Fin de sueño
Escrito por
@SERGIO
Seis y cinco sonó el despertador, él ya estaba despierto, se había despertado a las cinco y cuarenta y siete con el paso del tren, que como todas las mañanas en donde lo esperaba un gran día el sueño se le alivianaba y la campanilla de la barrera le penetraba el sueño hasta despertarlo, luego el paso de la pesada formación haciendo vibrar todo terminaba de decirle que se había acabado su posibilidad de descansar.
Los pensamientos se le empezaban a arremolinar. En este día eran principamente relacionados al examen de Técnicas Digitales 3, una de las últimas materias de la carrera en donde se había combinado el interés de la materia con la posibilidad de mostrarse como un candidato para un puesto de trabajo, que los ayudantes habían compartido con los más destacados, en la empresa en donde trabajaba el titular de cátedra. Y él lo quería, había sido el mejor del curso, era el mejor en muchos de los cursos. Los profesores lo tenían identificado, no era uno más. Se preparaba, exponía y discutia en clase cada uno de los temas por interés, por aprovechar al máximo la posibilidad que la vida le había dado. En verdad, más que la vida había su madre la que le daba cada día la posibilidad a costa de extra esfuerzo propio.
Venía de una familia muy humilde, su madre hacía un terrible esfuerzo por no trasladarles la presión de los gastos de la casa a él y sus hermanas para que puedan estudiar, para que puedan tener una vida diferente a ellas. Y lo estaba logrando. Sabía que sería un profesional en una empresa de esos que ganan sueldos muchas veces superiores a todos los que su madre juntaba con todos los trabajos que hace en la semana . Estaría en condiciones de devolverle cada momento, pensaba mientras se preparaba un mate cocido para no salir con la garganta seca.
Mientras repasaba mentalmente alguno de los temas que estaban incluidos en el examen suena un Plink en el celular que indica un mensaje entrando, no termina de finalizar el sonido que sus ojos y mente ya se habían ido a la pantalla para capturar ese segundo que el mensaje se muestra en el margen superior de la pantalla. Solo era para confirmar que era de su novia, quien por más que se tenía que despertar más tarde le hacía llegar sus buenos días. Llevaban ya dos años, no era una chica cualquiera, era probablemente la madre de sus futuros hijos. Era la persona que lo estaría esperando en esa casa futura que con esfuerzo y crecimiento van a poder tener para su familia. Se mudarían de barrio, probablemente un barrio privado de Nordelta, tendrían quizás que llevarse a su madre, seguro que podrían, era la mejor forma de agradecerle que los últimos años solo tenga que cuidar a sus nietos.
Se abrigó, junto todo lo que necesitaba para el día, inclusive el libro de Matemáticas de segundo año que usaría para dar clases a dos chicos de Belgrano que tenían que dar un recuperatorio al día siguiente. Tenian todo servido y no entendían nada, no estudiaban ni un minuto más de la hora que estaban con él. Lo llenaba de broca el desperdicio que hacían de la oportunidad, le garantizaban más horas de profesor particular y a él lo ayudaba con los gastos, con ese pensamiento cerró la puerta de calle, dejando la casa en silencio. Se puso los auriculares y se dirigió apurado a las paradas de colectivo que estaban del otro lado de las vías. Le gustaba llegar temprano, especialmente día de examen, tenía un viaje largo hasta la facultad y nunca se sabía lo que podía pasar en los trasportes públicos.
Hizo los cien metros hasta la barrera sin darse cuenta de la gente con la que se cruzó, venía pensando en el examen, en el titular de cátedra, en el posible trabajo, en los adolescentes de Belgrano, en su madre, en la novia. Llegó a los laberintos, estaba pasando un tren en dirección a Provincia, había una madre con una nena peinada con montón de trenzas apretadas a la cabeza, como las negras que bailaban en el video de la canción que estaba escuchando. Tenía una mochila floreada también cargada de sueños. Saludó con la cabeza a la mujer, vió a su madre en los ojos de esa otra madre que acompañaba a su hija al colegio, aunque la mirada de esa madre mostraba reproche, no lo entendió. El tren estaba terminando de pasar y él había empezado a caminar, la campanita aún no había parado de sonar como la de las cinco cuarenta y siete. Cayó un Plink en el celular que le llevó la mirada a atrapar el mensaje. Se mezcló con la bocina desesperada del tren que trataba de entrar en su cabeza sobre la música brasilera y mientras las ideas comenzaron a agolparse levantó la mirada para el lado provincia. La sangre se heló, el cerebro no pudo indicarle nada a los músculos, solo llegó a ver la imagen del maquinista, ya muy cerca, que lo miraba con cara de reproche y resignación. Un último pensamiento le pareció que se formaba en sus neuronas estresadas. “Fin del sueño“.
Comentarios
29/09/2017
29/09/2017
Muy buen cuento Sergio !!
Cuántos sueños truncados hubo y habrá, por accidentes como estos !!
No se puede andar por la calle con auriculares puestos, porque no oís.
No se puede caminar por la calle leyendo el celular, porque no vés ni mirás.
No se puede cruzar barreras a pie ó manejando un auto en esas condiciones...porque te perdés de muchas cosas, entre ellas la Vida !!
30/09/2017
Muy bueno y dramático! Me encantó el discurrir espontáneo de los pensamientos, que por momentos se amontonan y pujan unos u otros por destacarse.
El final, ambiguo en cierta forma, también me gustó. Demasiado terrible para ser verdad. Demasiado coherente para ser un simplemente un despertar. Así, ambiguo, es estimulante y completo. Todo un símbolo ante tremenda tragedia que se anuncia.
Gracias! De paso aprendemos lo que no hay que hacer en estos casos peligrosos.
30/09/2017
Mil gracias Lucia, Elsa, Amir por leer . Sus comentarios son motivación pura para mi .
Los pensamientos agolpados que muchas veces nos llevan a distraernos es una realidad de muchos. Me gusta jugar tambien con esta ambiguedad . Los sueños de una vida mejor en base al esfuerzo, la novia de jovencitos, dar clases, los chtos de Belgrano, y tantos elementos mas, me alegro se hayan dejado llevar por el cuento.
Cariños grande a los tres !!
Besos
30/09/2017
Muy buen mensaje ,ya que no considerar el esfuerzo como logro de conquistas, siendo que la "E" de Esfuerzo esta antes de la "T" de trabajo en el abecedario.Saludos
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Me gusta leer , mirar pelÃculas o series ,caminar y la vida al aire libre. Hace
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Abogado, no carancho. Tranqui. Vida sana, lo que no excluye placeres mundanos. ð
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