La Pena de Muerte. Por María Elena Walsh.


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@MARIAMSEXI

20/03/2009#N25774

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La Pena de Muerte

por María Elena Walsh



   Fui lapidada por adúltera. Mi esposo, que tenía manceba en casa y fuera de ella, arrojó la primera piedra, autorizado por los doctores de la ley y a la vista de mis hijos.
    Me arrojaron a los leones por profesar una religión diferente a la del Estado.
    Fui condenada a la hoguera, culpable de tener tratos con el demonio encarnado en mi pobre cuzco negro, y por ser portadora de un lunar en la espalda, estigma demoníaco.
    Fui descuartizado por rebelarme contra la autoridad colonial.
    Fui condenado a la horca por encabezar una rebelión de siervos hambrientos. Mi señor era el brazo de la Justicia.
    Fui quemado vivo por sostener teorías heréticas, merced a un contubernio católico-protestante.
    Fui enviada a la guillotina porque mis Camaradas revolucionarios consideraron aberrante que propusiera incluir los Derechos de la Mujer entre los Derechos del Hombre.
    Me fusilaron en medio de la pampa, a causa de una interna de unitarios.
    Me fusilaron encinta, junto con mi amante sacerdote, a causa de una interna de federales.
    Me suicidaron por escribir poesía burguesa y decadente.
    Fui enviado a la silla eléctrica a los veinte años de mi edad, sin tiempo de arrepentirme o convertirme en un hombre de bien, como suele decirse de los embriones en el claustro materno.
    Me arrearon a la cámara de gas por pertenecer a un pueblo distinto al de los verdugos.
    Me condenaron de facto por imprimir libelos subversivos, arrojándome semivivo a una fosa común.
    A lo largo de la historia, hombres doctos o brutales supieron con certeza qué delito merecía la pena capital. Siempre supieron que yo, no otro, era el culpable. Jamás dudaron de que el castigo era ejemplar. Cada vez que se alude a este escarmiento la Humanidad retrocede en cuatro patas.



aparecido originalmente en Clarín, 12 de setiembre de 1991

 

 

Comentarios

@MABE

20/03/2009



Con perdón de los seres con cuatro patas.

Excelente texto, Mariam

Besooos, Mabel  
@AGUSTIN

20/03/2009



Si leo esto en casa y en voz alta, Mel, nuestro perro, me mirará con cara de pocos amigos... cuando no tiene ninguno el feroz pichicho. El hombre es el lobo del hombre, su propio depredador, no lo dudo.

Al margen. Esta mañana estuve en la biblioteca de la escuela del barrio pues llevé dos bolsas de libros para donar. Recordé con la nueva bibliotecaria, una chica muy entusiasmada con lo suyo, el origen del nombre de la biblio y sala de lectura. La emoción más grande fue ver la larga cola de chicos que estaban para pedir libros prestados.

Hace unos diez u once años con un grupo de vecinos colaboramos con esta biblioteca de la escuela a la que concurrían mis hijas. Ayudamos a la bibliotecaria a tener un salón con mobiliario y libros suficientes. Cuando llegó el momento de ponerle nombre coincidimos en el mismo: María Elena Walsh. Nos pusimos en contacto con ella quien de inmediato aceptó nuestra propuesta asumiendo el compromiso de donar diccionarios -la biblioteca de María Elena está formada en su mayoría por ellos-.

Las autoridades del Consejo Escolar -uno de sus miembros era el ex quinielero del barrio- nos respondió que no era posible ya que María Elena... debía estar fallecida. Como la solución no era pasarla al más allá elegimos un nuevo nombre, el de "Aire Libre", el mismo que tiene mi emprendimiento. María Elena cumplió con su palabra.

¡Felicitaciones por el texto elegido!

Agustín:)