Esta loca especie de amor

 

Me devoraste el corazón con tu ternura,

rompiste todas mis barreras,

anulaste todas mis alarmas,

arrojaste al desván de los deshechos

toda mi prevención y mis corazas.

 

Desde la timidez de los inicios,

este amor creció sin freno,

hasta convertirse

en este huracán de sexo y llamas,

 

Nos abrasó a los dos en su vorágine

y nos dejó

en esta situación extraña y rara.

 

¿Somos amantes? No.

 

Pues los amantes disfrutan el placer

de un buen momento

y su mundo se reduce a la cama.

 

¿Somos novios? Tampoco.

 

No sería razonable

tener una novia ya casada

que sigue siendo esposa,

aunque te creo

cuando juras

que me querés con toda el alma.

 

Sé que sos mía

de una manera

como no sos de nadie,

sé que es mi amor el que te inflama.

Son mis besos, abrazos y caricias

los que erizan tu piel y te transforman

en esa hembra que creció en mi almohada.

 

Sé que te quiero

como nunca pensé

que podría volver a querer.

Sé que sos vos

la única que quiero entre mis sábanas.

Y sé también

que quizá nunca termines de venir a mí.

 

Sin embargo,

me das felicidad,

me das alegría, me haces vivir.

Me da las ganas

de llevarme al mundo por delante.

 

Y me obligas

a empezar cada mañana

con un espectro inasible que me anima,

con la mujer amada que me falta.

 

 

 

 

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