Amores Pendientes - ¿Cerrar o seguir?

Amores Pendientes

Todos tenemos amores que han quedado pendiendo en la soga del recuerdo desde la pubertad, adolescencia,  o juventud.

Esos amores atrevidos, a quienes hemos arropado con ternura para dejarlos en la cuna de los recuerdos dormidos. Nos sacuden los cimientos, tiran estructuras, rompen cadenas de secretos escondidos, se despiertan a gritos insistentes materializándose en la cima de nuestra vida, irrumpiendo en un atardecer tranquilo.

Movilizan sueños olvidados, planteándonos el gran desafío: ¿Te acordás?...

Se rompe el dique, sucesión de dulces escenas, besos, caricias, risas…¿Cómo no recordar…?

Vuelve la alegría, el bullicio, la esperanza, ilusiones compartidas…

Preguntas infaltable ¿Cómo estás?.... ¿Qué es de tu vida?...

Caemos como barrilete con el hilo cortado… ¿De qué está hablando? ¿Quién soy?... Me miro, veo la ropa que me puse esta mañana, hago memoria… Hago un recuento: Casamiento, separaciones, muertes, hijos, alegrías…

¿Te recibiste de Médico/a? Amabas hacer eso…

No… soy Analista en Sistemas. Siento el ruido de cristales rotos, los proyectos olvidados.

¿Tomamos un café?

Me pregunto que hacer… ¿quiero re-conocer a este ser distinto? ¿En quién se transformó? ¿Por qué aparece?

O lo dejo en el arcón de los recuerdos porque perturba mi presente, me acorrala.

Utilizo la funcionalidad… Si… vamos.

Me dejo envolver por el pasado, su voz me arrulla vibrando, no sé si entiendo lo que cuenta de su vida.

Creo que lo mismo le sucede cuando hablo.  En el bar hay mucha gente, nosotros estamos en una burbuja.

Volvemos al presente… pasaron horas. No queremos despegarnos, alargando el hilo del recuerdo. Intercambiamos números de teléfonos, el beso de despedida, su aroma es el mismo.

Me voy caminando hacia ninguna parte, solo porque no puedo quedarme inmóvil, el corazón desenfrenado, la adrenalina ruge en mis oídos. Circulo sobre una nube, transitando el pasado. 

¿Y si llamo y le digo que me olvidé de contarle….? Imaginación, rápido, buscá una excusa, la necesito urgente!!!

No me escucha, estoy en otra dimensión, privada, desconocida.

Bocinazo que me vuelve de golpe a la realidad 3D. ¿Y ahora como vivo este presente?... Pongo a resguardo, bajo llave todo esto, lo quiero puro, que no se contamine con aire, que no oxide.

Llamará… llamaré… volvemos a deshojar margaritas… me quiere… no me quiere… mucho… poquito…

¡Esto todavía no terminó!... El libreto aún está por escribirse, cuando los actores tengamos el valor de subir al escenario y retomemos el segundo acto o vivamos el epílogo de esta ilusión recién nacida.

Susana    

Susu, yo también me alegro de haberte conocido! No es igual debatir con la imagen de una foto que recordando la energía personal de alguien.

Cuatro personas diferentes me contaron encuentros con sus ex novios en los últimos meses, empecé a imaginar que me pasaría a mí en ese caso, que podría sentir. Y lo escribí. Eso es lo que yo me plantearía y creo que algo muy parecido les pasa a los reencontrados. En algún caso fueron novios en la pubertad.

¿No tenés amores pendientes?... mmmmm. Puede que por tu edad (Sos bastante más joven) aún no te hayas topado con algún personaje del pasado. Estoy observando que después de los 50, comienzan a suceder “causalidades” que nos llevan a rever muchas cosas del presente y el pasado, cambiamos etapas en nuestras vidas, a veces profesión, vida social, viejos amigos que retornan, otros se alejan, pareciera que todo cambia a ritmo vertiginoso.  En muchos casos, es para desprendernos de ilusiones en desuso, otras para retomar sueños perdidos.

Puede ser que ningún “chico” te haya movilizado lo suficiente en su momento, o hayas cerrado tus capítulos.

En unos años, si ningún fantasma del pasado aparece, tendrás la seguridad. Antes era demasiado terminante. Aprendí que es mejor estar abierto a las posibilidades. No sabemos lo que nos va a tocar vivir mañana. Deseo sinceramente que no te queden cosas pendientes, es la forma más propicia para vivir nuestro presente de cara al futuro. En ese caso, en vez de enfrentarte con tu pasado, vos y el hombre que está destinado para vos, ese hombre del futuro que movilizará tus estructuras y tu corazón, se encontrarán  pronto.

Besos. Susana

   

LadyXX,  acá no necesitás pedir permiso para dar tu opinión. Somos todos muuuuuuy  opineros…

Yo te aseguro que hay viejas historias de amor que les pusieron a varios la vida de cabeza, después de 30 o 40 años.

Por mi personalidad, creo que no hubiese dejado ir al personaje tan fácilmente… Hubiera retomado inmediatamente el segundo acto… No es mi estilo abandonar y menos en ese estado emocional que describo. ¡Pobre tipo!!!.... jajaja. ¡Vivan los sueños y las ilusiones… aunque sean utopías! Que se agarren!!! Jajaja . besos. Susana

   

Viví una historia que comparto con ustedes, una que tardó más de 12 años en cerrar.  

Año 1977. En mi primer franco regular del servicio militar fui a la casa de quien había sido mi compañero de carpa. Al término del día y antes de regresar a casa paseamos por el centro de San Miguel. Mientras caminábamos él decidió seguir a Beatriz, una chica que le había gustado, y a la amiga que la acompañaba -que le insitía de regresar a sus respectivas casas- yo debía convencerla de ir a tomar algo.  No fue nada fácil y no había el más mínimo gesto de simpatía por parte de ella. De mala gana aceptó un próximo encuentro porque a su amiga no la dejaban salir si no lo hacía acompañada por ella. Como mi amigo no pudo ir a la cita y su amiga tampoco, nos encontramos los dos solos, ella para decirme que su amiga no podía asistir y yo decirle lo mismo de mi amigo. No fue nada amable hasta que compré dos fichas para fonola y le dí una a ella. Ambos elegimos el mismo tema, Sentimientos por Albert Morris. A partir de ahí la charla tuvo un cambio de 180º.

Noviamos dos años. Conocí a su familia y ella a la mía. Ya la relación rumbeaba para el casamiento. Ocurrió algo que no detallaré pero hizo que nos alejáramos. Le tuvo miedo al compromiso, pensó que no podría estudiar si se convertía en esposa y madre. Yo tuve la certeza de que debí casarme con ella.

Nos mantuvimos en contacto a lo largo de muchos años. Nos reencontramos para almorzar en el 93, casi cinco años después de separarnos. En ese momento ambos estábamos en pareja.

A fines del 2001 tengo la posibilidad de cambiar de trabajo, de Lanús  a Pilar, y luego de la segunda entrevista, con la seguridad de ser incorporado, nos encontramos cerca de su lugar de trabajo quedando en un -Te llamo y nos vemos un sábado...- Ese sábado se demoró más de tres meses, pero en el reencuentro, reiniciamos la relación. En esa oportunidad me confesó que ella también creyó que debió haberse casado conmigo.

Ella continuaba soltera pese a que era bonita -así la veia- mientras que yo estaba divorciado. Ella no tenía hijos, mis dos hijas vivían conmigo. Ella amaba a su coche, yo a mi bici. Ella militaba para el partido de un carapintada, yo pintaba las banderas de la asamblea vecinal de mi barrio. Los que pegaban carteles para su partido eran "unos negros de mierda", los que pintaban carteles y banderas en la asamblea barrial eran "mis compañeros".

El tiempo, la vida y Dios nos había llevado por caminos muy distintos a destinos distintos. Hasta el concepto de la vida era distinto. La relación no prosperó, como es lógico suponer.

 Agustín:)

 no sirve volver al pasado

 o somos otros

o se repiten los mismos desencuentros

probar hacia adelante me parece el camino

 asi soy yo hoy

asi sos vos hoy

 y si no va

vuelta a empezar

 y un dia decimos

 aca me gusta

aca me quedo

 y si un dia se termina

 vuelta a empezar

 y si no nos gusta nada

 vuelta a empezar

 asi es el destino de las almas inquietas

 muy bueno tu relato Agustin !

Marce50: Pienso que tanta buena onda que transmitís, tanta esperanza de amor entre la gente, tu visión tan positiva sobre la vida y la sociedad actual, hacen que al leerte la vida parezca demasiado buena para ser real.

El mensaje implícito de: “Suban al primer colectivo que pase porque el tren ya se les fue hace rato”… llena de emoción a muchas mujeres que antes carecían de ilusiones.

Muchas gracias en nombre del género femenino.

Namasté

Susana

   

KUKITYTA: Me gustó mucho haberte conocido!!! También leerte.

Muy interesante el desafío planteado: Saldar lo pendiente y animarse a descubrir lo nuevo!!!

Y también cuanto puede haber de necesidad de conectarse con esa época, para sentirse más joven o tan feliz como el recuerdo atesorado.

Besos. Susana

   

Marta: Por tu relato, en tu regreso a casa, presumo que corriste más rápido que el correcaminos… jajaja.

Cuando aceptaste el café… Estabas mirando el recuerdo grabado en tu cerebro… ¿No?

Al escuchar su tango desesperado, se rasgó el velo y recordaste lo que no soportabas.

Más que un encuentro: UNA VERDADERA PESADILLA!!!

Yo creo que ni le hubiera dado el teléfono!!! No… no…. Noooooonnnnnnnnnn!!!

Susana

Agustín: ¡Que suerte que pudiste cerrar tu historia! Incluso te diría que más que cerrarla… se estrelló contra la realidad de ese presente.

Hay un punto límite en que ya no queda espacio para la más mínima ilusión de futuro, y es cuando nos damos cuenta que el amor es insuficiente para sostener tan diferentes formas de pensar y vivir. ¿Irreconciliables diferencias?...

Susana  

José: En casos así lo sentimental no está en discusión. La gran incógnita es descubrir quien es y que nos pasa en el hoy con esa persona. Atreverse a descubrirlo o salir espantado de miedo a enfrentar fantasmas.

Susana

   

Ileana: Somos el único espécimen que mete 3 veces la pata en el mismo agujero y recién lo recuerda cuando escucha el ruido del hueso quebrado. Es mucho más sano cerrar la puerta al salir y nos empeñamos en dejar abiertas la mayoría.

Susana  

La historia habla de amor. Me parece que vos hablás de relaciones fallidas, ahí sí que estamos desgastando una relación, entonces el portazo es ensordecedor.

Susana

   

Lili: Yo también creo en el karma, en el destino y en transcender experiencias. La pregunta surge de para qué se presenta esto ahora: Me quedaba algo por aprender o ahora estamos preparados para unirnos desde lo que trascendimos ambos?

Susana 

Reflejos: Se supone que queremos estar bien siempre, que cerramos capítulos. Pero muchas veces nos damos cuenta que dimos millones de vueltas para estar felices, llegamos al punto de partida y ni siquiera estaba escrito el certificado de defunción. Porque un ex o un muerto físico es parecido: “Los muertos que vosotros matais… gozan de buena salud”.

Susana

Maruja: Si cerramos capítulos, podemos avanzar. El problema es cuando lo cerramos desde la cabeza y el corazón no se entera. La prueba es cuando nos enfrentamos al pasado sin aviso y  moviliza emociones… es el momento de la encrucijada. Podemos elegir entre opciones a quien escuchar ¿Al corazón o a la razón?

Un abrazo. Susana

   

Marce50:  Yo no tengo preconceptos sobre vos, simplemente leí muchos de tus posteos.  Cuando usás al Marce zarpado, se te escapa el respeto por la ventana. Es un problema tuyo, de todas formas.

Los adultos que no saben cortar el hilo de las ilusiones, les falta crecer, no está en nosotros impedir su crecimiento.  Si la vida solo se basara en seguridades sería un mundo muy aburrido.  La vida es una hermosa experiencia y como tal una aventura, el no saber lo que pasará luego es lo que la hace interesante.

Sufrimos cuando NECESITAMOS al otro. Al necesitar creamos nuestra propia dependencia, ahogamos con exigencias y el otro huye despavorido. Tanto hombres como mujeres.

Las ilusiones se rompen cuando empezamos a ver al otro tal cual es. No responde a mis expectativas y me frustro.

Lo hacemos en todos los órdenes de la vida: estudio, trabajo, hijos, pareja, amistad. ¡¡¡No es lo que yo pensé!!!

Nadie es quien pensamos sino quien es, si queremos conocer al otro, la consigna sería SIN PRESUPONER. Si nos dicen que nos quieren la segunda vez que nos ven: Está enamorado del amor. Si no nos lo dicen nunca: Tiene graves problemas de comunicación o un miedo terrible a comprometerse.

Coincido con vos: somos adultos funcionales. Emocionalmente venimos a aprender en esta vuelta de calesita a sentir. Yo transité el camino del sufrimiento a través del amor.  Aprendí a vivir para mí misma y conmigo misma, sin dependencia y con compromiso. Tuve que conocerme, amarme y saber que quiero, fue todo un viaje interior.

Ahora puedo soñar con lo que quiera hacerlo, es el gran juego y apuesto en grande. Espero al príncipe y en el mientras tanto, puedo elegir ilusionarme o no con lo que hay a la vista. Si me ilusiono y me caigo… el golpe es fuerte, pero también lo fue la felicidad ficticia de los sueños. Aprender a levantarse es muy sano.

Entre adultos, prefiero aconsejar para que el otro reflexione y también puedo contener, consolar y ayudar a juntar los pedazos de un amigo/a que quedó herido. El: ¿Viste que yo te lo había advertido?... a mí no me sirve.  Ante el terremoto emocional… lo propicio es restañar las heridas... el reproche no construye.

Como sé que soy jodida, puedo elegir serlo o no serlo cuando quiero.

Saludos.

Susana