Amar no consiste en mirarse el uno al otro, sino en mirar juntos en la misma dirección.

Primero, que todo el mensaje del niñito maravilloso y lo que aprende el piloto dicen de mirarse y cuidarse directamente los que quieren amarse (o "domesticarse", como le llama el zorro).

Segundo, que la busqué en cada uno de los 27 capítulos de "El Principito" y no la encontré.

Tercero, que sí se refiere ligeramente al consuelo de creer firmemente que en algún lugar lejano un principito cuida su flor. Entonces, los ojos del alma pueden verlo y alegrarse en medio de tan inmensa soledad, más que mirar alguna tercera cosa.

Y finalmente, mi propia experiencia me ha dicho que los ojos de los que se aman no deberían dejar de mirarse entre sí, al tiempo que tampoco es bueno que sean ciegos a lo que los rodea y querrían mejorar.

Justamente, los dibujos y hasta el párrafo final invitan a buscar para tratar de encontrar y verse directamente con algún rubiecito errante:

"... Repasad esta imagen como para estar bien seguros que habréis de reconocerlo, si viajáis algún día por el África, en el desierto. Si pasáis por allí os pido: tened la gentileza de esperar; no os apuréis, aguardad unos instantes, exactamente debajo de la estrella. Si veis que un niño se os aproxima, ríe, tiene cabellos color oro, si no responde a vuestras preguntas, ya sabréis de quién se trata. Sed bien gentiles entonces! Escribidme sin vacilar un instante, contadme que el principito ha regresado... "

Gracias por inspirarnos, PabloAmis !

Atuel

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