el sueño (continuacion)


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Escrito por
@TXEMA27

09/10/2007#N17930

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IV

Javier despertó sudando por todos lados, sintiendo un fuerte dolor en el pecho que no le dejaba respirar y hacia que sus exhalaciones fueran entrecortadas. Pero una mano apretaba fuerte la suya, entre preocupada, asustada y autoritaria, pero nada tranquilizadora y de cariño. Javier se sorprendió al girar su cabeza a la izquierda y ver a Marta. Esperaba francamente que no fuera ella y fuera otra, pero no, no lo era, no era Estrella. Se rompieron las miradas y el silencio entre ambos, parecían dos extraños que se acababan de encontrar dándose la mano y no sabían por que. Javier sentía desazón y Marta...francamente Marta estaba asustada.
- ¿Pero qué te pasa? ¿se puede saber a que viene todo eso? Tu estas muy mal de la cabeza, ¿eh?
- No, cosita, solo fue un mal sueño y me desperté alterado.
- Joe, no sería tan malo, si era yo seguro que estaba genial aunque conociéndote con todo lo que me quieres- y torció el gesto a modo de mueca cómica.
-No, no, ni mucho menos, ya sabes que para mi eres la mejor y la mas guapa, mi reina. Pero es que verás...
Javier le contó a Marta todo el sueño, de principio a fin sin omitir detalles, como siempre hacia, lo contaba todo. A veces era un poco bocas y contaba cosas que no debía, salvo cuando Marta le advertía que no dijera esto o aquello. Javier contaba la historia con entusiasmo, como un niño que ha descubierto un escondite secreto con un tesoro apetecible para todo niño, una caja llena de chuchearías. Marta miraba casi indiferente a Javier y de vez en cuando hacia muecas de desaprobación y pocas veces reía. Lo único que preguntó Marta fue que quién era esa Estrella, y Javier no la supo responder. Cuando acabó, Marta lo único que hizo fue levantarse sin decir nada y vestirse mientras contaba no se que de su trabajo y a pesar de que Javier estaba interesado en todo lo que Marta le contara ella no parecía demasiado receptiva a lo que le contaba Javier, mas bien parecía indiferente a todo aquello que no la interesara, todo aquello que no le servía.
Javier se quedó en la cama un buen rato más mientras Marta iba a ducharse y por fin se levantó, un tanto desconcertado viendo la reacción indiferente de Marta. Pero no le importaba, estaba con ella y eso ya le hacia feliz, no se había levantado sólo aquella mañana de Abril. Si que se preguntó que le podía pasar a Marta con el, porque no le interesaba lo que el tenia que decir sobre su trabajo o sobre lo que le había pasado, o sobre sus amigos (que hay que decir que no eran los mismos), a Marta no le interesaban demasiadas cosas sobre Javier, solo saber que el estaba allí, que el la quería y ella tenia cierta seguridad.
Javier se puso la primera ropa que pilló de la silla y se encaminó a la cocina. Marta no decía nada. Preparó desayuno para dos mientras Marta salió de la ducha y se fue a la habitación para cambiarse. Javier quiso darle una sorpresa con el desayuno en la habitación, con una rosa en la bandeja, una rosa que el sábado había comprado a un chino en la Discoteca, aunque no recordaba muy bien aquella noche, sólo recordaba que al final no le dio la rosa a Marta. Pero Marta al verlo entrar le dijo que qué es lo que hacia con el desayuno allí, que lo llevara al salón, a ver si iba a marchar algo. Javier no se rindió y dejó en desayuno sobre la mesilla mientras se acercó a Marta por detrás. Empezó a besarla por el cuello y a tocarle la espalda con la yema de sus dedos. Marta mientras tanto solo intentaba zafarse de aquellos besos y de las intenciones de Javier. Javier no sabia que hacer, ni que decir, solo sabia decir "Te quiero".
Marta simplemente se separó y comenzó a vestirse y Javier se quedo allí clavado, mirándola a través del espejo y preguntándose aquello que hacia mal o que no hacia, había preparado un desayuno, había estado genial la noche anterior, quizás no había expresado sus sentimientos o no sabia como hacerlo, su modo de expresarlo siempre fue con hecho no con palabras, pero Marta siempre le insistía en que se los contara. Estaba en estos pensamientos cuando Marta ya había acabado de vestirse y le dijo: A ver, tío, es que como eres, la misma ropa de anoche y sin duchar, eres un guarro, a mi ni un beso si no te cambias, eh!! y se fue al salón a desayunar. Javier se quedo de piedra, a veces no entendía nada, se sentía utilizado, incomprendido, e incluso sentía que Marta no le quería y solo jugaba con él. Pero se forzaba a pensar que ella era así, que era joven y que ya cambiaría, pero no cambiaba, y Javier seguía ahí aguantando. Pero aquella mañana las palabras le habían sentado mal, se podía decir lo mismo con otras palabras: "cariño, por favor, dúchate y ahora desayunamos juntos, te quiero", hubiera sido mas fácil y mas bonito.
Javier cruzó el comedor para ir a ducharse y Marta ya estaba desayunando mientras encendía la televisión. Javier entró en la ducha pero aquella mañana no canturreaba como otras, se le había quitado el ánimo. Pero ahí estaba él, enamorado, ciego y con el pelo enjabonado. De pronto oyó a Marta abrir la puerta de la casa y salir. Javier se quedó de piedra bajo el agua, con la boca abierta pensando que había sido eso, esa reacción, ese modo de actuar, no lo entendía. Si se hubiera portado mal con ella, si hubiera sido grosero, si simplemente no la hubiera atendido bien... Pero el aun así se auto culpaba de lo que había pasado, pensaba que había hecho algo malo. Salió más triste aun de la ducha y se encaminó al salón a tomar su desayuno en albornoz frente a la televisión y se dio cuenta que solo quedaba en la bandeja su café con leche y la rosa que con tanto cariño había dejado y eso le hizo llorar, se la había despreciado y eso le dolió en el alma, tanto daba y nada recibía. Tiró la rosa al suelo y la piso con rabia mientras una lágrima caía al café salándolo.
Javier no tomó nada, intentaba comerse sus penas y su amor a bocados enormes, se le mudo la sonrisa por la fuerza de sus vientos. Pensó que ella no le merecía, que ella se lo perdía, que la dieran, de verdad, no quería saber nada más de aquella chica tan indecisa que necesita aclararse consigo misma. Recordaba aquella vez que le dijo que se fueran a vivir juntos y ella dijo que si, pero se dio cuenta del error de aquella mudanza, ni siquiera ella pensaba que era buena idea, pero como Javier estaba tan contento...
Esto fue pensándolo mientras salía de casa y se encaminaba al trabajo, trabajando se le veía agotado como ansioso, mirando continuamente el teléfono y el reloj. A la hora de comer regresó a casa y encontró todo igual, sin recoger, con los vasos del desayuno sobre la mesa, el fregadero lleno y la cama sin hacer con la ropa sucia por el suelo. Pero Javier no podía, no se sentía ni con animo ni con fuerza para recoger aquel desastre de piso, así que se hizo algo rápido de comer, se sentó a la mesa mientras veía las noticias (Marta las odiaba) y allí dejó el plato y se tumbó en el sofá quedándose dormido. despertó con la hora justa para llegar a trabajar y Marta no había venido a comer, no estaba allí ni siquiera para hablar y Javier salió de casa con la mano en los bolsillos.
La tarde pasó igual, triste y tediosa, como una película de blanco y negro estropeada. No había recibido noticias de Marta en todo el día pero sabia que algo le pasaría. Y estaba en lo cierto, cuando llegó a casa allí estaba Marta sentada en el sofá viendo la tele y en pijama:
- ¿Qué tal hoy en el trabajo? (era una simple pregunta para romper tensión, no había un interés).
- Bien, hoy no hemos hecho mucho- contestó Javier mientras se quitaba la chaqueta.
En el fondo se le había alegrado el corazón al ver a Marta allí.
- Y tu ¿qué tal?
- Bueno, bien, como siempre, ya sabes, los niños que son unos trastos.
- Bueno, ¿has cenado?
- No, te esperaba, pero primero hay que recoger todo esto.
Recogieron el salón, fregaron los cacharros y Marta empezó a hacer la cena mientras Javier se fue al sofá a descansar, estaba muy cansado, no tanto por el esfuerzo sino por el aburrimiento y el abatimiento. Al rato Javier se levanto y fue a la cocina, tenían que hablar. Pero Marta no hablaba, solo le pedía a Javier cosas para ir cocinando. sin hablar demasiado salvo algo frugal sobre la comida o sobre el trabajo fueron a cenar al salón. Cenaron en silencio mientras Javier hacia un esfuerzo por sonreír, pero le era prácticamente imposible viendo a Marta así. Cuando acabó Javier se levantó y se dejó caer en el sofá sin tocar un plato. Marta terminó y recogió su plato que lo llevó a la cocina y volvió al salón sentándose en la otra punta del sofá. al poco Javier se levantó sin decir nada y cogió su plato, cubiertos y baso y los llevo a la cocina. Abrió el congelador donde tenia una sorpresa para Marta. Sacó la caja de trufas heladas y las puso a su espalda.
- Marta, ¿quieres algo de postre?
- Si, un bombero cachas (esto puso a Javier un tanto mosqueado a pesar de saber que no lo decía en serio)
- Jejejeje, no, me refería a algo que te gusta muchísimo
- Pues ya, un bombero cachas
- No tonta, esto
- Ay!!!! trufitas, gracias. lo dijo con su carita de niña que tanto emocionaba a Javier que por fin sonrió
A Javier no le gustaban especialmente las trufas pero por ella siempre las compraba para darle un buen postre después de comer o cenar. Le encantaba verla feliz y disfrutando de lo que a ella le gustaba, lo malo es que el no disfrutaba de lo que a el le gustaba, se cortaba a si mismo las alas para la libertad tapando sus propios gustos. Pero era feliz viéndola feliz, su afición se había convertido en hacerla feliz y cada vez intentaba superarse en los detalles, pero a veces no parecían suficientes para Marta. Javier había abandonado sus propios caprichos por dárselos a ella y el muy de vez en cuando recibía algo, aunque con un simple beso se hubiera conformado, un abrazo para el era casi un exceso de Marta, pero le gustaba tanto.
Aquella noche Javier tenia ganas de sexo, sobre todo a partir del punto en el que la conversación fue a mejor y ya se reían juntos. Parecía como si nada hubiera pasado aquel día, como si intencionadamente ambos hubieran guardado sus rencores y ya no existieran. Pero seguían ahí, escondidos en el medio corazón de Javier y el uno y medio de Marta. Javier le había dado parte de su corazón para estar siempre con ella, había sacrificado parte de su vida por estar con ella y Marta guardaba aquella mitad que se iba deshaciendo en la bulliciosa corriente sanguínea, iba desapareciendo con el paso de los días, diluyéndose en su sangre y desapareciendo del cuerpo de Marta y huyendo con el agua de los retretes. Pero Javier no lo sabia, dependía de ella, de que su corazón latiera siempre, como en aquel momento en el que no había preocupación que les ensombreciera los rostros. Javier no se daba cuenta de que había desaparecido del corazón de Marta y se aferraba a una tabla en aquel mar a punto de desatar una tormenta, intentaba lo que fuera por salvar la situación y que la relación fuera adelante aunque no fuera posible, marta se alejaba a pesar de que ahora se estuvieran besando.
Poco a poco el ambiente se calentó y Javier le dijo: "quiero tardar una vida entera en hacerte el amor", ella sonrió, apagaron la tele y se fueron a la cama, encendieron unas velas y se abrazaron desnudos y se besaron apasionadamente. Javier estaba realmente caliente y necesitaba hacerlo con Marta, pero ella no le dejaba, ella no le dejaba hacer las cosas que a Javier le gustaba hacerle y que a ella siempre le gustaron. Javier extrañado le preguntó lo que pasaba pero ella le dijo que nada, solamente que no le apetecía. Javier quedo muy triste y desconcertado. Se acercó a ella que le había dado la espalda en la cama y se había puesto en posición de dormir, la beso en la mejilla y ella le sacó el brazo diciéndole: me haces daño, joder. Javier no pensó y dijo: Te quiero y de ella solo llegó un leve y soñoliento: yo también. Javier hacia mucho que no oía un Te quiero, y mas un Te quiero sincero, y no digamos un Te amo. Lo mas bonito que Marta le había dicho últimamente era: cabronazo que bien lo haces!! pero a veces eso para el era suficiente. Se levantó y apagó las velas. Después entró en la cama y intentó abrazarla para dormir, pero ella le pidió que no porque tenia calor así que tristemente Javier sólo tubo la opción de girarse y darle la espalda a Marta e intentar dormir, pero solo pensaba, pensaba de nuevo que había hecho mal, pensó si la razón era que olía mal o que no estaba bien lo que hacia. La verdadera razón es que Marta no tenia ganas pero había otras maneras de decirlo, mas suaves, mas agradables. Normalmente Javier decía: no pasa nada, cari, no importa. Otras veces ella cedía aunque no tenia ganas de nada para que Javier se estuviera ya quieto.
Javier pensaba y una lágrimas rodaban por sus mejillas y estaba reprimiendo el llanto profundo que había en la mitad de su corazón. No sabia si despertarla y hablar con ella, no sabia si directamente dejarlo o simplemente seguir luchando sin frutos, a lo mejor mañana por la mañana todo será diferente y ella estará radiante y enamoradísima, pero el dolor le oprimía el pecho y recordó el sueño de la noche anterior, recordó su corazón atravesado por un hierro y el dolor que eso le hizo sentir y recordó el rostro de Estrella. Se deslizó de la cama y cogiendo una manta fue al salón y en el sofá se tumbó viendo la televisión. Y por fin pudo llorar con ganas, sin miedo a despertar a Marta, sin miedo a que lo vieran, llorando para despejar el nudo, llorando para no sentirse tan sólo, llorando para reprimir las miles de gilipolleces que se le ocurrían y que no hacían mas que alejar a Marta de su lado. Lloró viendo la tele, su mejor compañía a la hora de dormir, lloró hasta dormirse profundamente.

Tititititititititititititititititititititititititi


V

Estrella se levantó con un fuerte dolor de cabeza y no recordaba nada de la noche anterior. Una fuerte luz entraba por la ventana aquel primer día de Mayo y con los ojos medio cerrados comprobó la hora que era, más tarde de la hora de la comida. Notó una leve presión en el pecho cuando un bulto enterrado en el edredón se movió y puso su brazo sobre ella. No recordaba nada, ¿cómo podía ser eso? Intentó recordar con esfuerzo, por el dolor de cabeza, y sólo le venían imágenes de Javier a la mente, un Javier distinto.
Antes de levantarse de la cama miró a su alrededor, ya había adaptado la vista a la luz de la tarde. Se sorprendía de si misma por haber dejado la persiana subida. Miró en torno de su habitación y sólo veía desorden, ropa por el suelo, por todos lados, ella y de otra persona que no era ella. Se incorporó para levantarse y no dejaban de venirle a la cabeza imágenes de Javier, de un concierto, de miles d risas, imágenes incoherentes, lugares que desconocía. Pensaba que quizás todo había sido un sueño.
La habitación apestaba a alcohol y suciedad y el brazo que asomaba bajo el edredón no se movía. Ella no reconocía aquel brazo salvo por la pulsera de cuero que estaba en su muñeca, le recordaba mucho a una que tenía David que compró en un mercadillo medieval. Pero sabia que él no era, ya hacía mucho que lo habían dejado y se estaban alejando, ya casi no hablaban. Pero Estrella tampoco se molestó en saber a quien pertenecía aquel brazo, solo miro sus manos, con las uñas largas y suciedad, no podría haber sido David.
Ella se notaba sucia y que necesitaba una ducha con urgencia y no tenía tiempo para mirar quien era su compañero de cama. Así que se levantó notando que estaba totalmente desnuda. A ella nunca le gustó enseñar su cuerpo, sólo David la había visto totalmente desnuda y quizás ahora también el dueño de aquel brazo que ya descansaba sobre el colchón. Se levanto rápidamente y cogió su albornoz, salio por la puerta de su cuarto y se encaminó a la ducha sin pensarlo mucho, buscando refrescarse y quitarse aquel agobiante dolor en sus sienes.
Después de una ducha refrescante y pasar mas de media hora bajo el agua, salio dispuesta a secarse. Pero cual fue su sorpresa al ver allí de pie, desnudo y despeinado, haciendo sus necesidades a Javier, un Javier que no reconocía de sus sueño, un Javier extrañamente sonriente con una mueca picara en la cara.
- ¿qué, reina, alucinando, no? ¿a que nuca habías visto algo así?
Estrella estaba alucinada y no supo como reaccionar al descubrir al extraño dueño que brazo que estaba en su cama. se quedo petrificada, enganchada a las cortinillas azules de la ducha mientras Javier la miraba, ambos desnudos. Estrella al fin reaccionó cogiendo rápidamente el albornoz que había dejado al borde del lavabo y poniéndoselo rápidamente lo anudo fuertemente a su cintura mientras salía de la ducha.
- ¿Pero tu quien eres? preguntó ella aun sabiendo que era Javier, el chico que aparecía en algunos de sus sueños.
- Pues soy Javier, nos conocimos anoche en un concierto de Marwan, no lo recuerdas.
Estrella intentaba recordar todo lo que había sucedido la noche anterior, es mas, se tubo que remontar incluso al día para recordar algunas cosas. Sabia que había quedado con sus amigas al salir de clase para ir por la noche a tomar algo y a un concierto de Marwan. Recordaba haber cenado y haber ido al concierto el la calle Libertad. Recordaba haber bebido mas de un ponche y ahí empezó a nublársele la memoria, no podía recordar mucho más, sólo una cosa mas, haber dado fuego a un chico en la puerta del local después del concierto. Le fastidiaba enormemente no poder acordarse de las cosas.
Estrella salio del baño dejando allí a Javier con sus cosas y fue a su habitación para vestirse rápidamente con lo primero que encontró limpio en el armario. Cuando volvió a ver la habitación sintió repugnancia de si misma y de Javier y podía imaginar sin mucho esfuerzo lo que allí había pasado. No quería ni pensar que se había acostado con aquel retazo de hombre que tan poco se parecía al Javier que recordaba de sus sueños. Recogió la habitación como pudo con cierta repugnancia a veces y cuando estaba acabando entro Javier desnudo en la habitación. Seguía despeinado y con barba de varios días. Se dejó caer sobre la cama y empezó a mirar a Estrella y a decirle cosas mientras Estrella intentaba pasar de aquellas palabras soeces y de aquel personaje, aquel cuadro abstracto de Javier. No reconoció en el la sensibilidad, ni tampoco el buen comportar que había visto en sus sueños, no veía la conversación fluida, ni la sonrisa sincera y sin malicia, ahora no veía a un Javier amable sino a un despojo de hombre, sucio, mal educado y quizás aprovechado de ciertas circunstancias.
- Mira tío, deja de decir tonterías y vístete un poco, joder
- Joe reina, ¿con lo bien que lo pasamos anoche y ahora me tratas así?
- No se que paso anoche colega pero estoy segura que no me gustas nada, de nada.
- Pero si anoche me decías que me querías, que me habías estado esperando toda tu vida, que era yo lo que tu soñabas
- Estaría borracha, tío, anda, levántate, vístete, y vete al salón que ahora me tienes que contar muchas cosas.
Javier se levantó un poco flipado también, pero en silencio se vistió. No entendía nada, nada de nada, ¿donde estaba la Estrella que anoche le amaba con locura? Había desaparecido con el sol. Estrella arregló la cama, recogió su ropa y colocó las cosas de su habitación. Se quedó unos minutos pensando en que quizás su propio sueño la había traicionado anoche y con el alcohol había visto a Javier y resulto no ser como el de su sueño, quizás había conocido a Javier, se había emborrachado y había soñado que era el hombre perfecto para ella pero al despertar le vino la realidad, la dura realidad de colores grises y fríos en contra de sus sueños rosas y calidos.
Estrella se dirigió al salón en busca de Javier, el cual andaba como Pedro por su casa, se había preparado un desayunito que se había llevado al salón y que estaba comiéndose mientras veía la tele tumbado en el sofá. Estrella se quedó alucinada, ni permiso la había pedido para aquello y se estaba zampando la comida de ella y sus padres, no podía creer lo que veía y menos podría creer lo que oía:
- eh reina, por fin viniste, aquí estoy desayunando, ¿quieres un poco?- quieres un poco, pensó, pero si es mi comida, cabrón, eso lo tendría que decir yo.
- No gracias, dijo, Estrella, no tengo hambre
- bueno, pues ven a sentarte aquí conmigo. Primero tendrás que sentarte, no piltrafilla, pensó Estrella.
Estrella se sentó en el sillón de al lado y miró a Javier durante un largo tiempo. A pesar de saber que en sus sueños aparecía como el hombre perfecto ahora no lo veía, ahora le repugnaba totalmente la actitud y formas de aquel chico, por sus suciedad, por su grosería, por estar tumbado en su sofá y por comerse su comida. Ya no era nada guapo, no le parecía ni medianamente atractivo, ya no recordaba porque le había gustado tanto en aquel sueño. Intentaba recordar lo que había pasado anoche mirando a Javier, pero no había manera, nada le venia a la mente, nada podía recordar. Salió al pasillo, cogió el móvil del bolso y vio que tenia unas 10 llamadas perdidas, 9 eran de Esperanza y María y otra de David.
David, su, David, ¿qué querría? no sabia que hacer, algo la puso muy nerviosa. Enseguida llamó a María para contarle que estaba bien y todo lo que la había pasado aquella mañana y a ver si gracias a ella podía recordar lo que había pasado durante la noche. María no le supo contar porque no la había pasado con ellas. Después del concierto le contó que se estaba muy pedo y que se había quedado en la puerta del Libertad con un chico hablando, desde entonces no sabían nada de ella a pesar de haberla estado llamando toda la noche. También le contó que se habían encontrado con David en Huertas y que les había preguntado por ella y no supieron que decir de donde andaba o que hacia, solo que se había quedado con un chico. Después de colgar a Maria tubo tentaciones de llamar a David, pero no lo hizo.
Volvió al salón donde Javier yacía placidamente esperando quizás a que Estrella volviera a los cauces de anoche, pero ella no volvió. Se sentó muy seria en el salón y se puso a ver la televisión de modo indiferente y serio. Javier la miraba de reojo y se preguntaba que la pasaba, pero tampoco se lo preguntó mucho, se decía a si mismo que las tías eran así, porque su ex era así y que ya se le pasaría y no se preguntó nada más. Estrella no veía la tele, solo esperaba que Javier la dijera algo, pero no podía esperar mas, necesitaba saber muchas cosas como por ejemplo lo que había pasado en la noche, que sentía, como se sentía Javier, necesitaba repuesta a las preguntas de su mente, necesitaba volver a reírse y no estar seria como estaba ahora.
- ¿que te pasa? dijo al fin Javier
- A mi nada, ¿y a ti?
- Te veo rara, joe, estas muy seria, venga cuéntame
- No, cuéntame tu que tienes mucho que contarme
- Y que quieres que te cuente
- Por ejemplo lo que pasó anoche
- ¿que pasa? ¿que no te acuerdas de nada? bueno, pues te cuento
Javier le contó como habían coincidido en el concierto de libertad, ella se acercó a el muy pedo y el pensó que había ligado ya. Estuvieron bebiendo unos cubatas de aquí para allá y ella estaba muy cariñosa, sonriente y le decía a Javier lo maravilloso que era, que era el hombre de su vida y que ya David pertenecía al pasado. Le contó que ella se había tirado toda la noche hablando de cualquier cosa mientras el solo la escuchaba, se reía y asentía. Que después la acompañó a casa en Alonso Martínez y que como ella no podía subir sola porque no podía abrir las puertas la subió a casa y la costó y que allí ella se le tiro al cuello y acabaron acostándose.
Estrella no decía nada después de la historia que Javier le había contado, no podía creerse eso de si misma, esa ceguera, esa borrachera, no podía creer que dijera e hiciera esas cosas con aquel despojo de hombre. Pero todo era posible. Ella le pregunto a él mas cosas como por ejemplo como se sentía, lo que quería, que sentía por ella y cosas de su vida y de como era. El solo le dijo que trabajaba en una oficina de un servicio financiero, que hacia poco que lo había dejado con una chica que se llamaba Marta que era muy parecida a ella y poco mas. No hablo de lo que sentía porque según el no sentía nada, solo que estaba muy a gusto a su lado. Se hacia el silencio y vuelta a las preguntas, a Estrella le molestaban mucho los silencios, no se acostumbraba a ellos.
Después de una hora Javier seguía ahí tumbado en el sofá como indiferente a lo que le decían y mirando la televisión, sin recoger lo que había puesto encima de la mesita de café, tan y como cayó cuando llegó al salón, y Estrella estaba ya a punto de explotar, y vamos que explotó. Se levantó al fin furiosa y le pidió a Javier, amablemente que por favor limpiara aquello, recogiera sus cosas y se marchara, no quería volver a verlo. Realmente Javier había decepcionado muchísimo a Estrella ya que el no era ni mucho menos la persona que ella esperaba, ella quería algo mejor que David, pero sabia que era difícil que lo encontrara. Se dio cuenta en aquel instante que David lo era todo y nunca podría estar con otra persona que no fuera el. Se dio cuenta de que lo amaba y a Javier lo odiaba hasta el extremo.
Cuando Javier salió por la puerta con todas sus cosas, ella cerró la puerta y se sentó en el pasillo a llorar primero por lo que había sucedido aquella noche y después porque echaba de menos a David. Ya estaba oscureciendo y estaba sola en casa sin compañía y llorando por la única persona a la que amaba, y la única persona que sabia que no la iba a fallar. Ella no necesitaba otra persona, y menos un Javier en su vida, ella necesitaba reír y pasarlo bien, necesitaba un David a pesar de los pesares, a pesar de como era David.
Estrella cogió el teléfono, necesitaba contar cosas, y reír un poco, así que llamo a Maria. Después de una larga conversación donde hubo lagrimas y risas colgó el teléfono. Era ya de noche y estaba hambrienta. Recordó que no tenia el teléfono de Javier ni él el suyo lo cual la alivió porque sabia en su corazón que no lo volvería a ver, quizás en algún concierto de Marwan pero no volvería a entrar en su vida. Comió algo pero algo la apretaba el corazón y era el recuerdo de David. Cogió el teléfono y marcó su número
Ring..... Ring...... Ring...... (se le hacia eterno) Ring...... Ring...... Ring...... Clock: ¿Diga?




VI


Javier estaba ansioso aquella mañana. Había quedado con Marta en una cafetería del centro. Para el era importante verla, saber que estaba bien y todo iba bien, y ya de paso solucionar su relación. Javier no sabia ni que iba a hacer ni que iba a decir, toda su ansia era verla y después improvisar la conversación y la situación.
Andaba con un aire desgarbado, como sin ganas por llegar, un tanto nervioso y un mucho de despistado. De pronto se encontró en la puerta de la cafetería, indeciso y nervioso. Se encontró ante la puerta, con su chaqueta vaquera, su camiseta vieja y sus vaqueros. se encontró delante de la puerta con el corazón dentro de una bolsa blanca de la compra...
Marta ya había insinuado mas de una vez que había cosas de Javier que la desagradaban, ya incluso desde el principio y es que Marta era un tanto peculiar.
Para empezar, Javier había sido su primer novio; si, se había liado con otros chicos, pero nada serio y duradero. Ella era muy joven cuando empezó con Javier y su experiencia en las relaciones de pareja era mas bien escasa. Sólo con el tiempo se dio cuenta lo difícil que resultaban estas cosas. Esta inexperiencia la hizo madurar más rápido de la cuenta en el amor y también frustrarse demasiado pronto.
La visión del amor de Marta dependía en el noventa por ciento de las ocasiones de cuanto cuadraba Javier en su estereotipo de príncipe azul. Cuando Javier aparecía radiante le quería con locura, cuando Javier se abandonaba no podía ni mirarle a los ojos y ya no se sentía enamora a pesar de que no podía vivir sin el. Esta misma variación también se daba en sus actos igual que en el aspecto y era muy fácil que las cosas malas que hacia Javier pesaran mas que las buenas, ligeras como plumas. Puestas en una balanza, Javier tenia que hacer diez cosas buenas para superar una mala. Y Marta solo venia a acordarse de las malas.
Marta no era mala chica, solo había despertado demasiado pronto y se había dado cuenta de que Javier no era un príncipe azul lleno de perfecciones, había visto la realidad y el color grisáceo de muchas de las relaciones personales que tenemos durante nuestra vida. No era difícil saber cuando Marta no deseaba ver a Javier, eran esos momentos en los cuales no había ni besos ni abrazos, eran esos momento incómodos en silencio, eran esos momentos en los que piensas: " que desagradable es estar con esta persona".
A Marta le incomodaban mucho este tipo de momentos en los cuales el silencio llenaba el aire, al contrario que a Javier. Ella en esos momento pensaba y se decía a si misma cosas, se preguntaba que era lo que a Javier le preocupaba, o que pensaba Javier, o que sentía, ella pensaba que Javier no tenia nada que decirla. Pero Javier tenia muchas cosas que decir, pero el solo callaba para mirarla. Javier no era muy hablador, la verdad, y menos de sus sentimientos a pesar de amar con locura a Marta, pero le era demasiado difícil descargar su corazón con palabras y solo sabia decir: "te quiero", "te amo", "te hecho de menos" y " no puedo vivir sin ti". Todas estas cosas eran verdad, por supuesto, pero siempre le faltaba emotividad. Marta no soportaba la indolencia de Javier, quería que acompañara el "te quiero" con un "por esto...., por esto,....y por esto".
Otra de las cosas que Marta no soportaba de Javier era su ropa, la mayoría vieja y raída, con bolas de tantos lavados, camisetas viejas que le afeaban. Ella habría preferido otro estilo, otra manera, pero el seguía aferrado a sus viejas camisetas. Además esto lo acompañaba con un desden en la limpieza tanto de la casa como de si mismo y Marta odiaba lo que no olía a limpio y lo que de aspecto no estaba limpio, así que Marta solo estaba a gusto con el cuando olía a limpio. Desde luego este era uno de los grandes problemas de la relación. De hecho Marta nunca hubiera podido vivir con el en esas condiciones y estaba harta de intentar cambiarlo.
Marta tenia un problema de comunicación, no decía a Javier esas pequeñas cosas que tanto le molestaban, y cuando las decía lo hacia de tal forma que enfadaba a Javier sin pensar en las consecuencia, a Javier nunca le gustó que le ordenaran las cosas, le mandaran como si el debiera obedecer. Si quizás lo hubiera dicho mas suavemente, o con otras palabras y otro tono, el efecto no hubiera sido el mismo.
Otra de las características de Marta y que a Javier lo tenían loco era que no sabia decidirse con los sentimientos. Ella misma muchas veces reconocía que no sabia lo que sentía, muchas veces por culpa de Javier, muchas veces por culpa de si misma, su juventud, o simplemente porque no sabia lo que deseaba con aquella relación.
Si es verdad que Javier tenia muchas cosas buenas, era amable, era atento, era cariñoso, siempre tenia una respuesta o siempre estaba dispuesto a ayudar cuando se le pedía. Muchas veces Javier tubo la sensación de estar siendo utilizado, eran aquellos momento en los que Javier no sabia tampoco lo que sentía por Marta, pero la mayoría de las veces Javier lo hacia por amor, no le importaba a que hora fuera o las horas que le llevara hacer un trabajo, el estaba encantado de hacerlo por Marta, de ayudarla. Y Javier a veces tenia la sensación de no ser recompensado, no obtenía el premio de su esfuerzo que muchas veces solo consistía en poder ver a Marta y besarse apasionadamente. De hecho Javier pensaba que esas buenas acciones suplirían todo lo malo que tenia.
Javier entro en la cafetería mirando ansioso a todos los lados en busca de Marta. El corazón latía con tanta fuerza que pensaba que se saldría de aquel trozo de plástico donde iba guardado. La vio, allí sentaba riendo tan sonoramente como le era costumbre...mientras hablaba con una amiga suya. A Javier se le iluminó la cara pero para el era imposible sonreír, la sonrisa era algo que estaba fuera de su repertorio de movimientos. Se acercó despacio hacia la mesa donde estaban sentadas las dos chicas y se quedo allí de pie, esperando ser invitado para tomar asiento en la mesa.
Marta levanto la vista para mirarlo y pensó: "que horrible viene hoy, se podría haber arreglado.
Javier dijo: "hola chicas, como os va". y solo recibió una respuesta escueta, un muy bien que le sonó a "no quiero ni habla contigo". Javier no sabia por que estaba allí esa amiga suya, pero intuyo que era un modo de evitar hablar de temas escabrosos como cuando estaban a solas. Javier solo dijo una cosa: "te amo" y Marta pensó: "¿pero por qué?". Hubo un tenso silencio y después de un rato Javier se dio cuenta que no habría mas conversación, no habría un "yo también te quiero" o un "quiero volver contigo", solo empezó otra conversación sin interés para Javier y de la cual estaba excluido y no se le prestaba atención, se sentía solo de nuevo, excluido del mundo, se sentía desdichado.
Plantó la bolsa encima de la mesa intentando que sonara fuerte para que Marta dejara su conversación y atendiera a aquello, pero no cambio nada de la situación. Javier se levantó de la mesa dejando allí la bolsa con su corazón. Marta no le atendió. Javier dijo "adiós" y Marta no le atendió, Javier se Marcho y Marta ni se dio cuenta, solo cuando vieron la bolsa en la mesa y la abrieron se dieron cuenta de que Javier había dejado allí su corazón con una nota y andaba por Madrid sin corazón, esperando que alguien se lo repusiera para volver a sentir algo. La nota decía: " una vez me robaste el corazón, hoy no me lo robaras, directamente te lo doy"
Marta ya empezó a echarle de menos.
(no se ha maltratado ningún corazón durante esta fase de la historia, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, realmente el corazón en la bolsa es solo una metáfora del amor, muy burra, pero bueno, así que no os asqueéis si parece una historia gore).

EL SUEÑO VII
David salio de casa con una sonrisa. Nada en especial hacia a aquel dia mas maravilloso que el resto de los dias, pero David salia asi, alegre, nada en su mente le preocupaba ya, ni el trabajo, ni Estrella, ni siquiera sus padres. Por fin se sentia feliz, feliz por haber cambiado esas cosas que le hicieron acabar con muchas otras de su pasado. Un cambio que le habia llevado al status de ser feliz y no dejarse nunca mas robar esa felicidad que estaba dento de el y que tanto tiempo habia estado oculta debajo de un rostro agrio, serio y descuidado.
David veia la vida con nuevas oportunidades, con nueva gente por conocer, con nuevas sensaciones. Pero tambien era consciente de que el cambio aun no se habia producido, que debia seguir adelante, que ahora, despues de pasar por ser un gusano, estaba metido en un capullo, trasformandose auque nadie lo viera, creciendo interiormente, para dentro de poco salir de ese capullo de seda como una hermosa mariposa y volar, y que nadie nunca mas la pudiera atrapar o pisotear. Él nunca mas se dejaria hacer daño.
Pero sobre su vida, feliz ahora, planeaba la sombra de Estrella, la sombra de la mujer que a pesar del intenso amor que la tenia le habia dejado de lado por sus defectos, por su silencio, a pesar de su educacion, por su dejadez, a pesar de su servicialidad, por su vision agonica del mundo, a pesar de ser un chico bueno. Él la amaba como no habia amado nunca, con sus defectos y virtudes,y hay que decir que eran mas las virtudes, pero a David no le importaban los defectos, solo los buenos momentos con ella, aunque ultimamente no eran tan buenos, Estrella se habia vuelto distante.
David habia decidido que no queria saber mas de ella, no queria seguir haciendose daño, pero estaba obsesionado con que Estrella estubiera bien y todo le fuera bien, necesitaba saberlo y hacer por ella cualquier cosa que necesitara como siempre habia hecho. Él queria seguir siendo su amigo de una u otra forma, solo amigos porque sabia que nunca podrian volver a estar juntos, que ella nunca volveria a enamorarse de el por mucho que cambiara. David hacia esto y lo pensaba porque la adoraba, porque la queria con tal locura que no deseaba que volviera a sufrir, era su amor tan grande que si ella se lo hubiera pedido de otras formas el hubiera sido no ya solo una mariposa, sino miles de ellas a la vez.
Pero ahora David ya habia cambiado su vida. Ahora vivia con dos chicas fantasticas en un pisito bajo a las afueras de Madrid. Sus compañeras Belén y Paloma tenian gran parte de culpa de sus cambios. Ellas lo habian acogido en el piso cuando el vino a Madrid dejando atras muchas ilusiones y sueños. Ellas se habian desvivido por que el no estubiera triste, porque no se sintiera un gusano, ellas luchaban porque el estubiera bien y empezara a meterse en el capullo del cambio, ellas lo querian como si fuera un hermano y un confidente, incluso para ellas él era una tabla de salvación en sus propias vidas.
Belen era una estudiante, muy guapa, que a David impresionó desde el primer día, no solo por su belleza, que evidentemente es lo que uno ve, sino por muchas otras cosas. A David le dio muy buena sensación desde el primer día, desde la primera visita al piso y el en ese momento tambien penso que habia caido bien. Tambien le impresionó de Belen, no en el primer momento, sino mas adelante, su tenacidad, su enorme fuerza de voluntad para estar en su habitacion mas de 10 horas estudiando, esa fuerza de voluntad que la hacia, no solo perseverante, sino tambien de espiritu firme. Belén era bronca a veces, se enfadaba la mayoria de las veces con razón, bien porque David hacia ruido, bien porque David era descuidado, bien porque David habia sido un bocazas. Pero aun así era una maravillosa persona que siempre estaba pendiente de que David estubiera bien y sobre todo, estaba pendiente de que cambiara algunas cosas. Ella fue la principal artifice de los cambios de David, junto con la voluntad de este de cambiar.
David le estaba sumamente agradecido y cada día que pasaba la veia con mejores ojos. A pesar de que alguna vez discutieron la mayoria del tiempo la pasaban riendo o hablando. Algo que a Belen le sorprendia de David era su capacidad de conocer cosas y tener soluciones a ciertos problemas, le sorprendia de el la tranquilidad que le daba cuando estaba nerviosa en temporada de examenes, le sorprendia de el la capacidad de cambio, la capacidad tan rapida de cambiar, porque normalmente los cambios se producian a lo largo de una vida, pero el lo habia logrado en apenas unos meses. Ella seguia apoyandolo a cambiar, ella seguia ahi, preguntando, como una guardiana a la que se le ha encomendado guardar un tesoro valioso. Belen tambien estaba sorprendia de la potencialidad de David, y se quejaba amargamente de lo desaprovechado que estaba.
Belen y David hablaron miles de veces de Estrella, practicamente a diario y ella fue viendo cosas y opinando con juicio sobre lo que oia. David cuando llegó estaba hecho polvo, ella le hizo ver el mundo con mas humor, le hizo hacer frente tanto a lo que sentia como a sus miedos, ella le hizo reconocer que seguia queriendo a Estrella pero que era él el que decidia. A menudo le decia que las riendas de la relacion las tenia Estrella y el solo era un simple titere en sus manos, la ley del embudo en la cual uno estaba en el punto estrecho y comprimido mientras el otro estaba en la parte las ancha y mas libre. Pero que si la amaba luchara por ella que mostrara lo mejor de él a los ojos de ella, pero que la decision era de el, que solo él tenia que decidir lo que le convenia.
Asi era Belen, buena, sin esperar nada a cambio, un tanto susceptible a algunas acciones pero en el fondo con un corazón enorme, tenaz, lista, que sabia lo que queria y se lanzaba sin pensarlo a por ello. Nada la distraia, nada la alteraba salvo el hecho de tener que examinarse, ella necesitaba tranquilidad y que la escucharan y eso se lo dio David.
Paloma era distinta, era la mami de la casa, trabajadora y muy bonachona, daba mucha alegria a la casa. Tenia una pequeña perra pelirroja que se llamaba Nandi, toda una alegria. Paloma encontro en David esa persona que necesitaba para hablar de ciertos temas que con Belen no podia. Ambos eran parecidos en conocimientos, inquietudes, ambos se escuchaban mutuamente y aportaban ideas. Les encantaba reirse juntos y hablar de sus problemas, intentando solucionar sus respectivos mundos.
La frase mas tipica de Paloma era: "que cada uno haga con su cuerpo lo que quiera", y asi era, que cada uno usara su cuerpo como quisiera, que si queria sufrir que sufriera, que si querias ser feliz que lo fueras, y su consejo siempre era que David hiciera lo que le hiciera feliz, que si queria luchar que lo hiciera. Paloma era mas teperamental que Belen, se dejaba guiar mas por su corazón. Y al igual que Belen era una bellisima persona con una palabra siempre amable, era una alegria tenerla en casa y siempre una fuente de conocimientos y conversación para David. Las dos juntas, Belen y Paloma tenian lo que David necesitaba y de lo que Estrella carecia: Buenas palabras, conversacion, interes, apoyo desinteresado. David se encontraba en casa.
David habia cambiado a marchas forzadas para poder recuperar a Estrella, pero esa mañana ya no le importaba eso, ya solo se encontraba bien consigo mismo, si Estrella ya no queria saber nada de el, eso le daba igual, el iba a hacer su vida feliz como la habia soñado. Aunque a veces seguia soñando en que Estrella un dia fuera su esposa. David llamaba a Estrella muy a menudo para ver si todo le iba bien y si necesitaba algo. Ella notaba que David estaba cambiando pero aun asi ella no respondia a aquella actitud, ella no sabia que todos aquellos cambios el los habia iniciado por ella y al no ver reaccion de ella, el decidio seguir cambiando para el mismo, para los demas que le rodeaban en esos momentos.
David habia cambiado su actitud con respecto a la vida, habia pasado de un pesimismo casi patologico, de la tristeza mas absoluta a la sonrisa mas radiante de la mañana, a levantarse con nuevas ganas y nuevas ilusiones, con las ganas del niño que sabe que va a descubrir algo nuevo, con la ilusion del enamorado de cada cosa que se cruza por su vida. Es verdad que a veces la circunstancias del trabajo o de la casa le podian y cogia sus berrinches o aparecia con sus caras largas, pero la mayor parte del tiempo sonreia sin saber por que, hacia risiterapia consigo mismo. Se ilusiono con volver a tocar la guitarra, con escribir cosas bonitas, con trabajarr con sus manos en pequeñas manualidades. Este cambio por supuesto no fue inmediato, tubo que buscar razones para levantarse cada mañana, dia a dia, tubo que buscar motivos por los que volver alegre a casa, y poco a poco, poco a poco iba cambiando la actitud.
David fue a trabajar, y trabajo duro aquel dia, pateo calles, llamo al telefono, sonrio a clientes y compañeros y volvio a casa para comer. Aquella mañana no penso en nada, solo hizo lo que debia hacer cuando lo debia hacer y volvio a casa como habia salido con una sonrisa. LLego a casa y colocó su habitacion, barrio, frego, se hizo la comida y comio apaciblemente en el salon. Este fue uno de los primeros cambios en David nada mas llegar a la casa, principalmente por convivencia. Tubo de acostumbrarse a barrer, fregar y colocar las cosas para no molestar a sus compañeras. No tardo mucho en hacerlo una rutina, fue rapido y sorprendente, quizas por su capacidad de adaptación o quizas porque estaba latente en el.
Volvio al trabajo y paso la tarde con la mayor normalidad del mundo: clientes, telefono, viajes de aqui para alla entre las distintas oficinas, pero siempre iba por delante una sonrisa, un agradable olor a Hugo Boss. David no pensaba, no pensaba en nada, solo sentia que era feliz y con eso le bastaba, tania ilusiones, aquel dia era volver a casa del trabajo y poder hablar con Belen. La relacion con ella habia cambiado mucho en poco tiempo y se hacian bastante imprescindibles l uno para el otro. David tenia momentos en los que pensaba que quizas se estubiera enamorando de ella, pero sabia quue eso no podia ser porque ya estaba enamorado. Aun asi lo suyo con Estrella era imposible. Temprano regreso a casa.
David hechaba de menos un cuerpo al que abrazarse cada noche, un abrazo y unos besos que no encontraba en el almohadon. Pero el no estaba triste, sabia que encontraria a la persona que le iba a hacer feliz de una vez por todas, tanto le habian hecho llorar y sufrir, tanto habia pensado en solucionar problemas, tanto se habia centrado en agradar que se le habia olvidado que exiistian mas mujeres en el mundo en las que fijarse y quizas mejores que Estrella, como por ejemplo Belen, pero ya sabia de sobra que con Belen era dificil vivir y convivir y que era ella quien mandaria.
llego a casa y estubo hablando con Belen mientras le leia unas cosas en la cocina. El mismo se sorprendia de lo a gusto que se sentia cuando estaba a su lado, era una sensacion que conocia, que habia sentido muchas veces, pero el mismo se quitaba esa idea de la cabeza sacudiendola porque a el mismo no le convenia. Aun asi, el era feliz, al fin se reconocian sus esfuerzos, con Belen eran asi, al fin se sentia util y no utilizado.
Pero aquella noche se fue a dormir sintiendo la necesidad de estar abrazado a alguien que le susurrara al oido, con la necesidad de sentirse querido y amado, se acosto pensando que si quizas Estrella estubiera alli... pero no estaba, estaba la habitacion oscura y vacia de sentimientos, vacia del amor que le habia sobrado y habia tirado tanto tiempo con Estrella, habia malgastado el amor que podria haber sido mas fructifero en otro sitio, en otro campo, en otro lugar. Para el con Estrella habia sido tirar amor en campo muerto. Ella nunca iba a cambiar por mas que se lo propusiera mientras a los demas les pedia el cambio para adaptarse a ella, pero aquello se acabo, aquello se.....
Ring... Ring... Ring... Ring.... ¿diga?
CONTINUARA....

EL SUEÑO VIII (y fin)
David cogio el telefono sin mirar quien lo llamaba, era ya tarde y habia sonado como un estruendo. Se levantó de la cama y contesto. Se sorprendio al oir la voz de Estrella, no esperaba una llamada de ella a aquellas horas. Aun asi la respondio cordialmente:
- Hola buenas, Estrella, ¿que quieres?
Ella entre sollozos no podia articular las palabras que tanto queria decir y solo de su boca triste y anudada salia una llamada de socorro: TE NECESITO!!! David noto en seguida que estaba llorando y no era algo normal en ella y mas despues de tanto tiempo.
- ¿Que te pasa, guapisima? cuentame
- no puedo, necesito verte
- Bueno, tranquilizate y me cuentas un poco por encima y mañana si quieres podemos hablar
Ella le estubo contando que habia tenido un sueño horrible con un chico y que habia despertado hecha polvo y acordandose de muchas cosas buenas que habia pasado con David. Estaba inconsolable, la verdad, de todo lo que le habia afectado ese sueño. Le conto todo el sueño de principio a fin y David quedo impavido con la cantidad de historias que le estaba contando y con lo increible de las situaciones. Aun asi la vio tan afectada que accedio a quedar con ella para comer al dia siguiente en Principe Pio.
Se tumbo en la cama y empezó a pensar las miles de cosas que sobre Estrella aun le rondaban la cabeza y mas alguna más que se le iban ocurriendo por el camino sin poder volverse a dormir. Cogio el movil y reviso mensajes del pasado y leyó muchas cosas bonitas que ella le habia escrito y a veces se le hacia un nudo en la garganta. Como no podia ya dormir encendio la luz y busco en sus cajones esos pequeños recuerdos que aun guardaba de ella en su habitacion, ese mechon de pelo, las fotos, el pergamino, el libro, las cartas y los regalos. Y pensaba David para si que como habia cambiado la situacion en tan poco tiempo, cmo se habian estropeado las cosas por su culpa en apenas un año, e apenas unos meses, en apenas unos días. Entonces cogio su ordenador y empezó a escribir las historias que se le ocurrian sobre lo que Estrella le habia contado o incluso con lo que el sentia.
Se sorprendio escribiendo en su portatil a las 5 de la mañana y no podia parar de escribir, no podia parar de contar historias y pensamientos que salian de su cabeza. Al poco se dijo que ya bastaba, que continuaria escribiendo en otro momento y marcho a acostar y poder descansar porque al dia siguiente madrugaba para ir a trabajar.
A la mañana siguiente se levanto con una sonrisa, se ducho y se miro al espejo diciendose que era el mejor y que quizas tendria una oportunidad de demostrarle a Estrella como habia cambiado, a pesar de que ella no le amara, a pesar de que se enamorara y desenamorara de el continuamente. Lo que si se dio cuenta es que cuando necesitaba ayuda siempre recurria a el, aunque llevaba dos meses sin llamarlo y aquella noche lo habia llamado. Penso que quizas habia una oportunidad de volverla a enamorar, quizas penso que ella lo estaba aun hechando de menos y se ilusiono con la idea durante toda la mañana.
A la hora prevista cogio el metro en direccion Principe Pio. Al principio estaba nervioso, bastante nervioso, se notaba un ravoloteo en el estomago como cada vez que la veia pero aquel a medio dia caluroso se notaba mas nervioso de lo normal. Segun se aproximaba el tren a la estación miraba ansioso para ver si la veia alli esperando en el anden con su cara reluciente y sonriendo como lo hubiera hecho antaño cada vez que habian quedado. Pero no, no estaba alli esperandole entre la multitud que aguardaba a que parara el tren para subir. David bajo del vagon, esperando encontrarla en las escaleras, al final o en la puerta de costumbre o mirando los miles de puestecillos de artesania que rodeaban el atrio de arriba de la estacion, pero alli no andaba. Se puso francamente nervioso pensando que a lo mejor no vendria y le tocaria de nuevo comer solo como el dia de su cumpleaños. Tubo que ir al baño sin poder aguantar mas los nervios. Despues mucho mas tranquilo y con un cigarro en la mano espero en la puerta de costumbre. Estubo tentado de llamarla pero se contubo y penso para si: Vendra a la cita, no fallara.
Al poco ella aparecio por las escaleras mecanicas con la cabeza un poco gacha y sin sonrisa en su rostro pero cuando le vio ella dio una de sus mejores sonrisas y a el se le alegro el alma al ver que esa sonrisa era realmente sincera. Se acerco a ella a la vez que abria los brazos y ella se acerco entrando entre ellos y dandole dos besos en las mejillas. El hubiera esperado mejor un beso en los labios, pero dadas las circunstancias eso era lo mas correcto. Se hicieron las acostumbradas preguntas de rigos para saber como estabn cada uno y se marcharon a comer. La verdad es que no se decidian por ningun lugar y al final decidieron quedarse en el VIP, una comida ligerita mientras charlaban. Realmente ya no se la veia tan mal a Estrella como la noche anterior.
Despues de comer unas ensaladas y poco mas se pusieron a hablar de lo que Estrella estaba sintiendo en aquel momento. No era muy de sus costumbres hablar de lo que sentia, sobre todo si era malo, quizas no porque no quisiera sino por no herir a la persona que justamente tenia en frente. Pero aquella tarde estaba mas que sobrada, le conto todos los sueños, todas las comeduras de cabeza que se habia hecho sobre aquel tal Javier que la corroian por dentro y no sabia que pensar sobre aquella situacion. David intentaba explicar como podia todas aquellas cosas pero a ciencia cierta no podia saber lo que significaba. Despues la conversacion fue deribando mas al terreno que queria David y no tanto Estrella, sus propias vidas, su propia relacion. Hablaron largo y tendido del amor y del desamor que Estrella habia sufrido y las causas. Estaban ambos realmente a gusto hablando de aquellas cosas tan suyas y a ambos se les veian rayitos en los ojos. Eran esas conversaciones que a Estrella y a David les gustaba tener y que estando juntos muy pocas veces habian tenido. David queria expresar todos sus sentimientos, todo lo que pensaba, queria decirle mil y una veces que la queria, que no podia estar sin ella, que sin ella el cambio que se estaba produciendo no serviria de nada, pero el no podia mostrarle el cambio, tenia que descubrirlo ella por si misma. Asi pasaron la tarde hasta que llegó la hora de volver a trabajar. Ella le dijo que por la noche habria un concierto de Marwan en Buena ventura, que podrian quedar para ir a verlo y David gustoso acepto a pesar de que no conocia al artista.
David paso la tarde nervioso pensando que volveria a ver a Estrella aquella noche y volverian a hablar sobre el amor y los sentimientos, aunque ya ella le habia dejado claro lo que sentia por el. Pero el planeaba su discurso, lo que diria aquella noche. La diria que seguia amandola y que no habia logrado olvidarse de ella, que la vida era bonita, pero mas bonita cuando ella paseaba a su lado, que las palbras tenian sentido, pero tenian mas sentido cuando salian de su boca, que no se arrepentia de los besos que habia dado sino de aquellos momento en los que no los dio, que queria estar con ella siempre, que la necesitaba en su vida para compartir sus miedos, sus alegrias, sus frustraciones, sus desengaños, su exaltacion, que queria compartirlo todo, aun como amigos, que no podia estar 2 meses sin verla porque por dentro habia algo que le pedia que se acercara a ella.
Al final llego la hora del concierto y cuando David llego al lugar señalado donde habian quedado ahi esta Estrella esperandole, mas guapa de lo que nunca la habia visto, con un pantalon negro, una camiseta azul aguamar y una chaquetilla, con sus pendientes de Ositos en las orejas a juego con un colgante que el la habia regalado hacia un par de san valentines. La veia realmente hermosa, con su pelo recogido, con su flequillo callendole sobre la frente y sobre todo, estaba especialmente guapa por la sonrisa que desprendia alegria como pocas veces la habia visto. Aquella noche para ella iba a ser una noche especial. Entraron al concierto y pago el las entradas se sentaron cerca del escenario. David tenia miedo a tocarla o a cogerla de la mano, estaba un tanto distante, como miedoso de que hacer aquel gesto significara para ella algo mas aunque realmente estaba deseando abrazarla con todas sus fuerzas y besarla como a ella le gustaba.
El concierto empezo y para sorpresa de todos Marwan venia acompañado de Luis Ramiro. David que no los conocia quedo expectante y alucinado cuando ambos empezaron a cantar. Estrella estaba emocionada y gritaba y reia mientras david seguia expectante escuchando las letras de aquellos artistas. Hubo algunos momento que de modo inconsciente agarraba la mano de Estrella o pasaba la suya sobre sus rodillas y despues de mirarse unos segundos separaba la mano sonriente porque habia visto en los ojos de ella quizas unos pequeños retazos de lo que un dia fue. No recuerda ya en que momento ambos se miraron y se besaron, no con pasion desmedida, pero si se daban el beso que tantas veces habia David deseado en la soledad de su cuarto.
Casi al final del concierto ella le dijo: - te quiero. Y el solo pudo responder que tambien la queria como no la iba a querer nadie. La ultima cancion del concierto fue MI PARACAIDAS y David escuchando la letra se sintio muy identificado y se le puso la piel de gallina, a la vez que soltaba una lagrima mientras se le encogia el pecho y soltaba una lagrima. En ese momento Estrella se giro y miro a David yvio en el el reflejo de un Javier que habia soñado, un Javier quizas mejorado, un Javier maquillado mas que un David nuevo. Ella recordo sus sueños y aquello que no deseaba y no queria volver a desear. Se levanto de su asiento y salio a la carrera del local mientras David seguia alli sentado, estupefacto viendola irse sin decir adios. El quiso salir detras de ella pero era imposible, su reaccion fue tardia y no logro alcanzarla, no llego a poder preguntarle el porqué de esa reaccion. A David le pasaron miles de preguntas por la cabeza, volvio a llorar, necesitaba preguntale porque le daba un beso y despues salia huyendo, que era aquella locura, estaba desconcertado, en la puerta del Buena Ventura mirando a la calle por la que ella habia subido buscando el metro.
David intento llamarla varias veces, la mando mensajes que no obtuvieron respuesta, que malo era sentir lo que sentia en su pecho, que triste y que agonico venir terminando asi despues de tantas ilusiones puestas en ella, en volver a enamorarla. Habia pensado en llevarla a casa y que conociera a sus compañeras, que viera su nuevo modo de vivir y de soñar, queria que ella fuera feliz viendo como habia cambiado su vida para mejor, pero no hubo manera no volveria a saber de ella. Eso le entristecio mas aun y caminó por la ciudad sin rumbo fijo intentando encontrar algun porqué que le dejara satisfecho, intento buscar respuestas, pero no las hallaba, era ella la unica que podria responderlas, pero no la volveria a ver y a encontrar. Pero si la encontró, en una pequeña esquina del barrio de huertas, con su pantalon negro y su camiseta azul aguamar y su pelo alborotado y sus pendientes de Ositos. Estaba con otro chico, besandose. Fue fulminante para su corazón mal herido, fue un golpe de gracia. El hubiera ido a preguntar, pero estaba inmovil, le fallaban las piernas y le bombeaba demasiado rapido el corazón, calló de rodillas, le faltaba el aire y al fin callo desplomado al suelo oscuro de la calle. Ella lo habia visto pero seguia ahi parada mirando con sus ojos vidriosos a David tendido en la calle.
David despertó sobresaltadisimo, sudando a mares, ¿que habia sido aquello?, ¿que habia soñado?, el corazon le latia a mil y encendio la luz, y alli estaba Estrella, durmiendo, con su carita de angel, como si nada pudiera perturbarla. David la beso y se lenvanto a por agua. Estubo un rato en la cocina pensando y volvio a la habitacion, pero ella ya no estaba
FIN

 

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