Fábula

Comentarios

@ZARACHO

25/04/2006

Había una vez una Hormiguita y una Cigarra que eran muy amigas....... Durante todo el otoño la Hormiguita trabajó sin parar, almacenando comida para el invierno. No aprovechó el sol, la brisa suave del fin de tarde, ni de la charla con amigos tomando una cervecita después de un día de labor. Mientras, la Cigarra sólo andaba cantando con los amigos en los bares de la ciudad, no desperdició ni un minuto siquiera, cantó durante todo el otoño, bailó, aprovechó el sol, disfrutó muchísimo sin preocuparse por el mal tiempo que estaba por venir. Pasados unos días empezó el frío; la Hormiguita, exhausta de tanto trabajar se metió en su pobre guarida repleta hasta el techo de comida. Pero, alguien la llamó por su nombre desde afuera y cuando abrió la puerta, tuvo una sorpresa cuando vio a su amiga Cigarra dentro de un Ferrari y con un valioso abrigo de pieles. La Cigarra le dice: - ¡Hola amiga! Voy a pasar el invierno en París. ¿Podrías cuidar de mi casita? La Hormiguita respondió: - ¡Claro!, sin problemas. Pero ¿qué ocurrió? ¿Dónde conseguiste el dinero para ir a París, comprar ese Ferrari, y ese abrigo tan bonito y caro? Y la Cigarra respondió : - Imagínate que yo estaba cantando en un bar la semana pasada y a un productor de O.T. le gustó mi voz. Firmé un contrato para hacer shows en París. A propósito, ¿necesitas algo de allá? - Sí, dijo la Hormiguita. Si te encuentras con La Fontaine (autor de la fábula original), dile de mi parte: QUE ME CAGO EN LA PUTA MADRE QUE LO PARIÓ. MORALEJA: Aproveche la vida, dosifique el trabajo y la diversión, pues trabajar demasiado sólo trae beneficios en las fábulas de La Fontaine. Trabaje, pero disfrute de la vida, ella es única. Si no encuentra su media naranja, no se desanime, busque un medio limón, póngale ron, hielo y sea feliz.