Crónicas de un Ocaso

Cinco de Noviembre 2007, vísperas de tus cumpleaños
quien diría, ya casi tienes 36 años.
Si parece mentira, que fue ayer,
que te regalaba estrellas en el cielo
y te llevaba de la mano.

Recuerdo que escribía versos,
en tu nombre inspirados.
Y como hermanos siameses,
nuestras vidas se juntaron.

Empecé a escribir estas palabras
Sin pensar en lo que hemos ganado
O en lo que hemos dejado.

Siempre dije que tenia miedo,
de que un día se me acaben las palabras
y no pueda ya decirle lo que siento
con tres palabras blancas

Pensaba que llegado ese día,
seria como un hombre errante,
sin nada que decirte, sin nada que contarte
como un libro sin hojas,
como un poeta sin versos,
sin forma alguna de encontrarte.

Y la verdad es que; así me siento hoy,
como hojas que lleva el viento, olvidado...

Y ya no quiero analizarme,
ni pensar que se fue perdiendo.

Poco a poco fui dejando que
las responsabilidades del hombre
valla matando al muchacho,
que te regalaba ositos de peluches.
y escribía versos en tu nombre.

He matado a la niña caprichosa
que me ganaba con una mirada y una sonrisa
Te he convertido en la mujer adulta,
de mirada profunda, de frente marchita.

Y es que cada uno fue asumiendo roles,
has dejado de ser novia para ser esposa,
has dejado de ser amante para ser madre.
Y la casa, los chicos, las cuentas, la rutina
y las cosas que nos separaban día a día.

Y uno siempre luchando para salir del poso,
sin darse cuenta que en su lucha se cavaba otra tumba
y no se cuando fue, solo se que cambiamos.


A veces pienso que es irreversible.

Sin darnos cuenta fuimos cómplices del fracaso,
Acentuando los defectos,
llegando a este desencanto.

Hoy miro hacia atrás y no sabes que pena me da
Verte escondida escribir mensajes que no debo leer.
Te miro y me respondo que mis manos,
no te pueden contener,

Que mis palabras las lleva el viento,
Que todo pasa deprisa, y....
Que ya no puedo darte lo que tu corazón necesita.

 

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