AYER SE INAUGURO UNA ESCULTURA DE QUINQUELA.... Y LA VIMOS

INAUGURARON AYER EN LA VUELTA DE ROCHA UNA ESCULTURA DEL GENIAL PINTOR

Quinquela, con su bronce en La Boca
Además de pintar tuvo un fuerte compromiso social. Y donó 9 edificios donde hoy hay escuelas.

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TODO UN PRÓCER. EL BRONCE DE 4 METROS DE QUINQUELA CON ESPÁTULA EN MANO, AYER, TRAS LA INAUGURACIÓN.

Los hombres no valen por lo que tienen, ni siquiera por lo que son; valen por lo que dan". Con esta leyenda a sus pies, se inauguró ayer en La Boca el monumento al artista plástico Benito Quinquela Martín, acaso uno de los hombres que más hizo por la gente de su barrio.

Célebre por sus pinturas del Puerto -en las que plasmó la rudeza de la vida cotidiana de los estibadores-, Quinquela fue además consecuente con sus principios ideológicos, y donó 9 edificios a los hoy van cientos de chicos, como la Escuela Museo de Bellas Artes "Pedro de Mendoza", la escuela de Artes Gráficas, el Jardín de infantes y un lactario, entre otros. "Lo descubrí hace tres años. Conocía sus pinturas pero no sabía de su historia. Enterarme de su compromiso social me impulsó a este homenaje", dijo Walter Santoro, director del Museo Maguncia y promotor del monumento emplazado en la Vuelta de Rocha.

Obra del escultor Antonio Oriana, la figura de Quinquela Martín se encuentra de espaldas al Riachuelo y con una espátula en la mano. "Buscamos que mirara al museo y al colegio que donó porque preferimos resaltar su legado social", explicó Santoro. Sobre la espátula, "es una herramienta de albañil porque quisimos destacar su trabajo como constructor, como creador del barrio de La Boca".

"Mi bisabuelo trabajaba en los barcos, y mi papá tiene 82 años y todavía arregla los botes que cruzan a la Isla Maciel. Cómo no voy a venir a sacarme una foto con Quinquela, que es el artista que honra mi historia", preguntó Horacio Eusebi mientras sonreía a la cámara. "Este monumento es un orgullo y era una asignatura pendiente para el barrio", aseguró Sergio Pérez Fernández, hijo del también célebre pintor Pérez Celis y vecino de la Boca, hoy dueño de un estudio de diseño gráfico en el que fuera hace años el atelier de su padre, en la calle Zolezzi.

Los hacedores del monumento comentaron que cuando le mostraban la maqueta a distintas personas que conocieron al pintor, todos se emocionaban. Y que eso les dio la pauta de que iban por el buen camino. Luego de años de trámites municipales burocráticos y de audiencias públicas, bajo el agradable sol del mediodía, ayer, a 120 años del nacimiento del artista, celebraron su inauguración junto a los ministros porteños Hernán Lombardi (Cultura) y Diego Santilli (Espacio Público).

"Ya está, es un hecho", aseguró Santoro. A la vera del Riachuelo, un Quinquela de bronce, con su clásico moñito y mameluco mirará todos los días los colores intensos de un barrio trabajador que atesora en sus matices gran parte de la historia de Buenos Aires.

ana perciavalle