¿Por qué los hombres quieren sexo y las mujeres necesitan...


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Publicado por
@DANTEX

05/04/2017#N62795

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¿Por qué los hombres quieren sexo y las mujeres necesitan amor?

No aceptar que hombres y mujeres somos diferentes fulmina matrimonios. O al menos eso afirma este autor de best sellers sobre las relaciones entre sexos.

 

Es uno de los hombres más odiados por las feministas del mundo entero. ¿El motivo? Defender que las relaciones entre géneros se basan en el intercambio de bienes y servicios, y que ellos son animales de acción y ellas, criaturas sentimentales incapaces de leer un mapa. Su discurso sobre los roles está sustentado en investigaciones científicas de carácter psicobiológico que pasan por alto el impacto de la cultura en el ser humano, pero al escucharle es difícil resistirse al poder de convicción de algunos de sus argumentos. A


Autor junto a su mujer, Barbara Pease, del best seller Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas (Ed. Amat), esta pareja de australianos ha vuelto ha provocar con un nuevo título tan tópico como políticamente incorrecto: ¿Por qué los hombres quieren sexo y las mujeres necesitan amor? (Ed. Amat).

Mujer hoy. Según usted, ¿qué es lo que provoca en el género masculino el deseo de hacer el amor?
Allan Pease. La testosterona, que también es la hormona cazadora y el motivo de que seamos más peludos, grandes, fuertes, agresivos y ardorosos que las mujeres.

¿Y en la mujer?
Al menos el 50% de ellas no echaría de menos el sexo si no lo practicara en los próximos tres meses. El motivo es que lo que los hombres encuentran en el sexo, las mujeres lo encuentran a través de los sentimientos. Para ellas las relaciones íntimas son el resultado del amor y, en su cerebro, sexo y amor operan juntos y se compensan.

Pero las mujeres también tenemos testosterona.
¡Sobre todo enamoradas! Estudios científicos han demostrado que, cuando las parejas se encuentran en esa fase, los niveles de testosterona masculinos descienden y aumentan los de oxitocina para acelerar el proceso de creación de lazos afectivos. Por el mismo motivo aumentan en las mujeres los niveles de testosterona. Por eso se produce el espejismo de que los impulsos sexuales de ambos son iguales, pero cuando termina este período ambos vuelven a la posición por defecto, creando en él la impresión de que ella ya no está interesada en el sexo y en ella, que él es un maníaco sexual.

¿Realmente piensa que a las mujeres no les interesa el sexo?
Es cierto que hay una pequeña minoría que están abiertas a una relación sexual ocasional. Eso da la falsa imagen de que, en esta generación, hombres y mujeres se han igualado en la forma de abordar las relaciones sexuales, pero lo cierto es que pueden irse a la cama juntos, pero buscan cosas diferentes. Ellas, subir su autoestima; ellos, no perder su oportunidad.

¿Tan cerca estamos de las cavernas?
Sí, porque nuestro cerebro no ha cambiado. Durante más de 50.000 años el propósito del sexo fue la procreación. Era fundamental que los hombres tuvieran mucha testosterona porque los seres humanos sólo podemos tener una cría al año, un crecimiento lento si lo comparamos con otras especies.

Pero no negará que ahora tenemos relaciones más igualitarias y ha surgido un nuevo hombre más comprometido con la crianza...
Lo que ha cambiado son los roles y la expectativa de esos roles. Después del movimiento feminista de los 60, en el que la meta era conseguir la paridad en todo, la realidad es que las mujeres están extenuadas. Ellas trabajan el doble, mientras los hombres están mano sobre mano.

Según esta tesis que usted mantiene, la vida de las parejas de larga duración parece estar condenada al fracaso.
No tiene por qué. Para que una pareja funcione necesita compartir unos principios básicos y química, y para que ésta no se pierda hay que recrear las condiciones que llevaron a tu cerebro a comportarse así. Las parejas no se separan por falta de amor sino por falta de pasión.

¿Y eso cómo se consigue?
Lo proponemos en este libro: discute con él o ella sobre qué desea cada uno y qué está dispuesto a dar. Porque para un hombre una relación es algo físico que consiste en estar siempre haciendo algo. Pero para una mujer es una conexión emocional. La buena noticia es que puede funcionar si no esperas que la otra parte te entienda o sea como tú. Aceptemos que somos diferentes.

Dice en su libro que una de las cosas que los hombres no entienden sobre las mujeres es que ellas no quieren una planta, quieren un ramo de flores. ¿Alguna vez le regaló una planta a su mujer?
Sí, una vez, recién casados, simbolizaba nuestra relación y se secó..., pero compré otra. Una de las cosas que he comprendido es que para las mujeres lo importante del regalo es que les demuestres que estás pensando en ellas, no el regalo en sí. El problema muchas veces es que ellas están siempre esperando que les digan que las quieren y los hombres están convencidos de que no necesitan decirlo porque ya lo están demostrando haciendo cosas. Y así con todo lo demás. n

Una pareja que fabrica éxitos

Además de llamar la atención de los medios con declaraciones del tipo todas las feministas tienen el pelo corto y bigote o siempre es la misma la que me persigue, no cabe duda que Allan Pease y su mujer Barbara, coatora de la mayoría de los libros Pease, han encontrado un filón en la guerra de sexos. La pareja puede presumir de haber vendido más de 21 millones de ejemplares, fundar su propia empresa, vender vídeos con sus ideas y dar seminarios por todo el mundo. Y siguen casados

 

Comentarios

@LILIANABRUJI

05/04/2017



siguen casados.... por amor o por conveniencia?

coincido con todo y con un 50% de cada tema..... hay feministas sin depilar y con bigotes y las hay muy femeninas.... 

hay unos videos muy divertidos de Pilar Sordo.... Viva la diferencia.... somos diferentes, ni superiores ni inferiores....simplemente diferentes