CARTA A UN HIJO

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@SOYSTATIRA

06/03/2006

Era una mañana como cualquier otra. Yo, como siempre, me hallaba de mal >humor. >Te regañé porque te estabas tardando demasiado en desayunar; te grité >porque no parabas de jugar con los cubiertos y te reprendí porque >masticabas con la boca abierta. Comenzaste a refunfuñar y entonces >derramaste la leche sobre tu ropa. >Furioso, te levanté de los cabellos y te empujé violentamente para que >fueses a cambiarte de inmediato. > >Camino a la escuela no hablaste. Sentado en el asiento del coche llevabas >la mirada perdida. Te despediste de mí timidamente y yo sólo te advertí que >no hicieras travesuras. > >Por la tarde, cuando regresé a casa después de un día de mucho trabajo, te >encontré jugando en el jardín. Llevabas puesto un pantalón nuevo y estabas >sucio y mojado. Frente a tus amiguitos te dije que debías cuidar la ropa y >los zapatos, que parecía no interesarte el sacrificio de tus padres para >vestirte. > >Te hice entrar a la casa para que te cambiaras de ropas y mientras >marchabas delante de mí, te indiqué que caminaras erguido. > >Más tarde cotinuaste haciendo ruido y corriendo por toda la casa. A la hora >de cenar arrojé la servilleta sobre la mesa y me puse de pie furioso porque >tú noparabas de jugar. Dije que no soportaba más ese escándalo y subí a mi >estudio. > >Al poco rato mi ira comenzó a apagarse. Me dí cuenta de que había exagerado >mi postura y tuve el deseo de bajar para darte una caricia, pero no pude: >¿Cómo podía un padre, después de hacer su teatro de indignación, mostrarse >sumiso y arrepentido? > >Luego escuché unos leves golpecitos en la puerta. Adelante - dije, >adivinando que eras tú. Abriste muy despacio y te detuviste indeciso en el >umbral de la habitación. Me volví con seriedad hacia tí. ¿ Ya te vas a >dormir ? ¿ Vienes a despedirte ? No contestaste. Caminaste lentamente, con >tus pequeños pasos y, sin que me lo esperara, aceleraste tu andar para >echarte en mis brazos cariñosamente. Te abracé y con un nudo en la garganta >percibí la ligereza de tu delgado cuerpecito. Tus manitas rodearon >fuertemente mi cuello y me diste un beso suave y dulce en la mejilla. Sentí >que mi alma se quebrantaba. Hasta mañana, papito - me dijiste. Me quedé >helado en mi silla. ¿ Qué es lo que estaba haciendo ? ¿ Porqué me >desesperaba tan >facilmente ? Me había acostumbrado a tratarte como a una persona adulta, a >exigirte como si fueses igual a mí, y ciertamente no eras igual. Tú tenías >una calidad humana de la que yo carecía; eras legítimo, puro, bueno y, >sobre todo, sabías demostrar tu amor......... >¿Porqué me costaba a mí tanto trabajo? ¿ Porqué tenía el hábito de estar >siempre enojado? ¿ Qué es lo que me estaba ocurriendo? Yo también fuí niño >¿Cuando fue que comencé a contaminarme? > >Después de un rato, entré a tu habitación y encendí la luz con sigilo. >Dormías profundamente. Tu hermoso rostro estaba ruborizado, tu boca >entreabierta, tu frente húmeda, tu aspecto indefenso como el de un >bebé............. Me incliné para rozar con mis labios tus mejillas. >Respiré tu aroma limpio y dulce. No pude contener la congoja y cerré los >ojos. Una de mis lágrimas cayó en tu piel. No te inmutaste. Me puse de >rodillas y te pedí perdón en silencio. Es tan difícil aprender a dominarse, >a comprender la pureza de nuestros hijos. Somos los adultos quienes los >hacemos temerosos, rencorosos, violentos.......... Te cubrí cuidadosamente >con las cobijas y salí de la habitación. > >Si Dios nos da la oportunidad y nos permite vivir, algún día, cuando leas >esta carta, sabrás que tu padre no era perfecto. Pero, sobre todo, ojalá te >des cuenta que pese a todos sus errores, te amaba más que a su propia vida. (LO RECIBI DE UN AMIGO Y QUIERO COMPARTIRLO)