la alegoria del carruaje


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Publicado por
@RICHI56

02/04/2011#N35665

0 Actividad semanal
558 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

LA ALEGORÍA DEL CARRUAJE


  


Un día de octubre, una voz familiar en el teléfono me dice:


 -Salí a la calle que hay un regalo para vos.


Entusiasmado, salgo a la vereda y me encuentro con el regalo.


 Es un precioso carruaje estacionado justo, justo frente a la puerta


de mi casa. Es de madera de nogal lustrada, tiene herrajes de bronce


 y lámparas de cerámica blanca, todo muy fino, muy elegante,


muy "chic". Abro la portezuela de la cabina y subo. Un gran asiento


semicircular forrado en pana bordó y unos visillos de encaje blanco


 le dan un toque de realeza al cubículo. Me siento y me doy cuenta


 que todo está diseñado exclusivamente para mí, está calculado


 el largo de las piernas, el ancho del asiento, la altura del techo...


todo es muy cómodo, y no hay lugar para nadie más.


Entonces miro por la ventana y veo "el paisaje": de un lado el frente de


 mi casa, del otro el frente de la casa de mi vecino... y digo: "¡Qué bárbaro


 este regalo! "¡Qué bien, qué lindo...!" Y me quedo un rato


 disfrutando de esa sensación.


Al rato empiezo a aburrirme; lo que se ve por la ventana es


 siempre lo mismo.


Me pregunto: "¿Cuánto tiempo uno puede ver las mismas cosas?"


Y empiezo a convencerme de que el regalo que me hicieron no sirve


 para nada.


De eso me ando quejando en voz alta cuando pasa mi vecino


que me dice, como adivinándome: -¿No te das cuenta que a este


 carruaje le falta algo?


Yo pongo cara de qué-le-falta mientras miro las alfombras y los tapizados.


-Le faltan los caballos - me dice antes de que llegue a preguntarle.


Por eso veo siempre lo mismo -pienso-, por eso me parece aburrido.


-Cierto - digo yo.


Entonces voy hasta el corralón de la estación y le ato dos caballos


al carruaje. Me subo otra vez y desde adentro les grito:


-¡¡Eaaaaa!!


El paisaje se vuelve maravilloso, extraordinario, cambia permanentemente


 y eso me sorprende.


Sin embargo, al poco tiempo empiezo a sentir cierta vibración en el


 carruaje y a ver el comienzo de una rajadura en uno de los laterales.


Son los caballos que me conducen por caminos terribles; agarran todos


 los pozos, se suben a las veredas, me llevan por barrios peligrosos.


Me doy cuenta que yo no tengo ningún control de nada; los caballos


 me arrastran a donde ellos quieren. Al principio, ese derrotero era


 muy lindo, pero al final siento que es muy peligroso.


Comienzo a asustarme y a darme cuenta que esto tampoco sirve.


En ese momento veo a mi vecino que pasa por ahí cerca, en su auto.


 Lo insulto: -¡Qué me hizo!


Me grita:-¡Te falta el cochero!


-¡Ah! - digo yo.


Con gran dificultad y con su ayuda, sofreno los caballos y decido


contratar un cochero. A los pocos días asume funciones. Es un hombre


 formal y circunspecto con cara de poco humor y mucho conocimiento.


Me parece que ahora sí estoy preparado para disfrutar verdaderamente


 del regalo que me hicieron. Me subo, me acomodo, asomo la cabeza y


 le indico al cochero a dónde ir.


Él conduce, él controla la situación, él decide la velocidad adecuada y


elige la mejor ruta.


Yo... Yo disfruto el viaje.


"Hemos nacido, salido de nuestra casa y nos hemos encontrado


 con un regalo: nuestro cuerpo.


A poco de nacer nuestro cuerpo registró un deseo, una necesidad, un requerimiento instintivo, y se movió. Este carruaje no serviría para


 nada si no tuviera caballos; ellos son los deseos, las necesidades,


 las pulsiones y los afectos.


Todo va bien durante un tiempo, pero en algún momento empezamos


a darnos cuenta que estos deseos nos llegaban por caminos un poco


 arriesgados y a veces peligrosos, y entonces tenemos necesidad


 de sofrenarlos. Aquí es donde aparece la figura del cochero: nuestra cabeza, nuestro intelecto, nuestra capacidad de pensar racionalmente.


El cochero sirve para evaluar el camino, la ruta. Pero quienes realmente


 tiran del carruaje son tus caballos.


No permitas que el cochero los descuide. Tienen que ser alimentados


 y protegidos, porque... ¿qué harías sin los caballos? ¿Qué sería de


 vos si fueras solamente cuerpo y cerebro? Si no tuvieras ningún deseo,


 ¿cómo sería la vida? Sería como la de esa gente que va por el mundo


 sin contacto con sus emociones, dejando que solamente su cerebro


empuje el carruaje. Obviamente tampoco podés descuidar el carruaje,


 porque tiene que durar todo el proyecto. Y esto implicará reparar,


cuidar, afinar lo que sea necesario para su mantenimiento. Si nadie


 lo cuida, el carruaje se rompe, y si se rompe se acabó el viaje..."


 


Jorge Bucay

 

Comentarios

Aún no hay comentarios. Iniciá una conversación acerca de este tema.


ARG

ARG

MUJER de 53 en Caballito

Me gusta leer , mirar películas o series ,caminar y la vida al aire libre. Hace

¿CONOCERLA?

NO

Más Mujeres
ARG

ARG

HOMBRE de 54 en Lanus

SOY UNA PERSONA HONESTA, TRABAJADORA, AL QUE LE GUSTAN LOS DEPORTES, LOS JUEGOS

¿CONOCERLO?

NO

Más Hombres

Salidas Grupales

Ver Todas

Últimas notas

Ver NUE+COMEN
Registrate y comenzá a conocer gente linda