El fenómeno del Déjà Vu:¿por q' sentimos q hemos vivido

¿Por qué suceden los déjà vu? 🧠
Te encuentras en un espacio en el que nunca antes habías estado y charlas con gente nueva. Todo está bien hasta que, de pronto, una perturbadora sensación te invade. Aunque es algo abstracto, sientes como si lo que estás viviendo en ese preciso momento ya lo hubieras experimentado antes. Este fenómeno tan curioso se conoce típicamente como “déjà vu”, una expresión extraída del idioma francés que se traduce literalmente como “ya visto”.

Se trata de un concepto popular, ya que la inmensa mayoría de la gente ha vivido al menos una vez esta experiencia en primera persona. De hecho, se estima que hasta un 70% de la población ha tenido en alguna ocasión la sensación de haber vivido ya una situación que, objetivamente, es novedosa. Seguramente tú mismo te sientas identificado con estas líneas a medida que vas leyendo.

Aunque se suele emplear el término déjà vu de manera general, los científicos que profundizan en el estudio de lo cognitivo matizan que existen tres tipos diferentes, en función del objeto al que hace referencia la sensación de familiaridad. El déjà vécu, que aparece cuando sentimos que una situación completa nos resulta conocida. El déjà senti, que nos hace sentir que cierto estado emocional ya ha sido experimentado antes. Y, finalmente, el déjà visité, que nos hace ver como ya conocidos entornos y lugares en los que en realidad nunca hemos puesto un pie.

Debido a la extrañeza que despierta, el fenómeno del déjà vu ha generado siempre enorme curiosidad, motivo por el cual se ha tratado de explicar de múltiples maneras. Aunque se han podido valorar distintas hipótesis para explicar su origen, analizar este fenómeno no es tarea sencilla. Se trata de una sensación de carácter breve y espontáneo que aparece sin previo aviso. Es una vivencia ajena a nuestro control, por lo que no se puede inducir de forma intencional. Por ello, a día de hoy es complejo hallar una explicación científica consensuada que de cuenta de por qué nos ocurre esta experiencia.

Aunque por el momento no se conozca con certeza su causa, no por ello deja de ser interesante revisar algunas teorías al respecto. Por ejemplo, hay quienes defienden que los déjà vu no son otra cosa que una recuperación de contenidos que hemos vivido en sueños.

Cuando soñamos, organizamos escenarios imaginarios que, sin embargo, podrían tener cabida y sentido en la vida real. Por ello, cuando un día cualquiera la realidad se asemeja a lo soñado (aunque conscientemente no lo recordemos), es como si nos diéramos cuenta de algo, aunque no sabemos explicar exactamente qué.

También se han considerado los déjà vu como un resultado de un fallo en nuestro sistema de memoria. Generalmente, cuando recuperamos un recuerdo se activa en el cerebro un circuito localizado en el lóbulo temporal. Así, se ha barajado la idea de que esta falsa sensación de familiaridad sea resultado de una activación de dicho circuito en el momento equivocado.

Añadido a lo anterior, otra explicación con bastante nivel de aceptación es la que vincula los déjà vu con un solapamiento de los sistemas de memoria a corto y largo plazo. Cuando vivimos cualquier tipo de experiencia, esta es primero codificada en la memoria a corto plazo. Como no todo aquello que vivimos puede almacenarse a largo plazo ya que necesitamos economizar recursos cognitivos, solo pasan este segundo filtro experiencias especialmente significativas.

Cuando tenemos la sensación de haber vivido antes algo que es nuevo, se cree que nuestro cerebro se confunde, de forma que envía al almacén a largo plazo una situación totalmente reciente. Esto nos lleva a interpretar como parte de nuestros recuerdos una situación que es actual.






El chico que vivía un déjà vu constante 🤯
Si durante los instantes que dura una experiencia de déjà vu se sufre una profunda sensación de inquietud, imagina qué podría ocurrir si dicha situación se prolonga en el tiempo. Esto fue precisamente lo que le sucedió a un joven británico de 23 años.

La experiencia de este estudiante puso sobre la mesa una cuestión importante para los investigadores de la ciencia cognitiva, que encontraron en él un sujeto idóneo para estudiar la memoria y sus entresijos.

La interferencia que le provocaba sentir continuamente que ya había vivido todas sus experiencias le condujo a un aislamiento progresivo y un deterioro evidente de su calidad de vida. Tareas cotidianas como escuchar la radio o leer pasaron a ser para él auténticos desafíos.

Los profesionales que evaluaron su caso no lograron encontrar causas neurológicas que dieran cuenta de su situación, por lo que se ha considerado un fenómeno de índole psicológica. Por el momento, la explicación que más fuerza va cobrando es la que asocia el déjà vu con un efecto de memoria, por el cual nuestro cerebro asocia sucesos del presente con otros ya experimentados, de acuerdo con una serie de claves comunes.

La única certeza que tenemos es que el déjà vu es un experiencia frecuente y cotidiana, aunque los procesos subyacentes a ella quizá puedan ayudarnos a entender mejor cómo funciona ese apasionante órgano que es nuestro cerebro.




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