Numerosas cosas no tienen horario, pero pocas tan puntuales como la curiosidad de una mujer.
ANTERIORES
Dependemos más del momento que del conjunto del tiempo.
Nunca se olvida a tiempo lo que se quiere olvidar.
No hay que tomar a la vejez como un castigo sino como a la triste y lenta época del arribo a la comprensión y aceptación de nuestra finitud.
La transitoriedad nos hace a un mismo tiempo vulnerables y fuertes.
El tiempo no se recuesta, pero si acaso se te recuesta, empújalo.
La idea fija que mantenemos por trascender, nos ayuda a trascender la no-trascendencia a que nos somete la vida.
¡Qué infeliz espera la de aquel que espera ser feliz !
Es cierto que la paciencia es buena, pero cuando no demora mucho.
Es cierto que la resignación no cura, pero la verdad es que ayuda a sanar.
Mientras nos podrimos rápidamente por fuera, maduramos lentamente por dentro.