UN 8 DE MARZO

UN 8 DE MARZO

Como dijo el poeta “es una caravana interminable”.

Así se presenta a mi mente y a todo mi ser la mujer.

Caravana que hoy me convoca y moviliza.

¿Cómo escribir un sentimiento habitado por mis ancestros y la humanidad toda?

¿Cómo hablar de la mujer sin hablar del hombre?

Festejamos ese día casi sin saber que detrás hay sangre.

Sangre que supo gritar tanta incomprensión…

Sangre que circula hoy con las mismas contradicciones que ese 8 de marzo cuando el fuego creyó acallar un grito y sólo logró multiplicarlo.

Incomprensión que prevalece, subyace en el género humano.

Ya no hablo de hablo de hombres y mujeres, hablo de género humano…

Si aceptáramos esa cuota de sangre…

Si no se pretendiera acallar… Si nos escucháramos como seres completos en sí mismos pero incompletos  en tanto no incorporemos lo distinto del otro…

Si aceptáramos la contradicción… Si bajáramos la guardia para abrir el corazón…

Si dejáramos de ser egocéntricos para universanizarnos…

Será utopía… Es mi camino y lo recorro sabiéndome actora en esta caravana.

 

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