Epicteto, al contrario, nos anima a no tomarlos las cosas de manera personal y asumir una distancia reflexiva que nos permita responder con ecuanimidad. Debemos entender que algunas personas pueden ser ofensivas porque se sienten débiles, simplemente por ignorancia o porque no saben reaccionar de otra manera. Eso no significa excusar su comportamiento porque nadie tiene el derecho de acusar o insultar a los demás, tan solo significa que nos alzamos por encima de ese nivel y rechazamos involucrarnos en discusiones absurdas o insignificantes que no llegarán a buen puerto. Significa actuar con inteligencia y aplicar la máxima de Séneca: “importa mucho más lo que tú piensas de ti mismo que lo que los otros opinen de ti”.