PÃenselo bien, toda infidelidad de mujer es más perdonable.
ANTERIORES
El amor y la solidaridad tal vez no atajen a la muerte, pero la retrasan.
Le cobré su miserableza y la hice sufrir, porque la puse a odiarme.
Si se pudiera hablar de celos inteligentes, tendrÃamos que referirnos a los de las mujeres.
Los amantes y los criminales se asemejan por cuanto ambos reflejan en su rostro la exultación del pecado consentido.
Hay que ver cuánto se aprende de la expresión del rostro infeliz de una mujer
Cuando el amor le llega a una mujer, admira. Cuando le comienza el desamor, respeta, pero cuando definitivamente ha dejado de amar a ese amor, odia.
Si ninguno de nosotros dos puede dominar al otro, el amor nuestro será imposible.
El amor es la piel sensible de la prisa por vivir.
Cuando se está seguro del amor de una persona, se va siempre por el mundo convencido del afecto de todos.
Sustituir el amor propio por el amor a los demás es cambiar un tirano insufrible por un buen amigo. (Concepción Arenal)