Bahía Blanca, 29 de Noviembre de 2011
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Un nene de dos años llamado Gino, fue rescatado por su fiel compañera Eva, una perra labrador de seis meses que con sus ladridos y aullidos, avisó que el nene se había caído a la pileta.

La madre de Gino estaba en el interior de la casa, ubicada en el barrio El Nacional, con su hermano y notaron algo extraño cuando Eva ladraba de manera desesperada en el patio, donde se encuentra ubicada la pileta.

Cuando salieron la escena era aterradora, Gino estaba boca arriba, flotando, morado y con los ojos para atrás. La perra estaba al borde de la pileta, tratando de alcanzar al pequeño.

Lo sacaron inmediatamente y su papá, que dormía en ese momento, despertó por los ladridos de la perra y los llantos de su mujer e instintivamente le hizo maniobras de resucitación.

“Lo puse en el piso y le realicé los primeros auxilios como respiración boca a boca, apretándole el pechito para que pueda largar el agua que había tragado. Después de cuatro o cinco intentos, empezó a largar agua y a volver en sí”.

El hombre trabaja en una empresa eléctrica, donde todos los años recibe cursos de primeros auxilios, pero jamás pensó que algún día le iban a salvar la vida a su propio hijo.

Eva llegó a la vida de Gino en el Día del Niño pasado, y desde entonces son inseparables. “Es como su hermana más chiquita. Juegan, hacen travesuras, nos rompen todas las plantas. Le dan alegría al hogar,” agregó el hombre.