- le dije indicándole las afueras del terminal en donde toda la gente parecía disfrutar- No creo que esté tan mal no?- Él me sonrió y pareció recuperar los ánimos, yo llamé a mi casa mientras él compraba nuestros pasajes. Cuando estábamos listos y salíamos del lugar, le pregunté qué prefería hacer ahora y él contestó que estaba algo cansado y prefería buscar donde dormir y comer algo, esta bien, le respondí y se emprendió una nueva busca, pero esta vez e alojamiento, entre medio conseguimos cosas para comer y las fuimos consumiendo mientras entrábamos y salíamos de hoteles y hospederías en donde nos decían que estaba todo lleno... yo no podía creer que “la vez” en que había pasado más tiempo con este chico, se hubiese dado en estas condiciones tan desafortunadas, de verdad, no era la mejor de las circunstancias... hasta que pareció por un momento que las cosas mejoraban, en un hotel algo lujoso, nos dijeron que si quedaban cupos, la recepcionista muy simpática nos dijo que teníamos suerte pues ella estaba segura de que era el último lugar que quedaba libre en la bahía, nosotros también lo pensábamos luego de haberlo comprobado empíricamente...
-Está bien, queremos dos habitaciones simples por favor- Le dije a la señorita, la cual cambió su sonrisa por una leve expresión de desconcierto.
-Es que solo hay una... pensé que ustedes eran pajera- Nos dijo... Ante el comentario yo sentí que mi rostro se ponía de todos colores hasta que escuché su voz decir...
-A mi no me importa, lo que sí es importante que digas si te incomoda a ti- Yo no podía creer lo que estaba pasando... sentía mi corazón latir de emoción dentro de mi, pero tenía que disimularlo, así que traté de demostrar un tono no más trivial y simpático que pude y le dije a la recepcionista...
-Esta bien, la tomamos, es que de verdad estamos demasiado cansados como para querer regodearnos cuando no hay nada más que hacer...- Busqué la aprobación en su rostro luego de lo dicho que en parte era verdad aunque por mi parte, solo era una excusa para disimular, pero por la suya, parecía ser la razón más normal del mundo y la que mejor expresaba la situación para él... aquello me dio algo de pena y me sentí un poco incómoda, pero ya no se podía hacer nada...
Nos dieron la llave de la habitación y subimos hasta ella por el ascensor, yo que llevaba la llave, abrí la puerta y fue muy agradable lo que vi tras ella, era una habitación matrimonial muy linda y espaciosa, con una cama de dos plazas, algunos sillones, una mesa para desayunar y bueno, muchas otras cosas más... definitivamente estaba muy bien arreglada y en ese momento agradecí tanto haber ido con dinero de sobra a ese paseo por que ahora gracias a eso podía estar viviendo un verdadero sueño... solo faltaba algo... que mi acompañante soñase conmigo... dejé mis cosas en el suelo y me senté en la cama, el me dijo que dormiría en uno de los sillones, y a pesar de que yo sabía que eso era lo correcto y lo típico, no podía dejar de pensar que era casi un delito para mi dejar que ese ángel durmiese incómodo siendo que debía estar agotado y yo estaba segura de que no pegaría un ojo en toda la noche viéndolo dormir pero cómo podía decírselo... solamente atiné a asentir con la cabeza... él se sentó al lado mio en la cama y me dijo:
-No tengo sueño aún, creo que el caminar tanto me despertó un poco-
-Yo pensé que por eso mismo estarías más agotado...-
-No, en realidad no, ha sido todo muy raro como para que pasen cosas tan comunes como que me de sueño- Dijo en voz algo más baja... yo no entendí bien lo que había querido decir, pero estaba muy nerviosa y sentía que el corazón se me saldría por la boca en cualquier momento...
-Oye, tú tienes novia?- aquella pregunta no podía esperar más por salir hasta que lo logró...
-No, por qué?-
-Es que imagínate si tuvieses, de verdad se enojaría por algo así no?-
-Sí, tienes razón, pero no... por mi lado está bien y tu tienes? Carlos había dicho que si-(Carlos era un amigo en común en la Universidad)
-No, tampoco tengo, también está bien...- En ese instante no supe si había sido mi idea pero creí ver que él se alegraba ante mi respuesta, lo que hizo que por fin esa estúpida venda o cosa que me mantenía callada y lejos de él se soltara y me llené de valor para decirle...
-Prefiero que tú duermas aquí, yo no voy a dormir esta noche... va a ser imposible que lo logre...-
-Por qué?- Me preguntó él muy extrañado
-Porque voy a pasármela toda la noche mirándote, como siempre...- Hubo un momento de silencio demasiado incómodo, yo lo miraba a los ojos intentando leer algo que indicara qué era lo que estaba pensando...
-Entonces por qué te alejabas tanto?-
-Porque contigo no era como con cualquier persona, podría haberme convertido en la mejor amiga de quien fuese, menos de ti-
-Yo llegué a pensar que no te caía bien- Dijo algo divertido, yo también comencé a reír y a sentir que la situación era menos tensa... – Y por qué me dices esto ahora, qué esperabas?-
-Esperaba saber si tenías novia o no- Era una respuesta graciosa, pero era la verdad y los dos nos reímos por eso, hasta que él se puso serio y tomándome de las manos me dijo...
-Yo estaba esperando saber si te caía bien o no- y ambos explotamos en una nueva carcajada... no podía ser que fuésemos tan idiotas, pero tampoco podía ser que lo que estaba pasando fuera real, pero así era... él estaba delante mío, tomando mis manos y viéndome a los ojos... nadie más estaba ahí... eso era lo más importante... nadie más estaba ahí y nadie más sabía que estábamos juntos... nos acercamos lentamente hasta besarnos, yo simplemente me sentía en las nubes y por fin estaba haciéndole caso al destino que cansado de mi, había decidido regalarme la oportunidad ideal y esta vez no podía fallarle... así que en ese beso se fue desencadenando todo lo que habíamos estado sintiendo calladamente durante tanto tiempo... y la intensidad aumentó... tal vez fue un sueño contenido que era imposible pero que se estaba presentando ahora como real con toda su majestuosidad, quizás también ayudó el hecho de la tranquilidad que nos daba ser solo nosotros, peroluelo de ese beso sentimos que recién todo estaba comenzando y que no debíamos detenernos por nada, no habían ya estúpidos motivos de por medio... continuamos besándonos hasta que nuestras manos cobraron vida propia y mientras las mías acariciaban su hermoso rostro y su pecho, las de él querían deshacerse de mi remera y yo se lo permití, haciendo lo mismo con la de él y pude ver su piel clara que tanto me encantaba y para mi sorpresa, su pecho si estaba muy bien definido, cosa que me encantó, no podía creer que fuese aún más perfecto, no pude evitar soltar un suspiro y mirarlo con ternura, en ese momento me di cuenta de que él estaba absorto mirando mis senos, aquello me gustó demasiado así que tomé sus manos y las llevé a mi espalda a la altura de los tirantes de mi bikini para que lo soltara y así lo hizo... sentí confianza, sentí que para él era sexy así que lo abracé aplastando mis senos contra su pecho y escuché como soltó un gemido, me tomo de la cintura y comenzó a besarme el cuello, luego bajo y de apoderó de mis senos besándolos, definitivamente era el éxtasis, pero no... aun quedaba mucho más, así que él dejó de ser tímido y se apoderó de la situación tomándome delicadamente y dejándome en la cama bajo él y comenzó a bajar mi falda... – siempre me gustó como te veías con faldas o vestidos- me dijo sonriendo, y antes de sacar la parte baja de mi bikini me miró... – siempre me gustaste mucho, pero ahora mucho más... fue mucho tiempo- Y bajó su rostro para besarme mientras yo lo tomaba de las caderas para bajar sus pantalones... así la ropa fue desapareciendo dejándonos completamente desnudos y listos para entregarnos el uno al otro... fue increíble, cuando lo sentí dentro de mi por fin creí en el destino, no podía dejar de gemir porque no solo era placer físico, sino que era el niño e mis sueños quien en ese momento estaba dentro de mi y yo estaba decidida a que haría cualquier cosa para complacerlo y que así quisiera quedarse conmigo así que me movía a su compás besando su cuello y su rostro aquel hermosísimo rostro, sus labios con los que tanto había soñado... aquel ir y venir sin duda fue maravilloso y lo fue más aún ese calor que nos envolvió cuando nos fuimos acercando al clímax, al cual sin que fuese necesario decir palabra alguna, alcanzamos juntos... yo apretando mis manos en su espalda tratando de no hacerle daño y el pegando sus labios a los míos para soportar el temblor... temblor que continuó por algunos minutos en los que me abrazó acomodando mi cabeza en su pecho, yo me acurruqué y lo abrace, escuchaba su corazón latiendo rápido y podía sentir como sus brazos me tenían presa como para impedir que escapara... no era necesario, yo jamás hubiese pensado siquiera en escapar... solo levanté mi cabeza para besarlo y mirarlo...
-Te dije que no iba a poder dejar de mirarte- Él sonrió y yo sonreí al pensar que mi ángel ya no tendría que dormir incómodo en un sillón, sino que podría dormir entre mis brazos...
-Aún no tengo sueño – me dijo
-Yo tampoco- Así que continuamos amándonos por horas hasta que el agotamiento si era demasiado y se nos ocurrió la idea de ducharnos juntos antes de volver al bus... en el baño, había un agradable jacuzzi en el que seguimos jugando y seguimos acariciándonos, hablando de todas las cosas que habíamos hecho y pensado sobre nosotros antes de ese día, sintiéndonos afortunados por haber estado en los momentos y lugares precisos para habernos conocido... y disfrutamos nuestra última hora en ese lugar, durmiendo abrazados.
Esa mañana, muy temprano tomamos el bus de vuelta y en el terminal de la capital nos despedimos aunque en verdad no queríamos hacerlo pero confiábamos en que de ahora en adelante íbamos a estar juntos y ni nosotros mismos esta vez íbamos a poder impedirlo.
Cuando llegué a mi casa en la mañana en verdad tenía demasiado sueño, pero mías quería pensar en él y en lo que había ocurrido... comencé a desempacar mis cosas y entre ellas estaba la bolsita con las libretas que había comprado, dichosas libretas que habían hecho que todo aquello pasara... las saqué de la bolsa para verlas y cuando cayeron, noté que en vez de estar las dos que yo había comprado, habían tres... tomé la que no era mía y la abrí, esta decía:
Sabía que estas libretas te habían gustado y cuando vi que no te subías al bus llegué antes que tú para que perdieras el bus conmigo... perdóname... pero quería estar contigo... quería conocerte y que esta vez hubiese tiempo... muchas gracias por haber cumplido uno de mis sueños, pero mientras ahora estoy viéndote dormir quisiera pedirte que cumplas otro, pero no me atrevo a despertarte... ¿quieres ser mi novia?... Te amo.
Y ustedes no saben cuanto lo amo yo a él... solo él lo sabe...

 

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