Angustia

Como se apaga el sol en el ocaso,
murió la luz
y se alumbró la escena.

Me abrumaron heridas y fantasmas,
recuerdos del pasado
mezclados en una niebla espesa y pegajosa,
que el pasado,
traía pegada a sus talones.

No pude ni cerrar los ojos,
todo flotó ante mí.

En un vacío inmenso como el mar,
más ancho aún,
que la brutal duda
del hombre ante la muerte,
me encontré con mis restos,
con la gris resaca de muchas cosas
pasadas y olvidadas...
aunque no tanto.

Abrí cada una de mis llagas
para ver
las causas de mis llantos,

Rompí cada torre de cristal
donde había ocultado mis temores
más profundos y secretos.

Y en ese instante,
tanto me abrumó el saber,
tanto me pesó el conocimiento,
que,
apretando los puños...

me hundí en la desesperación.

 

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