HABIA UNA VEZ...

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@SOYSTATIRA

29/01/2006

Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un >>tiempo >>que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, >>naranjos, >>perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. >>Todo era >>alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El >>pobre >>tenía un problema: No sabía quién era. >> >>Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano: >> >>- Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ves >>qué fácil >>es? >> >>- No lo escuches, exigía el rosal, es más sencillo tener rosas y >>¿Ves qué >>bellas son?. >> >>Y el árbol desesperado intentaba todo lo que le sugerían y, como no >>lograba >>ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. >> >>Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y >>al ver la >>desesperación del árbol, exclamó: >> >>- No te preocupes, tu problema no es tan grave. Es el mismo de >>muchísimos >>seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: no dediques tu vida >>a ser >>como los demás quieran que seas... sé tú mismo, conócete y, para >>lograrlo, >>escucha tu voz interior. - Y dicho esto, el búho desapareció. >> >>- ¿Mi voz interior...? ¿Ser yo mismo...? ¿Conocerme...? , se >>preguntaba el >>árbol desesperado, cuando, de pronto, comprendió... >> >>Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo >>escuchar >>su voz interior diciéndole: >> >>Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás >>cada >>primavera porque no eres un rosal. Eres un roble y tu destino es >>crecer >>grande y majestuoso, dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, >>belleza >>al paisaje... Tienes una misión: cúmplela. >> >>Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser >>todo >>aquello para lo cual estaba destinado. >> >>Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. >>Y sólo >>entonces el jardín fue completamente feliz. >> >>Yo me pregunto al ver a mi alrededor... >> >>- ¿cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer? >> >>- ¿Cuántos serán rosales que, por miedo al reto, sólo dan espinas? >> >>- ¿Cuántos naranjos que no saben florecer? >> >>En la vida, todos tenemos un destino que cumplir, un espacio que >>llenar... >> >>No permitamos que nada ni nadie nos impida conocer y compartir la >>maravillosa esencia de nuestro ser. Démonos ese regalo a nosotros >>mismos y >>también a quienes amamos. >> > (Desconozco quien lo escribiò ya que me lo mandò una amiga)