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Publicado por
@STRELLAFUGAZ14

31/07/2017#N63906

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SOMOS LA GENERACION QUE NO QUIERE RELACIONES


 


Queremos una segunda taza de café para las fotos que subimos a Instagram los domingos por la mañana, otro par de zapatos en nuestras fotos artísticas de pies. Queremos poner en Facebook que tenemos una relación para que todo el mundo pueda darle a "me gusta" y poner un comentario, queremos una publicación digna del hashtag #parejaperfecta. Queremos tener a alguien con quien ir de brunch los domingos, con quien quejarnos los lunes, con quien comer pizza los martes y que nos desee buenos días los miércoles. Queremos llevar acompañante a las bodas a las que nos inviten (¿Cómo lo habrán hecho? ¿Cómo habrán conseguido un felices para siempre?). Pero somos de la generación que no quiere relaciones.


 


Buceamos por Tinder en un intento de encontrar a la persona adecuada. Como si tratáramos de hacer un pedido a domicilio de nuestra alma gemela. Leemos artículos como Cinco maneras de saber que le gustas o Siete formas de gustarle, con la esperanza de ser capaces de moldear a una persona para tener una relación con ella, como si de un proyecto de artesanía que hemos visto en Pinterest se tratase. Invertimos más tiempo en nuestros perfiles de Tinder que en nuestra personalidad. Y aun así no queremos tener una relación.


 


Hablamos y escribimos mensajes de texto, mandamos fotos o vídeos por Snapchat y tenemos conversaciones subidas de tono. Salimos y aprovechamos la happy hour, vamos a tomar un café o a beber cerveza; cualquier cosa con tal de evitar tener una cita de verdad. Nos mandamos mensajes para quedar y mantener una charla insustancial de una hora solo para volver a casa y seguir manteniendo una charla insustancial mediante mensajes de texto. Al jugar mutuamente a juegos en los que nadie es el ganador, renunciamos a cualquier oportunidad de lograr una conexión real. Competimos por ser el más indiferente, el de la actitud más apática y el menos disponible emocionalmente. Y acabamos ganando en la categoría el que acabará solo.


 


Queremos la fachada de una relación, pero no queremos el esfuerzo que implica tenerla. Queremos cogernos de las manos, pero no mantener contacto visual; queremos coquetear, pero no tener conversaciones serias; queremos promesas, pero no compromiso real; queremos celebrar aniversarios, pero sin los 365 días de esfuerzo que implican. Queremos un felices para siempre, pero no queremos esforzarnos aquí y ahora. Queremos tener relaciones profundas, pero sin ir muy en serio. Queremos un amor de campeonato, pero no estamos dispuestos a entrenar.


 


Queremos alguien que nos dé la mano, pero no queremos darle a alguien el poder para hacernos daño. Queremos oír frases cutres de ligoteo, pero no queremos que nos conquisten... porque eso implica que nos pueden dejar. Queremos que nos barran los pies, pero, al mismo tiempo, seguir siendo independientes y vivir con seguridad y a nuestro aire. Queremos seguir persiguiendo a la idea del amor, pero no queremos caer en ella.


 


No queremos relaciones: queremos amigos con derecho a roce, "mantita y peli" y fotos sin ropa por Snapchat. Queremos todo aquello que nos haga vivir la ilusión de que tenemos una relación, pero sin tener una relación de verdad. Queremos todas las recompensas sin asumir ningún riesgo, queremos todos los beneficios sin ningún coste. Queremos sentir que conectamos con alguien lo suficiente, pero no demasiado. Queremos comprometernos un poco, pero no al cien por cien. Nos lo tomamos con calma: vamos viendo a dónde van las cosas, no nos gusta poner etiquetas, simplemente salimos con alguien.


 


Cuando parece que la cosa empieza a ir en serio, huimos. Nos escondemos. Nos vamos. Hay muchos peces en el mar. Siempre hay más oportunidades de encontrar el amor. Pero hay muy pocas de mantenerlo hoy en día...


 


Esperamos encontrar la felicidad. Queremos descargarnos a la persona perfecta para nosotros como si fuera una aplicación nueva; que puede actualizarse cada vez que hay un fallo, guardarse fácilmente en una carpeta y borrarse cuando ya no se utiliza. No queremos abrirnos; o, lo que es peor, no queremos ayudar a nadie a abrirse. Queremos mantener lo feo tras una portada, esconder las imperfecciones bajo filtros de Instagram, ver otro episodio de una serie en vez de tener una conversación real. Nos gusta la idea de querer a alguien a pesar de sus defectos, pero seguimos sin dejarle ver la luz del día a nuestro auténtico yo.


 


Sentimos que tenemos derecho al amor, igual que nos sentimos con derecho a un trabajo a jornada completa al salir de la universidad. Nuestra juventud repleta de trofeos nos ha enseñado que si queremos algo, merecemos tenerlo. Nuestra infancia rebosante de películas Disney nos ha enseñado que las almas gemelas, el amor verdadero y el felices para siempre existen para todos. Y por eso no nos esforzamos ni nos preguntamos por qué no ha aparecido el príncipe o la princesa azul. Nos cruzamos de brazos, enfadados porque no encontramos a nuestra media naranja. ¿Dónde está nuestro premio de consolación? Hemos participado, estamos aquí. ¿Dónde está la relación que merecemos? ¿Dónde está el amor verdadero que nos han prometido?


 


Queremos a un suplente, no a una persona. Queremos un cuerpo, no una pareja. Queremos a alguien que se siente a nuestro lado en el sofá mientras navegamos sin rumbo fijo por las redes sociales y abrimos otra aplicación para distraernos de nuestras vidas. Queremos mantener el equilibrio: fingir que no tenemos sentimientos aunque seamos un libro abierto; queremos que nos necesiten, pero no queremos necesitar a nadie. Nos cruzamos de brazos y discutimos las reglas con nuestros amigos, pero ninguno conoce el juego al que estamos intentando jugar. Porque el problema de que nuestra generación no quiera relaciones es que, al final del día, sí que las queremos.


 


Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.

 

Comentarios

@ANSOGUAT

31/07/2017



Muy bueno Strella, gracias por compartirlo  
@VIVIANSIL

01/08/2017



Entiendo que este artículo describe un clima de época de modo bastante claro sobre la forma en que la mayoría de las personas conciben las relaciones. 

No obstante hay también algun@s otr@s, que quizás como excepciones que confirman la regla, advertimos y deseamos establecer relaciones, verdaderas relaciones.

Es@s otr@s somos conscientes del esfuerzo que implica la construcción de relaciones afectivas saludables, que  deseamos "tener pareja" no para lucirla como trofeo en alguna red social sino para tener un par con quien compartir una charla, una confidencia, una sonrisa cómplice, un despertar sereno, alguna angusta e incerteza, alguna alegría y certeza provisoria.

Creo que para tener verdaderas relaciones hay que transitar la diferencia, animarse a abandonar los caminos sencillos, a apartarse de la manada y esto, a mi humilde entender,  no es para cualquiera, es para las almas sensibles y valientes.

Gracias por compartir este artículo, Strella.

Un cariño, Viviana.

 

   
@CARLOS_PILAR

01/08/2017



Wow interesante y profunda nota!!!quien puede querer tantas cosas,,? ! Que bueno que no necesito tantas cosas,,,solo soy feliz compartiendo notas ,caminatas , salidas , respeto mutuo , soñar , que no cuesta nada y sentirme bien conmigo,,,Gracias por compartir  
@CARLOS_MARIANO

01/08/2017



Se me ocurren varias cosas. Una es que este post fue escrito en norteamèrica imagino que su autora escribe reflejando a la sociedad en la que vive. No quiere decir que la nuestra no tenga conductas similares, pero no somos lo mismo, aunque globalización de por medio vayamos copiando. Ese texto refleja a personas superficiales, que las hay y esta cultura que transitamos ayuda a eso, pero al mirar a mi alrededor, a las personas que conozco y he conocido, de las únicas que puedo hacerme una idea de cómo son, en general no reflejan esas características ahí marcadas. Por suerte hay muchas personas que se comprometen con lo que hacen, que "ponen el cuerpo" ademàs de las ideas y los sentimientos.

Me viene bien ese texto porque describe lo que no quiero ser y las personas con las cuales me siento bien en general no son así. Está en nosotros elegir cómo queremos ser y aportar para lograr una sociedad con los valores que consideramos los mejores. Por supuesto que requiere un esfuerzo y si bien no está asegurado ningún logro uno disfruta al intentarlo.

Gracias por compartirlo

Carlos   
@STRELLAFUGAZ14

01/08/2017



Lo he compartido porque en algun punto me vi reflejada por situaciones vividas y por lo que observo en la redes sociales, creo que además hay un poco de miedo en todo esto. Y si bien esta nota habra surgido por un estudio realizado a la sociedad americana no deja de ser parte del comportamiento de la nuestra, que gracias a Dios todavia no se "viralizó" ; aún quedan personas que verdaderamente quieren asumir el compromiso de la entrega.  
@MARIO

01/08/2017



Es buena la nota, gracias por compartirla!

Pero...

Coincido con Carlos, representa "un fresco" de una sociedad distinta de la nuestra, y subyace muchísimo histeriqueo e inconformismo en su texto. Hay similitudes por estos lares, pero muchas diferencias también...y creo fundamentalmente que la gente que se comporta como la descriipt a es aquella que no sabe ser feliz con ella misma...que no aprendió a mirara para adentro...que en un afuera...en un no se que donde...busca algo que tiene dentro pero no se atreve a ver...

Porque lo mas difícil es estar solo ...y feliz. Recién dsps de esa experiencia se puede intentar algo de a dos. Es mi punto de vista, no por eso una verdad para todos.

Gracias, de nuevo, por compartir la nota

Mario  
@CLAPTON

01/08/2017



Hola les doy mi humilde opinión, que todo lo que dice el artículo, sucede, seguro quien puede negarlo, pero hago algunas disquisiciones al respecto, les puedo tolerar a los chicos, adolescentes y no tanto, que crean que la vida pasa por las redes sociales, que de sociales no tienen un pomo, que piensen que un celular o lo que se desprende de él definen a una persona, que al tener más velocidad operativa van a ser más felices, o que si las selfies tienen mayor  nitidez, o lo que se le ocurra, está bien, porque el mercado es para ellos, para que consuman, para que sientan que el mundo les pertenece, el tema somos los mayores, que se mimetizan con las costumbres y manías de los chicos, haciéndolas propias, soy un descolgado del sistema, del mundo si quieren, mi cel no tiene aplicaciones, mi compu la tienen mis hijos, pero se vive igual, trato de no contaminarme con tanta tecnología, volviendo a las fuentes, el respeto, la educación, lo buenos modos y el estar con la gente que quiero, si éso me significa que no voy a tener una pareja, está todo bien, aunque suene raro me siento feliz conmigo, fue un duro laburo pero valió la pena, Vuelvan a las fuentes, abrazos mil, Horacio.  
@EDSANS

01/08/2017



Adhiero en su totalidad al comentario del Sr. CLAPTON.

Saludos