AHOGADOS EN EL RIO


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@OLIVOSCITY

24/04/2006

AHOGADOS Argentinos y orientales se están ahogando en el “Lío de la Plata”. El hecho de haber dejado que un conflicto sobre la instalación de las plantas de celulosa en el Uruguay haya llegado a la situación actual, solamente está revelando la inexperiencia y la ineptitud de ambos países o, mejor dicho de sus respectivas Cancillerías que parecen ser conducidas por meros aficionados, para solucionar sus controversias. Sin entrar al fondo de la cuestión sobre la cual estamos inhabilitados para opinar porque no somos técnicos ni contamos con informes definitivos sobre si las mencionadas plantas contaminan o no y en qué grado, la materia discutible en el momento se reduce a los obstáculos que han impuesto piqueteros argentinos, disfrazados de ambientalistas, a la libre circulación de personas y mercaderías en el ámbito del Mercosur. La otra cuestión, la posible o no contaminación, debe ser dilucidada por quienes están calificados para opinar: los técnicos, no los políticos. El gobierno de Uruguay ha solicitado la reunión del Consejo del Mercado Común y ha acudido con su queja al Tribunal de La Haya. Está en su derecho. Argentina también está en su derecho de que se discuta y aclare definitivamente el grado de contaminación que pueden producir las plantas cuando funcionen y aún, si una vez fuera comprobado este extremo, paralizar su construcción o puesta en funcionamiento, llegado el caso. No es una cuestión bilateral, como sostiene el gobierno argentino, sino regional, dado que está incluido en ella el propio Mercosur, puesto que la interrupción de rutas internacionales utilizada no solamente dificulta el tránsito entre los países implicados, sino también para las personas y mercaderías originarias de otros países del Mercosur como Brasil y Paraguay y demás asociados como Chile y Bolivia. Tal posición de fuerza es violatoria de acuerdos y tratados internacionales como el de Tratado de Asunción que establece la libre circulación o el de Transporte Sudamericano por Carretera. Brasil, que podría ser en cierto modo quien imponga algo de sensatez por su reconocida calidad diplomática y hasta llegar a constituirse casi en un árbitro de la cuestión, ha preferido no intervenir y desentenderse, aunque su simpatía por la posición uruguaya es notoria tanto como la de Paraguay. De manera que en el ámbito del Mercosur la porfía está 3 a 1. Se ha dicho por parte de nuestra Cancillería que el tema no es susceptible de trasladarlo al Mercosur dado que se trata de una cuestión bilateral y no regional. Error. Ya hemos visto que no es así puesto que están implicados en los cortes de rutas todos los países del Mercosur y otros más. Por otra parte, los Laudos Arbitrales dictados hasta el momento (y son más de una decena) fueron siempre resolviendo cuestiones bilaterales entre dos miembros del Mercosur y nunca por cuestiones “regionales”.