DICCIONARIO DE PECADOS

(Si algún hispanoparlante no comprende algunos giros, serán atendidos en los comentarios).

De la A a la Z, a saber:

Abusador/a. persona con poder envolvente que le hace creer a otro que humillarse o ceder más de lo que su dignidad le permite es normal, corriente y de buena gente. La víctima se detecta por el clamor “¡Qué quiere usted de mí!”.

Beso muerto. Pico más o menos húmedo que se dan las parejas con los ojos abiertos y atentos a otra cosa, cinco o dos veces al día, por razones tales como la formalidad, la costumbre o la apariencia. (Trasládase a cualquier demostración de afecto físico gobernada por inercia, totalmente vacía de contenido. Detéctase con “Sí gordi”).

Colifa. Dícese de toda persona poco o nada comprendida. Algunos formalmente recluidos, otros libres por las aceras. (Bibliografía: Foucault, Michel o su admirador número uno, Zaffaroni, Eugenio).

Dádiva. Noche de pasión mortecina que no alcanza para llegar a fin de mes. Aplícase a noches de apatía (a-pathos, sin-pasión. Cfr. Grondona, Mariano) entre matrimonios. También refiérese a migajas pseudoeróticas desamoradas (refiérase a Beso muerto).

Edulcorar. Mentira recubierta con capa de desinformación dulce de repostería. (Ver Periodista).

Ficus. Forma vegetal que adquieren los segregados a la vista de los exitosos (refiérase a  Xenofobia)

Gilada. Porción de audiencia que adhiere a creencias que resultan obvias, simplistas, mentirosas o antiguas para el que predica, que las sabe todas. Antónimo: viajado, avezado, pillo, pijo (mexicanismo), groso. No confundir con Gildada, turba fanática de Gilda (q.e.p.d.)

Hueca/o. Individuo con alta capacidad para practicar la indiferencia programada hacia determinadas realidades, sobre todo las complejas, antipáticas, profundas o faltas de glamour.

Interesada/o. Mujeres o varones con olfato pragmático para el éxito, único criterio según el cual dirigen sus afectos y complicidades en la vida. Suelen algunos haber saboreado la derrota alguna vez de modo tal que el horror de volver a saborearla los impele a odiar toda nobleza, ingenuidad y candor, sobre todo si éstos llevan a alguien al éxito sin querer.

Jodido/a. Persona con resentimiento y pericia para culpar a los demás de sus desgracias y así nunca hacerse responsable del mal que lo aqueja.

Kilobyte. Unidad de medida del amor a distancia, del afecto de la red social y de la figuración en el espacio público real. 

Loca. Mujer mala e histérica. (Loco. Visionario, precursor, genio).

Lluvia. Modo de caer agua del cielo que en los mejores casos inclina al humano a practicar hacer cría y, en los peores casos, a caminar por la calle y quedar electrocutado o a manejar y perecer en accidente.

Mina. Minucia.

Nabo/a. Quien sufre por amor.

Oasis. Banda británica que suele dar conciertos en medio del desierto.

Periodista. Baluarte del narcisismo experto en palabras, adicto a ser admirado o temido por sus pares y propenso a ser repudiado por las multitudes.

Querer. Rareza de antiguos humanos de sentir afecto por sus pares. Dícese también de aquella afección que sufren automovilistas que no insultan ni aceleran en semáforos rojos; padecida también por personas con huevos para terminar amores mediocres y por niños/as que no golpean ni apuñalan maestros, compañeritos, ni que terminan ebrios/as en las esquinas de las matinés.

Rebelde. Ser propenso a la sinceridad, la nobleza y la valentía, despojado de mesianismo, boina, bomba, bota, palo o espada.

Sexy. Atractivo/a. Casta de seres humanos que salen en las revistas de mayor tirada fotografiados delante de un biombo de sponsor en los eventos.

Tonta/o. Votante ingenuo o ignorante.

Ultimátum. Vertiginosa imposición de nuevo comienzo.

Vacío. Estado anímico frecuente en adictos (a las maratones, la moda, la perfección, las drogas, el trabajo, la comida, el sexo o las computadoras, etcétera).

Wanda. Fenómeno mediático sin cintura. (Dícese también del suceso periodístico de burla retroalimentada (mutua) que resulta de, en este orden: espolear a la virginidad, filmarse lamiendo a un hombre y tomar el pelo a los medios que le toman el pelo mediante la puesta en escena de una boda lujosamente berreta a la Pigmalion).

Xenofobia. Práctica muy utilizada en la Argentina para segregar a vírgenes, moderados, comprometidos no violentos, sinceros con sus parejas, solteras saludables (si fuera posible tal cosa) y almas nobles en general. Ah, también emos, blancos/as, oscuros/as, pobres (si fuera posible tal cosa), aburridos/as y gordos/as.

Ya fue. Dícese de los noviazgos en los que ambos crían: falta de cuidado personal, novedades tecnológicas grandilocuentes, panza y ella, además, falta total de estilo. (Para corroborar este último tip, véala luego de la ruptura).

Zoofilia. Obsesión por la exhibición con correa o sin ella de perros de más de mil pesos (precio cachorro) en calles angostas de la metrópolis, sea que vivan las bestias en un balcón de uno por uno o en un cuarto de no más de 50 metros cuadrados (práctica más frecuente en varones como extensión peneana figurativa similar al automóvil). Vale también para la obsesión por la exhibición de frágiles canes igualmente caros que se suelen ornamentar como seres humanos o como árboles de navidad y se cargan en el brazo igual que una cartera de Louis Vuitton o de cool design de Palermo (práctica más frecuente en mujeres o similares).

(Fuente: Infobae.com / Rocio Ferraro)