¿Cuál fue el hallazgo más relevante? Que la clave más importante para tener una buena vida, en términos de salud y de bienestar emocional, son las relaciones humanas.

"Lo que seguimos encontrando es que las personas que tienen relaciones cercanas de afecto se mantienen más saludables y viven más felices a medida que envejecen. Entonces hemos enfatizado la importancia de construir buenas relaciones y de hacerlo con la misma disciplina con la que una persona decide ejercitarse o comer bien", asegura Waldinger.

En esta entrevista con TN.com.ar, el psquiatra ahonda en algunos de los puntos más salientes del estudio y analiza el impacto de la soledad en nuestras vidas. Además, cuenta qué se está haciendo y qué se puede hacer para enfrentar los problemas que puede traer el aislamiento.

-¿Cuál es el impacto de la soledad en el bienestar?

-Soledad no es lo mismo que sentirse solo. Nosotros estamos hablando de sentirse solo. Y uno puede experimentarlo en medio de una oficina muy concurrida. Esa experiencia de sentirse aislado, la sensación de estar menos conectados con las personas de lo que deseamos, es la que demuestra ser tóxica, la que ha probado ser perjudicial para el cuerpo y para el bienestar emocional.

-¿Qué impacto tiene la soledad en la salud física?

-Nosotros hemos estudiado esto y otros grupos también lo han hecho. Ha quedado demostrado que hay formas en las que sentirse solo dispara procesos de inflamación en el cuerpo que lo hacen colapsar. Como otras sensaciones de estrés, sentirse solo puede disparar una especie de “respuesta de lucha o escape”, donde tenés más hormonas del estrés circulando por tu cuerpo y donde tu sistema inmune no es tan fuerte como podría ser. Todo indica que sentirse solo, entonces, como otras sensaciones de estrés, dispara reacciones bioquímicas que hacen colapsar distintos sistemas corporales.

-En el Reino Unido han tomado la medida de instaurar un ministerio de la Soledad. ¿Es esta tendencia de crecimiento de la población sola en los centros urbanos una preocupación en Estados Unidos?

-Sí, es una gran preocupación. Como en el Reino Unido y en diferentes partes del mundo, cada vez más personas viven solas y cada vez más personas se sienten desconectadas. Ha habido muy buenos estudios sociológicos que probaron que las personas salen de manera menos frecuente de lo que lo hacían 30, 40 y 50 años atrás. Que invitan a personas a sus casas de manera menos frecuente, que comparten menos comidas familiares y que participan menos en actividades de su comunidad. Esto ha coincidido, primero, con la introducción de la televisión en todas las casas. Y segundo, más recientemente, con la introducción de todas estas nuevas pantallas: computadoras, tablets, teléfonos... Lo que sucede es que muchas veces estamos en estas pantallas en lugar de relacionarnos entre nosotros.

-¿Cómo incide la emergencia de las redes sociales?

-Una de las cosas que sabemos es que todas estas tecnologías nos pueden ayudar a conectarnos entre nosotros pero muchas personas no las usan de esta manera. Muchos se cobijan en las redes solo para quedarse en casa y, así, tener mil amigos y no ver a ninguno en tiempo real. Sabemos ya que ver personas en tiempo y espacio real nos ayuda emocionalmente. Que confiando en un amigo y descargando nuestros problemas literalmente nuestros cuerpos se calman. Siempre la pregunta es cómo usamos la tecnología y si la usamos para mantenernos más aislados. Otro fenómeno que se ha estudiado es el hábito de trabajar en casa. Más personas lo están haciendo, porque pueden hacerlo en sus computadoras. Eso es bueno en algunas dimensiones pero si lo hacés no conectando con personas, eso puede aislarte más. Todavía no sabemos bien cómo nos está afectando eso como sociedad.

-Curiosamente, en algunas encuestas que se hacen sobre las aspiraciones personales, los jóvenes en Estados Unidos colocan en los primeros lugares al dinero, al éxito, incluso a la fama, pero no a las relaciones...

-Es correcto eso. Pero también es cierto que si hablás con las personas al final de la vida, casi siempre te van a hablar de sus relaciones y casi nunca te van a hablar de los logros o el dinero. Cuando hablás con esas personas sobre aquello de lo que más se arrepienten, te van a decir que lamentan no haber pasado más tiempo con las personas que eran importantes para ellos. Y uno se pregunta: ¿por qué no hacemos eso? ¿por qué no pasamos más tiempo con las personas que queremos? La razón es porque los mensajes que recibimos todo el día de los medios son acerca de dinero y fama. Si pensamos en todas las publicidades que ves, todos quieren que compres algo. 'Si compras este auto, las mujeres van a estar más atraídas a vos'. 'Si comprás esta crema, nunca vas a envejecer'. Si te ponés a pensar, todos los mensajes que recibimos están tratando de que compres algo porque es la manera en la que funcionan nuestras economías. La verdad es que somos más felices cuando tenemos experiencias que cuando compramos cosas. No tenemos la misma felicidad. Lo que sabemos es que los medios nos dan mensajes que no son correctos.

-Derribemos mitos: ¿el dinero hace a la felicidad?

-Se han hecho estudios sobre esto. Sí, hasta cierto ingreso, el dinero te hace feliz. Pero los estudios han demostrado que a partir de un ingreso de 75.000 dólares al año en Estados Unidos, ya no te hace más feliz. Lo que encontraron es que una vez que tus necesidades básicas están cubiertas, entonces no incide positivamente en tu felicidad.

-¿Hay una relación entre la depresión y la sensación de soledad?

-Sí, pero es una relación de dos vías. La depresión causa soledad, porque la depresión te hace sentir que no querés estar con la gente pero la soledad también puede causar depresión. Es difícil determinar qué vino primero. Definitivamente están relacionadas. Esa no es la única causa de depresión pero están relacionadas.

-¿En qué otros temas están trabajando ahora?

-Estamos viendo cómo el estrés de tu infancia puede hacer colapsar tu salud cuando sos adulto. En otra área en la que estamos trabajando es en cómo las redes sociales están afectando nuestro bienestar y nuestra salud.

-¿Cree que estar viendo de manera constante la vida de otras personas en Facebook u otras redes sociales nos afecta la percepción de nosotros mismos?

-Teniendo en cuenta lo que posteamos en las redes sociales, si alguien viniera del espacio y le mostraran nuestra vida en Facebook, pensaría que todo el mundo está siempre en una fiesta. Uno puede pensar que es el único que tiene malos días y que está confundido acerca de ciertas cosas, y, por consiguiente, que no es feliz. Porque las redes sociales dan la impresión equivocada de que todo el mundo es feliz todo el tiempo.

-¿Qué se está haciendo para abordar el problema del aislamiento?

-Nosotros empezamos una fundación llamada Foundation for Lifespan Reasearch (Fundación para el Estudio de la Esperanza de Vida). Lo que nosotros queremos hacer es educar a la gente acerca de lo que sabemos que nos hace felices y nos mantiene saludables. Y pensar juntos en todo lo que podemos hacer para acercar a las personas. Incluso, desde la forma en la que construimos nuestros edificios de departamentos. Nuestro objetivo es proponer nuevas maneras en las que podemos estructurar las vidas de las personas para que pasen menos tiempo aisladas. Hay mucho que se puede hacer y en eso estamos trabajando ahora.