Todo es sencillo

 

Cuando te conocí

se alborotó mi alma,

algo de vos me impactó.

No sé que fue,

ni que pasó,

pero te presentí cercana.

Con ese misterioso influjo

que suaviza encuentros,

que hace que fluyan

como arroyo en su cauce,

sin obstáculos, sin trabas.

 

Junto a vos

todo se me imagina eterno,

los relojes pierden su ritmo

y desoyen

los impertinentes compases del tiempo.

Cuando vos estás

yo solo estoy contigo

y eso basta.

 

Me embriaga

el aroma de tu piel,

la armonía de tu voz y tus palabras,

tus gestos, tu sonrisa, tu mirada

y el hechizo de tus ojos color miel.

Todo con vos es sencillo,

la charla, los abrazos, las caricias.

La risa surge

con la misma sencillez

que un beso de bienvenida

o la mano que se agita

con la promesa de vernos otra vez.

 

Ojalá que nos dure este milagro

y sepamos disfrutarlo,

sin cargarlo de miedos y de trabas.

Sin que el pasado o el futuro

nos compliquen

las hermosas mañanas del presente

con historias cargadas a la espaldas,

con temores de historias ya ausentes,

que vuelven siempre

aunque uno las cree ya enterradas.

 

Ojalá que sigamos siendo niños

que conservan la pureza y la magia.

 

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