FRIVOLIDAD versus ABURRIMIENTO......


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Comentarios

@CECILYA

21/02/2012

¿Es una virtud la frivolidad?

La frivolidad es la gran virtud postmoderna, consiste en no tomarse nada excesivamente en serio, en evitar la confrontación dialéctica. Para el frívolo no tiene sentido la diferencia entre lo esencial y lo accidental, entre lo categórico y lo anecdótico, pues todo ello forma parte del mismo universo insoportablemente leve.

Francesc Torralba Roselló



Inicié mi comentario con esta definición, una de las tantas que habrá seguramente, porque me parece un tema importante. Compartimos en que esta página es una especie de muestreo de la sociedad, yo agrego de la sociedad capitalina que por lo menos es donde más me relaciono. En numerosos temas de debate observo dichos: de que en realidad aquí nos hemos juntado para divertirnos, para buscar pareja etc.etc.que es cierto!, frente a planteos serios (al menos para quien lo presenta) se observan desvirtuaciones, comentarios ojo sin crítica son divertidos, ocurrentes, pero cambian la intención.Aclaro que no es crítica pretendo reflexionar)

Por supuesto corresponde que no sólo señale sino que muestre abiertamente cómo pienso, Creo que la frivolidad forma parte de mi personalidad y la de todos,  que es necesario disfrutarla un rato porque necesitamos distendernos, pero creo que si nos dejamos ganar únicamente por esta cultura, justo en esta ciudad tenemos ejemplares relevantes corremos un gran riesgo y es que la vida nos pasa y cuando tomemos conciencia tal vez sea tarde. acepto que por haber nacido en un hogar comprometido y pertenecer a una generación de grandes cambios tengo un criterio tal vez muy exigente para la época, pero no puedo dejar de señalar que el adherir todo el tiempo a mirar otro canal, es propicio a quienes se planifican inducirnos para que aceptemos cualquier cosa.-

Bueno si interesa habrá otros criterios-Cecilya  
@MARIO

21/02/2012



Buen aporte, tu punto de vita Cecilya, aunque no lo comparto. Creo que  el tema no es frivolidad vs aburrimiento, hay mucha gente que no está en los extremos y es la gran mayoría. Esa masa gris que invade cualquier estadística y debemos respetar.

Es común escuchar gente que no se involucra con temas, de base que se plantean en los foros, porque su "cabecita" ya no quiere más preocupaciones u obligaciones. O es tan grande el jaleo ideológico que no quiere participar en peleas. Además están los desvirtuadores, entre los que a veces me anoto, que disfrutan con hacerlo.

Como muy bien apuntás, la página es una muestra de la sociedad en que vivimos, y cada uno la vive a su manera.

Leo política y economía desde que aprendí las letras, pero son muy contados los casos en que participo en estos temas. Soy práctico, aunque tengo ideas propias, y si lo único que se pretende es imponer ideas, cambiar el pensamiento de los otros, discutir por discutir o pelearse no me prendo. En general de los foros salen expresiones pero no cursos de acción para cambiar la realidad que nos rodea.

Entonces vamos de queja en queja sin continuidad. Me gusta participar de soluciones, aunque pequeñas, pero que sirvan para construir.

Gracias por levantar este foro.

Mario  
@AMIX

22/02/2012



Yo no se si la palabra es exactamente frivolidad, para muchos la página es un rato de ocio, para otros un canal de comunicación y expresión, otros solo serán testigos silenciosos. Por otro lado no creo que la frivolidad sea una virtud como dice Roselló aunque me doy cuenta de que lo dice de manera irónica, ademas asocio a la frivolidad con cosas mucho mas desagradables como el dar vuelta la cara, la omisión deliberada, la burla, el desprecio la indiferencia y  la corrupción. Tambien es muy dificil aceptar como dice Roselló: ..."para el frívolo..." de que el mundo está dividido en frívolos y comprometidos. Yo aún estoy tratando de aceptar y aprender que en mi ser conviven un frívolo y un comprometido, el secreto es ir dándome cuenta de la diferencia. Muy buen tema disparador Cecilya...a ver los frívolos, tibios, intolerantes, farsantes, malévolos, mal intencionados y resentidos...esta es vuestra oportunidad!  
@JONES

22/02/2012



Me gano algo?  
@AMIX

22/02/2012



Ani querida, hay un voucher de sesiones de Ultra-Cavitación en un Spa de Gonzalez Catan...  
@MABE

22/02/2012

 Muchas veces, el humor, la distorsión, la liviandad, ayudan a encarar temas serios, complicados o muy movilizantes.

Entiendo que si alguien (uno) sube un foro "serio" pretende participaciones en ese tono... pero, me pasa muchas veces que el humor que desvirtúa me ayuda a comprender aún más el todo.

Me inscribo en muchísimas frivolidades: Pelis, dibujos, series, salidas, decoraciones, gustazos y tremendos desvirtúes...y no por eso considero que no entienda la diferencia entre escencial y accidental, entre lo importante y lo insoportablemente leve. Don Rosello está siendo un poco muy dogmático, me parece.

Algo así como: "Ni tan calvo ni con dos pelucas" 

DEFENSA DE LA ALEGRÍA *

Mario Benedetti


Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y la definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica los paros cardíacos
y de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como un certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.

Besoootes, Cecy, Mabel

 

 

 
@AGUSTIN

22/02/2012



Coincido con la expresión de María -Latina- quizá porque en este miércoles disfrazado de lunes mis neuronitas conservan la fiaca del feriado medida extra grande. Para comenzar ¿qué entendemos por frivolidad? No comprendo esta supuesta dicotomía. Tanto es así que de tu posteo hay algunas cosas que resuenan entre mis huesos temporales.

"...Compartimos en que esta página es una especie de muestreo de la sociedad, yo agrego de la sociedad capitalina que por lo menos es donde más me relaciono..."

¿Qué parte de la sociedad representamos como muestra? Creo que una fracción de la parte de los que hemos decidido rehacer nuestras vidas, pese a las mochilas que cada uno carga -a veces con algún bolsito ajeno agregado-  y podemos participar en sitios como este. No sé si te referís a la misma porción.

 

"...En numerosos temas de debate observo dichos: de que en realidad aquí nos hemos juntado para divertirnos, para buscar pareja etc.etc.que es cierto!, frente a planteos serios (al menos para quien lo presenta)..." -El subrayado me pertenece-

Creo, por lo menos en los nueve años que llevo en este sitio, que algunos de sus fines más destacados son la búsqueda de pareja y brindar espacios para reunirnos, expresarnos y, en definitiva, conocernos. Los foros son parte de las herramientas que el sitio nos facilita para ello. De lo copipegado más arriba deduzco que la diversión y la búsqueda de pareja -planteos de vida- no son "planteos serios" para algunas personas.  Sería interesante que algunas de esas personas aclararan si es así.

"...acepto que por haber nacido en un hogar comprometido y pertenecer a una generación de grandes cambios tengo un criterio tal vez muy exigente para la época, pero no puedo dejar de señalar que el adherir todo el tiempo a mirar otro canal, es propicio a quienes se planifican inducirnos para que aceptemos cualquier cosa..."

Somos de la misma generación pero mi criterio es distinto. Creo que uno de los cosas más difíciles pero muy saludable es la autocrítica. Hay responsabilidades de acción y otras de omisión. Me pregunto ¿qué hice -o dejé de hacer- para cambiar esta situación? Soy de los muchos que creen que una pequeña acción vale más que mil palabras por lo que la "no participación" en los foros no se púede tomar como medida. Lo estamos comprobando en los Corazones Solidarios. Son muchas las personas que colaboran con los hogares a los que asistimos y son apenas conocidas en el sitio y absolutamente desconocidas en los foros.

En los foros se observan cadenas de mensajes de distinta índole: humor, salidas, poesías, política, cultura y otros temas. Los veo como una conversación de sobremesa: arrancamos por la literatura de los monasterios de Sajonia y terminamos discutiendo que cantidad de dobleces por pulgada tiene la empanada santiagueña. Es bueno que así sea porque eso ocurre en la vida real. Siempre tengo presente que no son foros de especialistas sino, de lo contrario, serían muy pocos los que podrían expresar sus pareceres.

Coincido con la apreciación de Mabel en cuanto a que el humor y las desvirtuaciones hechas con la intención de atenuar el impacto que provoca la "seriedad" del tema propuesto ayudan a un mejor abordaje del mismo. Por eso propongo a Enrique PTT para la condecoración Gran Desvirtuador de la Nación Oloris Causa. Será justicia.

Agustín:)  
@SUSANAGRACIELAG

22/02/2012



Cecy, ante un tema serio, todos reaccionamos diferente. Aligerarlo con humor, no significa "falta de respeto". Hay intolerantes al buen humor (salvo cuando están de buen humor), que pretenden que TODOS tomemos la vida EN SERIO. Conocí a quien vivió así y murió de un ataque masivo al corazón por perder la alegría de vivir.

Defiendo causas que estimo JUSTAS, y la alegría es una de ellas!!!

Gracias por plantear el tema.

Abrazos. Susana (una de las desvirtuadoras)

   
@AGUSTIN

23/02/2012



El copipegar textos sacados de su contexto nos lleva a tomar una parte como el todo. El nombre de este señor me sonaba familiar porque tuve un compañero de servicio militar con uno de sus apellidos. Es catedrático, escritor y periodista que se ha doctorado en Filosofía y Teología. Recordaba vagamente que en una oportunidad debí consultar uno de sus escritos para un trabajo. Los subrayados me pertenecen y no se encuentran en el texto original donde sostiene lo contrario que parece afirmar en el párrafo publicado al inicio de esta cadena.

Francesc Torralba Roselló 
¿Es una virtud la frivolidad?

La frivolidad es la gran virtud postmoderna, consiste en no tomarse nada excesivamente en serio, en evitar la confrontación dialéctica. Para el frívolo no tiene sentido la diferencia entre lo esencial y lo accidental, entre lo categórico y lo anecdótico, pues todo ello forma parte del mismo universo insoportablemente leve.


La frivolidad es la gran virtud postmoderna. Consiste en no tomarse nada excesivamente en serio, en evitar la confrontación dialéctica, en optar por una cultura de la representación por contraposición a la autenticidad como actitud vital. La frivolidad se relaciona íntimamente con la actitud superficial y epidérmica, con la práctica generalizada de la broma y de la boutade, en definitiva, es la antítesis a la profundidad de espíritu y a la seriedad como actitudes vitales. 

Algunos filósofos postmodernos, apologistas del denominado pensiero debole, consideran que es la gran virtud que debemos enseñar a los niños en las escuelas, que es fundamental para evitar la caída en formas de fanatismos, intolerancias o fundamentalismos, que se debe cultivar, para ello, un pensamiento frágil, desprovisto de ideas fuertes, de sentimientos que tengan hondura o de creencias excesivamente vividas. La frivolidad tiene que presidir la vida pública, las instituciones educativas y, como no, los ámbitos de comunicación de masas. 

Esta tesis, muy extendida y muy practicada, se está imponiendo sutilmente en distintos entornos, de tal modo que todo lo que tiene peso, sustancia, ideología, forma de convicción o de creencia, o bien tenga la expresión de un sentimiento intenso u hondo, debe ser ecualizado y tamizado por la virtud de la frivolidad. 

En ocasiones, se la compara con la templanza, que es virtud cardinal en los tratados de moral tradicional y que, junto a la justicia, la prudencia y la fortaleza se consideraba uno de los cimientos de la construcción moral de la persona. Pero, la frivolidad nada tiene que ver con la templanza, porque la frivolidad es una elocuente expresión moral del relativismo y del permisivismo postmoderno, mientras que la templanza es la capacidad de dominar y de controlar la expresividad del pensamiento, de la vida emocional y del lenguaje, considerando las consecuencias que ello tiene para uno mismo y para el otro. 

La templaza nunca jamás es una casualidad, sino que es el resultado de un esfuerzo articulado a lo largo de tiempo, de un entrenamiento espiritual que debe mucho a la tradición estoica de la tranquillitas animae. La templanza no se contrapone a las creencias ni a las convicciones, sino que regula racionalmente la expresión o manifestación de las mismas. 

La apología de la frivolidad es, sin embargo, contradictoria. Se explica por reacción al fanatismo y a la barbarie, pero la solución a tales lacras sociales no pasa por el cultivo de la frivolidad, que es su opuesto, sino, por el cultivo de auténticas virtudes, entre ellas, la de la prudencia. Frente a tales manifestaciones, no basta con la tibieza moral, no basta con una actitud tímida y permisiva, sino que se debe adoptar una actitud beligerantemente activa, pero, eso sí, sin sucumbir a ningún tipo de violencia, ni físico, ni psíquico. 

Es evidente que las convicciones pueden ser peligrosas y que un ser humano nutrido por determinadas convicciones de orden político, social, religioso o económico puede convertirse en un arma mortífera, pero no toda convicción es igualmente peligrosa. Además, la sociedad abierta, el mundo civilizado, el Estado de derecho, sólo pueden subsistir como tales si los ciudadanos que los integran viven en su interioridad una constelación de convicciones fundamentales como el respeto a la vida, a la libertad, a la igualdad, como el sentido de tolerancia y de solidaridad para con los grupos más vulnerables del cuerpo social. 

La frivolidad no puede ser considerada como una virtud, porque no es un hábito que perfeccione al individuo, sino un mal hábito que, en ocasiones, tiene graves consecuencias. Acaso, ¿Se puede frivolizar el valor de la vida humana? ¿O el valor de la libertad de expresión, de pensamiento, de creencias o de asociación? ¿Se puede frivolizar el deber de tolerar al otro? ¿Se puede frivolizar o banalizar el mal del inocente, el sufrimiento de un ser humano? ¿Se puede banalizar la muerte de un ser amado?

La frivolidad puede tolerarse cuando lo que está en juego no afecta las estructuras, ni los ejes fundamentales del tipo de sociedades que hemos construido, pero cuando uno se ríe o banaliza determinados núcleos conceptuales o valores esenciales de la vida democrática, la frivolidad se convierte en una pesadilla. Para el frívolo no tiene sentido la diferencia entre lo esencial y lo accidental, entre lo categórico y lo anecdótico, pues todo ello forma parte del mismo universo insoportablemente leve. Y, sin embargo, no es así, pues no todo tiene el mismo valor en la vida humana. Además, el frívolo incurre en una contradicción lógica. Si es consecuente con su actitud, debe evitar de caer en la defensa beligerante de la frivolidad; tiene que ser igualmente frívolo y aceptar que otro pueda considerar frívolamente su frivolidad. Paradójicamente, se desarrollan apologías de la frivolidad con una intensidad y celo que no dejan de maravillarnos.

La sociedad futura depende, esencialmente, de los procesos educativos que ahora y aquí tienen lugar, en las familias y en las escuelas. No debemos permitir, de ningún modo, la extensión de la frivolidad, ni la imposición de un pensamiento débil a las generaciones venideras, sino que debemos comunicar las convicciones elementales, los valores morales mínimos, debemos garantizar su arraigo y su apropiación, pues sólo, de este modo, se puede esperar razonablemente calidad social, moral y política para nuestras sociedades futuras.

Fuente: www.forumlibertas.com/
 
Deseo que este aporte esclarezca un poco más este interesante debate.

Agustín:)
 
 
 
@MABE

23/02/2012

Agustín:

Había entendido el fragmento que inició el debate en el mismo sentido que le da tu ampliación.

Y, si bien acuerdo en líneas generales con la necesidad de evitar la banalización de la cultura de las ideas, sigo creyendo que, como la mayoría de las visiones filosóficas, pueden ser muy categóricas.

Por supuesto que la frivolidad no es una virtud, tampoco la profundidad per se.(La idea del "cultivo de las virtudes" y el  "pensamiento débil" me pone nerviosita, bastantes barbaridades se han cometido en su nombre).Sin la posibilidad de la frivolidad,  de lo  espontáneo y tonto la vida sería bastante insoportable (tanto como la liviandad del ser) 

AHHH, y la templanza...

Desvirtuando un poco: ¿Te acordás de la mujer de Seineldin diciendo : "Soporto todo con la templanza de la mujer de un militar? Bueno, con mis amigas acuñamos la frase:  "... Soporto todo con la templanza de la mujer de un civil"

 

 
@AMIX

24/02/2012



Hola Incondicional, le doy permiso para que lo interprete como usted debe. Saludos. Amir  
@CECILYA

25/02/2012



A todos los que opinaron les agradezco, lamento  si alguien, no comprendió  el título, la propuesta o sintió que fue realizada en forma incompleta todos tienen parte de razón. Sabemos que  en general todas las propuestas, salvo que copiemos un algo acabado realizado por alguien indiscutido, son perfectibles. Jamás mi intención fue interpelar a "nadie"  sí que el que participe lo haga "  si quiere" consigo mismo. Mirado así el resultado  de mi propuesta fue un fracaso., aunque todas las opiniones fueron muy interesantes-Cecilya