Solo en mi imaginación. En la siesta.


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Escrito por
@YOMISMA

18/12/2006#N12972

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Las 17:00, acostada en el sofá como cada tarde esperaba que empezara la novela, hacía tiempo que no me enganchaba tanto a una, y estaba deseando ver si ese era el día en el que lo que era inevitable en esa serie pasara, pero no tuve suerte, es más, ni siquiera estaba interesante. El aburrimiento, el calorcito de la manta, el silencio de la habitación solo interrumpido por la tele, la falta de sueño y el simple hecho de que fuera martes, hacía de esa una situación idónea para echarme un ratito, y olvidarme de todos y de todo.

Me dormí dejando la tele encendida. Aún dormida escuchaba los diálogos de la serie, bastante empalagosos y con alguna que otra lagrimita por en medio, como no.

De repente, me encontré yo también llorando, sola, por la calle, y con cada persona que pasaba a mi lado mirándome, pero yo seguía y no podía parar de llorar sin ni siquiera saber la razón por lo que lo hacía, aunque pensándolo bien, si no lloras por nada en especial, lloras por lo que tienes en general ¿ y que peor razón que estar triste por ser uno mismo?. Bueno, el caso esque lloraba desconsoladamente e importándome bastante poco lo que cualquiera pensara sobre mí, no se porque razón tampoco buscaba mi casa para refugiarme y desahogarme sin las incómodas miradas de la gente. Apenas sabía que pasaba, es como si se me hubiera nublado todo cuando alguien vino a por mí como si me hubiera estado buscando, me cogió, y mirándome sorprendido, me dijo - ¿que estas llorando? - era ÉL haciéndome una visita de nuevo en sueños. Me quedé paralizada al verle, y todavía llorando a lágrima tendida le dije - no...- no se si le dije eso con ironía o para darle a entender que estaba bien, aunque en cualquier caso era bastante ilógica mi repuesta. Haciendo caso omiso a mi contestación me abrazó mientras yo seguía llorando escandalosamente y sin poder parar. A los pocos segundos me separó de él cogiéndome delicadamente por los hombros y me miró directamente a los ojos, me cogió la cara, me limpió las últimas lágrimas que había derramado, pues, sin darme cuenta, había parado de llorar y me besó tierna e intensamente en los labios, a diferencia de en mi anterior historia, esta vez era decidido y seguro de sí mismo, pero los besos eran los mismos, pequeños y continuados, cada movimiento lo cuidaba perfectamente, o al menos eso parecía, sabía predecir lo que querían mis labios, y yo le seguía, habiendo ya olvidado el mal rato que había pasado hacía apenas dos minutos... me desperté contenta y relajada, no había dormido demasiado como para perder toda la tarde y a la vez había descansado, esta vez contigo y mejor que nunca.


Esta si que te la sabes(a ÉL) ya que te la conté poco después de despertarme, aunque, como no, te la relaté con otro protagonista...


Gracias por leer este relato, me gustaría que dejaran su opinión para saber si lo estoy haciendo bien y para conocer también mis errores, por supuesto. Gracias de nuevo. Elena.

 

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