LOS ANIMALES NO SON MEJORES QUE NOSOTROS

Comentarios



SIN  PALABRAS!!!!! 

NO VALE LA PENA  (en este caso) HACER EL MÍNIMO ESFUERZO NI PARA TRANSMITIR UNA IDEA, NI PARA  MOVER LOS DEDOS SOBRE EL  TECLADO....

   
@AGUSTIN

23/01/2009



Sin...!!!

Agustín:)  


Bravo José!!!   Muy buena tu participación...

Lidia  
@AGUSTIN

26/01/2009



En primer lugar hay una característica que hace muy diferente a la especie humana del resto del mundo animal: es social y no gregaria. No obstante hay conductas que nos hacen dudar de esta distinción.

Les cuento dos hechos, de uno de los cuales he sido testigo directo. El juicio de valor lo hará cada uno según le parezca.

Hecho 1. Un amigo de la familia, guardafauna el muchacho, conocedor a fondo de la vida de la orcas, nos contó que en un museo, creo que el Bernardino Rivadavia  de Parque Centenario, hay un esqueleto de una orca con la mandíbula fracturada y soldada. Esto quiere decir que mientras estuvo lesionada no pudo cazar pero que fue alimentada por sus compañeras de manada.

Hechos 2. En el año '88 decidí comenzar con un pequeño autoservicio asociado al hermano de una amiga de mi hermana. Comenzamos con lo básico: carnicería y verdulería-frutería más algunas cositas envasadas. A los pocos días de nuestros  inicios apareció a la tarde, en la puerta, un perro mestizo de tamaño mediano de nombre Pichi -eso lo supe un tiempo después- que se sentaba y miraba hacia dentro del local pero jamás entraba. Con mi socio, conmovidos, decidimos darle un hueso de pata de vacuno. Al rato, no más de 10 o 15 minutos, apareció de nuevo el perro mencionado. Como no se iba le dimos otro hueso. No apareció hasta el otro día.

Así pasaron las semanas y todos los días Pichi, a las 17 puntualmente, apenas abríamos, se sentaba en la entrada del local a esperar sus dos huesos. ¿Porqué dos? Eso me intrigaba así que decidí seguirlo. Esperé la hora señalada sentado en mi bólido al que había bautizado La Saeta -una Citroneta 2CV reformada a 3CV- y lo seguí. El perro hacía un trayecto de unas seis o siete cuadras y se introducía en una casa que parecía abandonada. Al rato emergía por el mismo agujero en el alambrado por el que había ingresado y partía en busca de su segundo hueso. Al regreso entraba a la casa por el hueco mencionado y no salía más.

Intrigado pregunté a unos clientes vecinos y ahí supe la historia de Pichi que, a tantos años, no deja de emocionarme. En esa casa vivía un señor muy mayor al que sdus hijos ignoraban  y que tenía por única compañía dos perros: Pichi y otro más viejito. Este señor enferma gravemente y lo internan. Luego de unos pocos días muere. Pichi, tal como era su costumbre, iba a las 16, más o menos, a la parada del 328 en Presidente Montt y Quintana, Villa Libertad, mi barrio, a esperar a su amo. Luego de casi una hora de infructuosa espera dejaba la parada y se venía a nuestro negocio. ¿Y el otro hueso? Era para su compañero que por su edad avanzada no podía sortear el obstáculo del alambre.

Hasta donde sé, una familia vecina adoptó a ambos perros.

Agustín:)  


Por favor,  alguien me puede ayudar a entender????

Es evidente que  me estoy poniendo vieja....  el 22  leí  y  entendí  una  cosa....   hoy 26  leo y entiendo otra....  no,  noooo...  yo debo estar muy  mal!!!

Un neurólogo , un sicólogo o  un analista de textos,  por aquí por  favor!!!     
@AGUSTIN

27/01/2009



Como nunca has dicho cuál es el área de la docencia a la que te dedicás me veo en la obligación de hacer una serie de acotaciones que hubiese deseado más breves ya que este no es un foro de especialistas -yo no lo soy-, sigo con la idea de la charla de café.

La etología puede arrojar luz sobre este tema. Primero deberíamos estar de acuerdo -o no- en la autoconciencia de los animales, en especial en los primates y los mamíferos marinos más evolucionados como el delfín, la marsopa y la orca. Un investigador llamado Gallup (como la agencia de encuestas) hizo una experiencia muy interesante al anestesiar a un chimpancé y hacerle en la frente una marca roja. Al ponerselo frente a un espejo no percibía dicha marca como propia sino como la de otro mono. Aquí hay una primera gran diferencia con el Homo Sapiens sapiens, la conciencia del otro y de sí mismo, por eso son gregarios y no sociales. Como lógica consecuencia no se le pueden aplicar términos humanos como "heroísmo" o "guerra". Joan Godall, investigadora de chimpancés en su medio a lo largo de muchos años, describe como una manada incursiona en otro territorio de caza, captura y mata a otro chimpancé que había migrado a otra manada. Sin embargo no lo considera una "guerra" en términos humanos.

Los ejemplos que has citado no se pueden considerar ilustrativos sino solo por analogía y con muchísimas reservas. Los grandes herbívoros africanos, elefantes y búfalos, se organizan en manadas en la época de la parición de sus predadores felinos para matar a las crías pero de ningún modo se pueden considerar guerras de exterminio.  Lo mismo hacen los leones con las crías de chitas y hienas. Las hormigas, al igual que las abejas y otras especies, son consideradas organismos colectivos, es decir que debemos hablar de la colmena y no de una abeja en particular. Dentro de ese organismo colectivo existen especializaciones como en el cuerpo humano hay tejido nervioso, muscular y demás, que actúan en forma complementaria. Bajo ningún aspecto se puede considerar sociedad la de los insectos.
 

En cuanto a los delfines y tiburones... ni los delfines acuden a salvar náufragos ni los tiburones a comer hombres exclusivamente. Ambos son depredadores especializados. Acuden a una probable fuente de comida. Los delfines, en especial los llamados "nariz de botella" como el archiconocido Flipper,  registran más ataques a bañistas que los tiburones. En USA, país amigo de las estadísticas, la proporción anual es de un ataque cada 10.000 nadadores. En África mueren más personas por ataques de hipopótamos que de leones. En Australia los ataques del gigantesco cocodrilo marino, de agua salada, son muy superiores en cantidad a los del temido tiburón blanco. ¿Debemos pensar que esas especies están en guerra con el género humano? Creo que no.

Efectos e intenciones no siempre se corresponden. En el caso de quienes nos dedicamos a la docencia, en el área que sea, es condición indispensable saber transmitir las ideas y conceptos con la mínima posibilidad de "ruidos". La sensación que tengo es que en tu posteo subyace una justificación de la violencia. En cuanto a las actitudes y cualidades humanas que solemos adjudicar a nuestros animales no veo nada de malo en ello. A pesar de lo expuesto y aún a riesgo de parecer una contradicción, a la afirmación de que hay animales a los que solo le falta hablar, cada vez con mayor certeza creo que en realidad a nosotros nos falta entenderlos.

Agustín:)  

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