De Que te sientes Culpable (Alex Rovira)..video

El motivo es invitarnos a reflexionar sobre el efecto que tiene la sensación de culpa que otros nos imponen en nuestras vidas y cómo esa presencia de culpa dificulta tu alegría.

Y si es posible, inspirar algún cambio en ti para evitar sus efectos.

Me explico.

La culpa ejerce un poder muy grande en la mente de las personas.

Es como un peso que:

Te puede empujar a la responsabilidad si asumes tu error y haces algo para enmendarlo y, con ello, liberar ese peso. En este sentido, lleva al perdón, a la reconciliación, al crecimiento personal y a la mejora vital.

Pero también puede convertirse una mochila tremendamente pesada cuando el error o la situación que lo genera escapa a tu control. En ese caso, el peso no se libera dado que, en el fondo, es una culpa inexistente.

Y esta culpa inexistente, puede hacerte perder la llave del disfrute de tu vida.

Es decir, sentir culpa por alguna situación que no depende de ti y en la que te quieren hacer sentir culpable es un peso que te hunde y evita tu felicidad.


¿Y por qué ocurre esto? ¿Por qué el ser humano se autoculpa?

Me atrevería a decir que, en bastantes o demasiadas ocasiones, es porque otras personas nos hacen responsables de ello.

Por ejemplo:

Imagina que, tras reflexionar sobre tu vida…

Decides hacer un cambio drástico. Eliges cambiar de aires, mudarte a la ciudad y dedicar horas a tu pasión.

Es posible que haya ciertas personas que, ante este cambio, te responsabilicen de algo que les pueda ocurrir a ellos. No piensan en tu alegría ni en tu realización, te culpan porque te alejas de ellos.

Ese familiar que te dice que, si lo haces, te separarás de la familia, te verán menos, que cuando haya algún problema tardarás más en llegar, etc. Como si tu función en la vida fuera velar o vivir para ellos.


Esa pareja que te dirá que dedicarle más horas a tu pasión le quitará tiempo a la relación y que te necesita más para ser feliz. Como si solo vivieras para complacer a la otra persona.

¿Cómo te sentirías?


Lo habitual, por desgracia, es sentir culpa.

Incluso llegar a pensar que eres egoísta por pensar en tu propia felicidad y querer disfrutar de tu vida.

Esa indicación de que tú eres causante de un mal, hace mella en tu pensamiento. Como decía más arriba, haciéndote cargar con un peso que no te corresponde.

Por eso hay que diferenciar responsabilidad de culpa. La responsabilidad nos lleva a ser conscientes y a hacer las cosas bien. La culpa nos hunde. Y muchas veces somos víctimas de culpas inexistentes que otros nos quieren encasquetar.

Cada uno debe ser responsable de su felicidad y de su vida..


Sin embargo, la realidad es que es difícil evitar que otra persona te culpe si lo siente así.

Entonces… ¿qué hacer? ¿un punto intermedio? ¿rendirte? ¿buscar otro cambio?

No.

En ese caso, debes...

Salir de las cuatro paredes de la culpa


Evita, en la medida de lo posible, que las etiquetas como “tú eres causante de mis disgustos”, “esto es culpa tuya”, “si me hubieras ayudado, yo ahora no estaría así”, no tengan consecuencias en ti.

Porque hay personas que condicionan toda su vida y renuncian a su propia felicidad porque otros les cargan (o se cargan ellos mismos) con responsabilidades que no les corresponden.


Lo que se llama una responsabilidad autoexigida, pero que no existe, pues es ilusoria.

- Como las del ejemplo de arriba.-

Por eso es necesario entender que hay responsabilidades que son intransferibles y no puedes hacerte cargo de ellas (por más que otros te las quieran encasquetar, colgar en ti).

Y que, a pesar de la empatía, de la compasión y de la solidaridad que quieras materializar en tus actos hacia los demás, es necesario tolerar el dolor de ver sufrir a alguien que te importa si no es tu responsabilidad.

No digo que debas permanecer impasible presenciando su dolor.

Sino que actúes a través de la escucha, la inspiración y el consuelo hacia ella.

Pero nunca, haciendo tuyas sus obligaciones y responsabilidades. Porque muchos acaban siendo esclavos de otros por las cadenas de una culpabilidad manipulada intencionadamente.

Pues lo cierto es que cada persona es responsable de sí misma y de su vida, aunque, por supuesto, nos apoyemos en otras personas para vivir y crecer.

En resumen.

Si quieres cambiar o mejorar tu vida, en cuanto lleguen los momentos de transformación, aprende a diferenciar entre culpa inexistente y responsabilidad.

Es importante darte cuenta de este tipo de juegos para poder liberarte de culpas inexistentes y relaciones tóxicas.

Es algo de lo que tanto Fenando Tríes y yo hablamos en este vídeo a través de la llave del disfrute.

Sobre todo, de la necesidad de salir de la culpa que otros nos imponen para ser felices.

En el próximo email me gustaría hablarte de otra de las siete llaves que está relacionada con la culpa o más bien con el efecto que tiene la culpa o cualquier falsa creencia en nuestro pensamiento
Álex Rovira, Plaza Everest 6, 08552 Taradell, Barcelona, España

 

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