LA CAUSA Y EL REMEDIIO

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@RICARDO1012

11/05/2017#N63163

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Como bien sabes, no todo el monte es orégano, no toda la vida es risueña. Has tenido tu cuota de contrariedades y, en muchas ocasiones, consideraste que estabas obligado (a) a hacerles frente por tu cuenta. Te preguntas por qué permití que te sucedieran ciertas cosas. Te lo explicaré.

Otras personas fueron las causantes de algunas de tus cuitas. En tales casos no siempre podía intervenir, pues a todos se les ha concedido libre albedrío. Me entristece que hayas sufrido a causa de las decisiones erróneas y la falta de amor de otras personas.

Permití que te vieras en apuros con la esperanza de que ellos te llevaran a acercarte a mí y a aceptar mi ayuda y mi amor. Pensaste que eras capaz de enfrentar cualquier dificultad y de cuidarte bien por tu cuenta, pero no fue así.

A veces permitiste que te auxiliara y otras veces no. Pese a ello, nunca te abandoné. En cada ocasión, estuve a tu lado esperando a que me pidieras ayuda.

A veces te endurecías para poder soportar el dolor y el esfuerzo, y otras me culpabas por tus desdichas, como si yo no te amara. Pero siempre te he amado, y nunca dejaré de hacerlo.

Todavía estoy a tu lado, ansioso de formar parte de tu vida. Soy capaz de recomponerla si me das todos los trozos. Puedo responder a tus interrogantes y aliviarte de la turbación mental.

Háblame como a un amigo, o como quieras imaginarme. Te susurro en la quietud de tu interior.

Si me prestas atención con el corazón, podrás escucharme. Déjame demostrarte todo lo que soy capaz de hacer.